A QUIET PLACE PART II. Estados Unidos, 2018. Un film escrito y dirigido por John Krasinski. 97 minutos.
Dado el gran éxito de boletería que en 2018 registró A Quiet Place no es extraño que sus productores decidieran realizar una secuela con A Quiet Place Part II. Nuevamente dirigido por John Krasinski este drama de horror post apocalíptico aunque eficaz no alcanza lograr el mismo impacto. Mientras que en el film precedente el suspenso se basa fundamentalmente en el silencio que deben guardar sus personajes para no ser descubiertos por extraños monstruos que arrecian la zona, en este caso el guión del realizador, ya sin el factor sorpresa, no insufla nuevas ideas capaces de generar la misma intensidad emocional.
El relato retrocediendo en el tiempo comienza en un tranquilo pueblo neoyorkino donde Lee Abbott (Krasinsky), su esposa Evelyn (Emily Blunt) junto con sus hijos asisten a un partido de béisbol. La calma desaparece por completo cuando por primera vez aparece un engendro extraterrestre invadiendo el apacible lugar; así se genera una rápida desesperación de su gente tratando de escapar del implacable enemigo.
De inmediato la acción se traslada un año y medio después sin la presencia de Lee, quien fue asesinado por uno de los monstruos en la conclusión del anterior capítulo. Ahora la viuda Evelyn con su sorda hija Regan (Millicent Simmonds), su hijo Marcus (Noah Jupe) y el bebé de pocos meses dejan el hogar al saber que las ciegas bestias invasoras les están pisando los talones. En su camino encuentran a Emmett (Cillian Murphy), un antiguo vecino de la zona, quien les provee refugio en una abandonada factoría de acero. Prontamente Regan abandona el lugar cuando a través de una señal de radio que transmite una canción ella cree que existen otros sobrevivientes y en ese accionar es acompañada por Emmett con quien forja una buena relación; por su parte Evelyn se preocupa en conseguir tanques de oxígeno y suministros de medicina, en tanto que Marcus habiendo sufrido una herida en su pierna se mantiene en su cautiverio cuidando al bebé y tratando de mantener absoluto silencio para evitar que las bestias sensibles al ruido se percaten de su presencia.
En este thriller donde la supervivencia es la prioridad principal su gran heroína es la adolescente Regal demostrando su firme determinación de luchar contra las bestias y salvaguardar a su familia; en tal sentido, la caracterización de Millicent Simmonds en la composición de este humano personaje es a todas luces insuperable.
Con excepción de su notable prólogo muy bien expuesto en sus primeros diez minutos, la continuación de esta historia convencionalmente realizada por Kravinski se desenvuelve dentro de los cánones típicos de los filmes de terror y aunque no llega a innovar seguramente conformará a los adictos al género. Finalmente cabe agregar que el desenlace de esta secuela deja la puerta abierta para que muy pronto la saga continúe con un tercer capítulo. Jorge Gutman