Una Espe­cie en Peli­gro de Extinción

LAST OF THE RIGHT WHA­LES. Cana­dá, 2021. Un film escri­to y diri­gi­do por Nadi­ne Peque­ne­za. 91 minutos

Este docu­men­tal tie­ne como pro­pó­si­to refle­jar los esfuer­zos que se están rea­li­zan­do para sal­var a las balle­nas negras del Atlán­ti­co Nor­te tenien­do en cuen­ta que en la últi­ma déca­da han esta­do murien­do a una tasa anual del 24 por cien­to y des­de 2017 ha pere­ci­do la déci­ma par­te de su población.

A tra­vés de un atrac­ti­vo rela­to se pue­de obser­var el tra­ba­jo rea­li­za­do por espe­cia­lis­tas en la mate­ria en cada lugar del habi­tat geo­igrá­fi­co de esta espe­cie, inclu­yen­do el Gol­fo de Saint-Lau­rent, la Bahía de Cape Cod, la cos­ta de Flo­ri­da y el Gol­fo de México.

Una esce­na del documental

Dado que en el Atlán­ti­co Nor­te las balle­nas negras pue­den ser daña­das, es ile­gal apro­xi­mar­se muy cer­ca de las mis­mas, a menos que se obten­ga un per­mi­so fede­ral. El emi­nen­te fotó­gra­fo perio­dis­ta cana­dien­se Nick Haw­kins, ha sido el pri­me­ro en lograr dicha auto­ri­za­ción y es así que uti­li­za un vehícu­lo sub­ma­rino tele­guia­do en el gol­fo de Saint-Lau­rent para obser­var a una visi­bi­li­dad de 12 metros el com­por­ta­mien­to social de estos gigan­tes­cos animales.

Entre los cien­tí­fi­cos invo­lu­cra­dos en esta ope­ra­ción de sal­va­ta­je se encuen­tra Barb Zoods­ma quien super­vi­sa el pro­gra­ma de recu­pe­ra­ción del Ser­vi­cio Nacio­nal de Pes­ca Mari­na en el sudes­te de EE. UU. Impor­tan­tes son las obser­va­cio­nes de Char­les “Stormy” Mayo, direc­tor del Pro­gra­ma de Eco­lo­gía del Cen­tro de Estu­dios Cos­te­ros de Pro­vin­ce­town, Mas­sa­chu­seets, afir­man­do que la balle­na negra vive en un eco sis­te­ma que cam­bia per­ma­nen­te­men­te. En esta tarea de inves­ti­ga­ción igual­men­te par­ti­ci­pan Moi­ra Brown que es la cien­tí­fi­ca prin­ci­pal del Ins­ti­tu­to Cana­dien­se de la Balle­na así como la bió­lo­ga Ton­ya Wim­mer que como fun­da­do­ra y direc­to­ra eje­cu­ti­va de Mari­ne Ani­mal Res­pon­se Society de Nova Sco­tia tra­ta de deter­mi­nar la cau­sa de la muer­te masi­va de esta espe­cie. Por su par­te Kim­ber­ley Davies, la doc­to­ra­da ocea­nó­gra­fa de la Uni­ver­si­dad de New Bruns­wick, seña­la que uno de los gran­des pro­ble­mas que atra­vie­san estos ani­ma­les es el de las heri­das sufri­das al que­dar atra­pa­dos en los apa­re­jos de pes­ca de los pes­ca­do­res. De inte­rés es lo que mani­fies­ta el pes­ca­dor de can­gre­jos Mar­tin Noél acer­ca de la difi­cul­tad de poder con­ci­liar los intere­ses de la indus­tria pes­que­ra con las zonas cerra­das para la mis­ma a fin de crear el espa­cio nece­sa­rio para la migra­ción de la ballena.

Ade­más de evi­tar la extin­ción de las balle­nas negras, el docu­men­tal enfa­ti­za la impor­tan­cia de crear las con­di­cio­nes nece­sa­rias que per­mi­tan su repro­duc­ción y que pue­dan criar a los más peque­ños que requie­ren mejor alimentación.

