YOU CAN LIVE FOREVER. Canadá, 2022. Un film escrito y dirigido por Mark Slutsky y Sarah Watts. 96 minutos
Abordando el lesbianismo en el marco de una comunidad religiosa, los noveles directores y guionistas Mark Slutsky y Sarah Watts ofrecen un film que despierta interés aunque sin aportar algo nuevo a su delicada temática.

Anwen O’Driscoll y June Laporte
La acción se desarrolla en 1990 e introduce a la joven Jamie (Anwen O’Driscoll) quien habiendo crecido en Thunder Bay, como consecuencia de la muerte de su padre y debido al gran dolor experimentado por su madre viviendo una crisis nerviosa, es enviada a la región de Saguenay para residir por una temporada con sus tíos (Antoine Yared y Liane Balaban). Ellos pertenecen a Testigos de Jehova y es por eso que Jamie no se siente muy confortable al tener que sujetarse a las normas de quienes profesan ese credo.
Todo cambia para esta chica cuando asistiendo al sermón de la agrupación cambia una mirada con la joven Marike (June Laporte), la hija del prelado. La atracción inicial entre ambas genera una amistad para finalmente devenir en una íntima relación. Lo que sigue es el típico romance de dos adolescentes que se desenvuelven en un entorno religioso represivo en la medida que Testigos de Jehova de ningún modo acepta la homosexualidad.
Lo interesante es la forma diferente en que cada una de estas jóvenes siente frente al amor surgido. Mientras que Jamie adopta una actitud más bien secular frente a la religión, Marike expresa una dualidad de haber encontrado el amor en su compañera a la vez que es feliz de pertenecer a la comunidad. A la postre se plantea el gran dilema de tener que optar entre la fe y el amor.
Sin ser una autobiografía, como co-guionista de este relato Sarah Watts que creció como gay en Testigos de Jehova, a través de su experiencia personal conoce muy bien los principios de este credo cristiano; no obstante, la historia narrada no alcanza la profundidad necesaria que se encuentra en otros filmes de amor lésbico como La Vie d’Adèle (2013), Carol (2015) y Portrait de la jeune fille en feu (2019). Eso es debido a la insuficiente exploración de la comunidad religiosa como asimismo a la de los vínculos familiares de las jóvenes y a ciertas escenas que en su tramo final resisten credibilidad.
A su favor, la película se distingue por la buena actuación de sus dos protagonistas quienes destilan ternura en sus respectivos personajes. Del resto del elenco se destacan Hasani Freeman quien aporta simpatía y comprensión como el confidente compañero de clase de Jamie, así como Deragh Campbell como la hermana de Marike quien siendo la única que sabe lo que le acontece trata de evitar que su familia se imponga de la verdad y la condene.
No obstante sus altibajos, You Can Live Forever es un drama romántico convenientemente realizado aunque sin ser excepcional. Jorge Gutman