NOMADLAND. Estados Unidos, 2020. Un film escrito y dirigido por Chloe Zhao. 108 minutos.
Ganador del León de Oro en el Festival de Venecia de 2020, este film de Chloe Zhao es nada menos que excepcional. Basado en el libro Nomadland: Surviving America in The Twenty-First Century de la periodista Jessica Bruder, la realizadora ha logrado una magnífica adaptación del mismo en la transmisión del drama de los migrantes de Estados Unidos en procura de empleo.
En los créditos iniciales se lee que en enero de 2011 la fábrica de yeso Gypsum después de 88 años de existencia cierra su planta en Empire, Nevada, debido a una reducción de demanda; ese pequeño pueblo se ve así desprovisto de la principal fuente de empleo. En base a esta información, la historia de ficción comienza presentando a Fern (Frances McDormand), una viuda mujer sexagenaria que había sido profesora de escuela; sin esperanza de conseguir trabajo en Empire, deja su casa y valiéndose de su furgoneta se lanza a la ruta con la esperanza de lograr alguna ocupación temporal que le permita sobrevivir. El primer puesto que logra es en una planta empaquetadora de Amazon que autoriza a sus trabajadores el libre estacionamiento de sus casas rodantes; prosiguiendo su nomadismo es reclutada en un restaurante de comida al paso, para posteriormente limpiar los baños en otro alto del recorrido.
A lo largo del trayecto Fern se vincula con otras personas que en su misma condición tratan de abrirse paso a lo largo de la América profunda; en tal sentido el relato resalta la camaradería y solidaridad que se establece entre esa gente de edad madura, que es tan o más efectiva que la que puede existir en organismos comunitarios. Entre las diferentes personas que ella llega a conocer se encuentra Linda May, una colega del restaurante que se convierte en su gran amiga, el filósofo gurú Bob Wells, Swankie ‑una mujer de 75 años enferma de cáncer a quien no le resta mucho tiempo de vida- y el errante Dave (David Strathairn) que guardando una especial simpatía hacia Fern insinúa querer mantener una relación sentimental que ella por su parte elude porque desea conservar su independencia; esa misma actitud adopta cuando visita a su hermana Dolly (Melissa Smith) que ofreciéndole su hogar para que allí permanezca, ella prefiere seguir su rumbo.
La historia ofrece varias escenas emotivas pero si hay una para destacar especialmente es la que tiene lugar en el nuevo encuentro entre Fern y Bob; en la misma él le expresa su pena de haber perdido a su hijo de 33 años por haberse suicidado; con todo, cree firmemente que no hay un adiós porque se habrá de producir un reencuentro en la ruta.
En todo ese trayecto que abarca los estados de South Dakota, Nebraska y Arizona, los temas de la mortalidad, la soledad, el dolor y la necesidad de aferrarse a la vida van apareciendo dentro de un relato inspirado que refleja la realidad de parte de un estamento social desfavorecido.
La interpretación de McDormand es excepcional demostrando una vez más su indiscutible talento; con Fern ella se mimetiza por completo, expresando a través de su curtido rostro la variada gama de sentimientos que la animan donde a pesar de los obstáculos que pueda encontrar en su camino trata de mantener una actitud positiva para sobrevivir en la América del siglo 21.
Como casi todos los personajes del elenco se representan a sí mismos, lo que dicen, sienten y hacen adquiere completa naturalidad; quien más, quien menos, estas reales personas que resultan invisibles para el mundo exterior ofrecen suficientes motivos para que uno se compenetre plenamente con ellas en su lucha por la supervivencia.
En su tercer largometraje, después de haber impresionado en Songs My Brothers Taught Me (2015) y The Rider (2017), esta directora, guionista y editora revela su fina sensibilidad ilustrando los problemas sociales que afligen a Estados Unidos. Este sólido drama impregnado de un tono poético actúa como un espejo reflejando la nobleza del espíritu humano.
Entre los valores de producción se destaca la remarcable fotografía de Joshua James Richards captando la belleza panorámica del oeste americano en que transcurre la acción.
Siendo una de los ocho películas nominadas al Oscar 2021, la estupenda calidad de Nomadland permite suponer que obtendrá la codiciada estatuilla en la ceremonia del próximo 25 de abril. Jorge Gutman