No obs­tan­te las inves­ti­ga­cio­nes rea­li­za­das, Peque­ne­za seña­la que aún hay muchos aspec­tos que se des­co­no­cen de esta colo­sal espe­cie mari­na. Pero lo impor­tan­te es con­ti­nuar con estos estu­dios para lograr una mejor con­vi­ven­cia con la misma.

Para con­cluir con una nota posi­ti­va se infor­ma que en 2021 han naci­do 18 balle­nas negras, la mayor cifra regis­tra­da des­de 2013.

Este valio­so docu­men­tal muy bien narra­do y valo­ri­za­do por la exce­len­te foto­gra­fía sub­ma­ri­na de Nick Haw­kins como asi­mis­mo por la foto­gra­fía aérea de Fre­de­rik Jones, Chris Zadra, Mike Reid, Jami­son Smith y Haw­kins per­mi­te brin­dar al espec­ta­dor una vívi­da expe­rien­cia de estos gigan­tes­cos cetáceos.

En los cré­di­tos fina­les se lee “en memo­ria de 34 balle­nas negras del Atlán­ti­co Nor­te que se sabe han pere­ci­do mien­tras se hizo este film entre 2017 y 2021″. Jor­ge Gutman

El Dra­ma del Aborto

L’É­VE­NÉ­MENT / HAP­PE­NING.  Fran­cia, 2021. Un film de Audrey Diwan. 99 minutos

Con­sa­gra­do con el León de Oro en el últi­mo Fes­ti­val de Vene­cia del año pasa­do, el galar­dón de este pene­tran­te dra­ma es bien mere­ci­do tenien­do en cuen­ta la meticu­losi­dad adop­ta­da por la direc­to­ra Audrey Diwan para tras­la­dar a la pan­ta­lla la nove­la homó­ni­ma de Annie Ernaux publi­ca­da en 2000. La par­ti­cu­la­ri­dad del film resi­de en que la his­to­ria rela­ta­da se basa en la expe­rien­cia vivi­da por la auto­ra del libro cuan­do en 1963 a los 23 años era una estu­dian­te uni­ver­si­ta­ria de lite­ra­tu­ra en Angou­lè­me, al sudoes­te de Francia.

Ana­ma­ria Vartolomei

El guión pre­pa­ra­do por la rea­li­za­do­ra con la cola­bo­ra­ción de Mar­cia Romano pre­sen­ta a la joven Anne (Ana­ma­ria Var­to­lo­mei) cuan­do visi­tan­do a su médi­co (Fabri­zio Ron­gio­ne) él le hace saber que está emba­ra­za­da de tres sema­nas; tras que­dar ano­na­da­da por la noti­cia ella le pide al facul­ta­ti­vo que inte­rrum­pa el pro­ce­so de ges­ta­ción, pero reci­be una rotun­da res­pues­ta nega­ti­va en la medi­da que el abor­to cons­ti­tu­ye un seve­ro deli­to pena­do por la ley. Al acu­dir una sema­na des­pués a otra con­sul­ta con un pro­fe­sio­nal dife­ren­te (Fra­nçois Lon­quet) obtie­ne una res­pues­ta simi­lar, aun­que debi­do a su insis­ten­cia lle­ga a pres­cri­bir­le unas dro­gas que no resuel­ven el pro­ble­ma. Sus mejo­res ami­gas y com­pa­ñe­ras de la uni­ver­si­dad (Luà­na Baj­ra­mi y Loui­se Orri-Diqué­ro) al ente­rar­se de lo que le pasa a Anne, tam­po­co desean invo­lu­crar­se en el pro­ble­ma por temor; mien­tras tan­to la laten­te angus­tia inte­rior sufri­da por esta joven sol­te­ra hace que a pesar de ser una bri­llan­te alum­na su desem­pe­ño comien­za a decaer, aspec­to que le hace notar su pro­fe­sor de lite­ra­tu­ra (Pio Mar­mai). A medi­da que las sema­nas van trans­cu­rrien­do ella resuel­ve via­jar a Bor­deaux para soli­ci­tar ayu­da a Max (Julien Fri­son) quien ha sido el hom­bre con quien man­tu­vo la rela­ción casual que pro­du­jo su gra­vi­dez; sin embar­go, él se des­en­tien­de por com­ple­to del pro­ble­ma; a todo ello, Anne disi­mu­la su preo­cu­pa­ción fren­te a su madre (San­dri­ne Bon­nai­re), quien igno­ra lo que le está sucediendo.

