MARIA. Canadá, 2021. Un film de Alec Pronovost. 90 minutos
Esta comedia de Alec Pronovost está realizada para el lucimiento de Mariana Mazza, la animadora, autora y humorista que goza de enorme popularidad en la provincia de Quebec; si bien ella ya había participado en el cine en papeles de apoyo (Bon Cop, Bad Cop, Bad Cop 2 y De père en flic 2), es con Maria donde asume por primera vez el rol protagónico, además de ser la co-guionista del relato escrito con Justine Philie.

Mariana Mazza
María (Mazza) es una treintañera con la mentalidad propia de una adolescente desubicada. Ya en la primera escena se la observa en una audición para aspirar como actriz pero es rechazada por su falta de expresividad. Sin rumbo fijo ni relación sentimental alguna ella vive con su madre (Isabel Dos Sanos), quien encontrándose enferma de un cáncer terminal le suplica que procure un empleo estable que le permita vivir adecuadamente para cuando ella ya no esté más a su lado.
Es así que sin mucho entusiasmo pero para satisfacer el deseo maternal María acepta un puesto de profesora suplente en una escuela pública de educación secundaria que le ofrece su desengañada directora (Korine Côté); así, sin experiencia alguna en la materia tiene que enfrentar a indisciplinados adolescentes y en tal sentido el relato ofrece una visión, aunque epidérmica, de la relación que hoy día se manifiesta entre docentes y alumnos. En su vida social cuenta con la amistad brindada por sus amigas Laura (Alice Pascual) y Raphaëlle (Florence Longpré) quienes si bien la estiman no dejan de reprocharle su evidente narcisismo.
Pronovost, que cuenta con buena experiencia como realizador de televisión, aquí ofrece una puesta en escena convencional cuidando en todo momento de que el tono cómico del relato no desborde en la caricatura. La objeción a esta liviana comedia reside en el guión no muy inspirado en donde varias de las situaciones que se suscitan serían más adaptables para la televisión que para el cine; por otra parte, cierta crítica social que podría desprenderse de la historia propuesta no alcanza a trascender.
El inconveniente apuntado es en parte mitigado por la actuación de Mazza. Con su arrolladora personalidad ella imprime dinamismo a la historia donde su personaje, apelando a un humor franco y a veces un tanto vulgar, transmite la ternura oculta de un ser humano que además de afecto procura adquirir su propia identidad con una mayor confianza en sí misma; en parte María lo logra a través del proceso de madurez que experimenta en el contacto mantenido con sus alumnos. Sin duda que la actuación de la humorista satisfará a sus fieles seguidores que han gozado con sus espectáculos ofrecidos en diversos escenarios de Quebec como igualmente en sus exitosos programas televisivos.
Aunque Mazza constituye la columna vertebral del film, cabe distinguir la muy buena participación del resto del elenco con especial mención de Longpré, Pascual, Dos Santos, Côté, Christine Morency, y la breve aparición de Yves Jacques. En esencia, sin ser una comedia trascendente, la misma se deja ver aunque más no sea por la innegable simpatía que su protagonista destila. Jorge Gutman