Es recién a las 12 sema­nas de ges­ta­ción cuan­do valién­do­se de un dato sumi­nis­tra­do por un com­pa­ñe­ro de la uni­ver­si­dad ella ubi­ca a una mujer de seve­ra auto­ri­dad (Anna Mou­gla­lis) dis­pues­ta a rea­li­zar el clan­des­tino abor­to a cam­bio de una suma de dine­ro, quien ade­más le advier­te que no debe­rá gri­tar ni llo­rar a fin de que nadie se ente­re del pro­ce­di­mien­to. Eso ori­gi­na dos secuen­cias de extre­ma­da cru­de­za en las que el espec­ta­dor se sien­te atra­pa­do y estre­me­ci­do por lo que acon­te­ce con Anne.

Ade­más de la sutil direc­ción de Diwan enca­ran­do este urti­can­te tópi­co, gran par­te de la soli­dez de este enco­mia­ble docu­men­to des­can­sa en la excep­cio­nal inter­pre­ta­ción de Var­to­lo­mei quien se sumer­ge de lleno en la piel de Anne, el alter ego de Ernaux, refle­jan­do la sole­dad de una joven indefensa.

Den­tro de las varias esce­nas des­ta­ca­bles de L’Événement hay una que defi­ne por com­ple­to el rol de la mujer en la Fran­cia de los años 60; así, cuan­do el pro­fe­sor de Anne le pre­gun­ta sobre lo que la esta­ba aque­jan­do, ella res­pon­de que es la enfer­me­dad que con­vier­te al ser feme­nino en ama de casa.

Aun­que en Fran­cia el abor­to que­dó lega­li­za­do en 1975, esta pelí­cu­la es una autén­ti­ca demos­tra­ción acer­ca de la mane­ra en que la mujer, en aque­llos rin­co­nes del mun­do don­de aún sub­sis­te su prohi­bi­ción, que­da rele­ga­da a un total des­me­re­ci­mien­to como si el pro­ce­so de ges­ta­ción fue­se de su exclu­si­va res­pon­sa­bi­li­dad. Jor­ge Gutman

Una Incons­tan­te Mujer

THE WORST PER­SON IN THE WORLD. Norue­ga-Fran­cia-Sue­cia-Dina­mar­ca, 2021. Un film de Joa­chim Trier. 121 minutos.

La incer­ti­dum­bre de una mucha­cha inse­gu­ra sobre lo que quie­re o desea en la vida es el tema abor­da­do por el direc­tor Joa­chim Trier en The Worst Per­son in the World en un guión que le per­te­ne­ce jun­to con Eskil Vogt.

Rena­te Reinsve

En la narra­ción estruc­tu­ra­da en un pró­lo­go, 12 capí­tu­los y un epí­lo­go, a tra­vés de la voz en off se sabe que Julie (Rena­te Reins­ve) vivien­do en Oslo y pró­xi­ma a cele­brar sus 30 años, des­de su eta­pa de estu­dian­te uni­ver­si­ta­ria no tuvo cla­ro cuál era su ver­da­de­ra voca­ción; así, habien­do segui­do sus estu­dios en medi­ci­na, pos­te­rior­men­te cre­yó que la psi­co­lo­gía se ajus­ta­ba más a su per­so­na­li­dad para final­men­te dedi­car­se a la fotografía.

Esa inde­fi­ni­ción per­ma­ne­ce en su vida afec­ti­va. Cuan­do cono­ce a Aksel (Anders Daniel­sen Lie), un autor de his­to­rie­tas grá­fi­cas de 44 años, cree haber encon­tra­do al hom­bre ideal no obs­tan­te la dife­ren­cia de edad; en un prin­ci­pio pare­cie­ra que ella ha logra­do cier­ta esta­bi­li­dad emo­cio­nal pero pron­to la mis­ma se disi­pa dado que Aksel desea­ría tener un hijo en tan­to que Julie se nie­ga a tal idea por con­si­de­rar que no está pre­pa­ra­da para ser madre.

Su natu­ra­le­za incons­tan­te moti­va a que en una fies­ta de bodas a la que se intro­du­ce fur­ti­va­men­te conoz­ca a Eivind (Her­bert Nor­drum), un emplea­do de café, con quien de inme­dia­to se sien­te atraí­da sexual­men­te; aun­que en un prin­ci­pio solo exis­ten cari­cias, abra­zos y besos, el adul­te­rio no tar­da en pro­du­cir­se así como la nece­si­dad de vivir jun­tos; con­se­cuen­te­men­te su sepa­ra­ción de Aksel es inevi­ta­ble. Sin embar­go ella dis­ta de estar satis­fe­cha por su eter­na inse­gu­ri­dad que le impi­de cono­cer hacia dón­de sus sen­ti­mien­tos apuntan.

Sin alcan­zar el nivel de exce­len­cia logra­do en Oslo, August 31st (2011), con esme­ra­da pul­cri­tud en su pues­ta escé­ni­ca, Trier brin­da una bue­na come­dia dra­má­ti­ca cuya úni­ca obje­ción radi­ca en su narra­ción dema­sia­do alar­ga­da. De todos modos el film se valo­ri­za por el buen retra­to efec­tua­do de su pro­ta­go­nis­ta que se mani­fies­ta en la exce­len­te com­po­si­ción que Reins­ve logra de Julie trans­mi­tien­do las con­tra­dic­cio­nes per­ma­nen­tes que de ella emer­gen en su bús­que­da de eman­ci­pa­ción feme­ni­na a pesar de que nadie la retie­ne; su actua­ción fue dis­tin­gui­da en el pasa­do Fes­ti­val de Can­nes obte­nien­do el pre­mio a la mejor actriz, como asi­mis­mo en la mis­ma cate­go­ría ha sido una de las cin­co intér­pre­tes nomi­na­das para optar al Oscar de este año. El elen­co que la secun­da es amplia­men­te satis­fac­to­rio don­de ade­más de Daniel­sen Lie y Nor­drum, en pape­les de apo­yo se des­ta­can Vidar San­dem, Hans Olav Bren­ner, Maria Gra­zia Di Meo y Sil­je Stors­tein. En otros aspec­tos, cabe des­ta­car la foto­gra­fía de Kas­per Tuxen acer­ta­da­men­te cap­tan­do los varia­dos esta­dos aní­mi­cos de Julie. Jor­ge Gutman

La Pér­di­da de un Gran Amigo

PER­DRE MARIO. Cana­dá, 2021. Un film escri­to, diri­gi­do y edi­ta­do por Carl Leblanc.85 minutos

El tema tabú como lo es el sui­ci­dio es abor­da­do por el rea­li­za­dor Carl Leblanc en Per­dre Mario, un docu­men­tal que cons­ti­tu­ye un home­na­je a quien fue­ra Mario, su gran ami­go de lar­ga data.

Una esce­na del documental

El 22 de mayo de 2015 en Dru­mond­vi­lle, pro­vin­cia de Que­bec, Mario de 62 años de edad se qui­tó la vida con un dis­pa­ro de bala en su cabe­za. Ese tris­te acto con­mo­vió a todos aqué­llos que lo han cono­ci­do como es el caso de Leblanc con quien había com­par­ti­do la gran pasión de la lite­ra­tu­ra, ade­más de que Mario había sido su tes­ti­go de bodas y el padrino de su hija. Es así que un año des­pués del sui­ci­dio, su her­mano Daniel le hizo lle­gar al rea­li­za­dor el dia­rio que coti­dia­na­men­te había sido escri­to por Mario ocho meses antes de adop­tar la trá­gi­ca deci­sión y guar­da­do en su compu­tado­ra. Es de allí que sur­ge la géne­sis de este documental.

De ese dia­rio comien­za a aflo­rar una varia­da gama de sen­ti­mien­tos, sur­gien­do las dudas sobre lo que moti­vó su deci­sión. Así entre las varias hipó­te­sis de las cau­sas con­cu­rren­tes se encuen­tran la de sen­tir­se ais­la­do social­men­te a pesar de estar siem­pre bien acom­pa­ña­do, la depre­sión que esta­ba expe­ri­men­tan­do y los efec­tos secun­da­rios de los medi­ca­men­tos ingeridos.

Para con­cre­tar el docu­men­tal, Leblanc ha ofre­ci­do la pala­bra a su gran ami­ga Ali­cia, sus her­ma­nos Daniel y Jean y otros fami­lia­res, como ade­más al leal gru­po de ami­gos con los que solía reu­nir­se fre­cuen­te­men­te alre­de­dor de un lago. Cada uno de los mis­mos, tenien­do en común el dolor y la tris­te­za que los ani­ma, mani­fies­ta dife­ren­tes reac­cio­nes con res­pec­to a la cau­sa del suicidio.

El dia­rio del sui­ci­da cons­ti­tu­ye para Leblanc un docu­men­to fun­da­men­tal para com­pren­der y sumer­gir­se en el alma de un hom­bre que siem­pre se mos­tró jovial y jubi­lo­so, tal como se mani­fies­ta en algu­nas de las foto­gra­fías expues­tas. El docu­men­tal está real­za­do con la inter­ca­la­ción de secuen­cias de ani­ma­ción rea­li­za­das por Fra­nçois Fortin.

Aun­que la lec­tu­ra efec­tua­da por Luce Default de extrac­tos del dia­rio ‑con la voz de Robert Lalon­ge dan­do vida a Mario- pue­de resul­tar un tan­to exhaus­ti­va, Leblanc ha logra­do un sobrio docu­men­tal resal­tan­do de mane­ra hon­da­men­te afec­tuo­sa y elo­cuen­te el ines­ti­ma­ble valor de la amis­tad a tra­vés del impac­to del sui­ci­dio cau­sa­do en sus que­ri­dos amigos.
Jor­ge Gutman

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Ani­ma­da Pelí­cu­la Musical

SING A BIT OF HARMONY

Una vez más la cine­ma­to­gra­fía japo­ne­sa demues­tra su maes­tría en la con­cep­ción de cau­ti­van­tes films de ani­ma­ción. Ese es el caso de Sing A Bit of Har­mony del cineas­ta Yasuhi­ro Yoshiu­ra quien con la cola­bo­ra­ción del guio­nis­ta Ichi­ro Okou­chi ha con­ce­bi­do una his­to­ria ori­gi­nal y muy bien estructurada.

Sin espe­ci­fi­car la épo­ca en que trans­cu­rre podría con­ce­bir­se que es en un futu­ro no muy dis­tan­te en don­de la inte­li­gen­cia arti­fi­cial lle­ga a impo­ner­se en muchos aspec­tos de la vida dia­ria de Japón. El rela­to intro­du­ce a Satom, una chi­ca soli­ta­ria que es mar­gi­na­da por sus com­pa­ñe­ros de la escue­la secun­da­ria a la que asis­te. Todo cam­bia para ella cuan­do su madre que tra­ba­ja como pro­gra­ma­do­ra crea a Shion un robot feme­nino y para poner a prue­ba su expe­ri­men­to el mis­mo apa­re­ce en la escue­la de mane­ra encu­bier­ta como una nue­va estu­dian­te trans­fe­ri­da. La robot de inme­dia­to reco­no­ce a Sato­mi, sur­gien­do un víncu­lo afec­ti­vo entre ambos has­ta el momen­to en que Shion comien­za a can­tar lla­man­do la aten­ción de los otros alum­nos. Sin entrar en deta­lles adi­cio­na­les, se pue­de anti­ci­par que sus can­tos logran la feli­ci­dad del alum­na­do como así tam­bién Satom for­ja­rá lazos de amis­tad con los estu­dian­tes de clase.

Yoshiu­ra ha logra­do un encan­ta­dor film ani­ma­do, pleno de bellas can­cio­nes den­tro del mar­co de una peque­ña y sen­ci­lla his­to­ria sen­ti­men­tal impreg­na­da de huma­ni­dad y con­si­de­ra­ble ternura.

Entre los acto­res que han faci­li­ta­do las voces a los dife­ren­tes per­so­na­jes se encuen­tran Tao Tsu­chi­ya, Haru­ka Fukuha­ra, Asu­ka Kudo, Satoshi Hino, Mika­ko Komatsu, Ken­ji Hama­da, Kazu­no­ri Kane­ko y Yuki­yo Fujuii.

El film será exhi­bi­do en selec­tas salas de Cine­plex el 20 y 23 de febre­ro de 2022