MAESTRO(S). Francia-Bélgica, 2022. Un film de Bruno Chiche. 87 minutos
Sin otro propósito que el de ofrecer una historia humana basada en la particular relación paterno-filial de dos músicos, Maestro(s) logra su objetivo.
Pierre Arditi e Yvan Attal
Con la música clásica como escenario de fondo la sencilla historia guionizada por el realizador Bruno Chiche con la colaboración de Yaël Langmann comienza con un premio que recibe Denis Dumar (Yvan Attal), un director de orquesta de aproximadamente 40 años que ciertamente ha estado desarrollando una exitosa carrera profesional. Él es el hijo de François Dumar (Pierre Arditi) quien ya de madura edad está próximo a concluir su actividad de remarcable director musical y su aspiración es la de poder llegar a ser el director artístico de una gran institución musical. La relación entre ambos maestros es cordial aunque desde un principio se denota que ese vínculo no se caracteriza por su calidez sino más bien por un mutuo respeto.
La alegría de François es enorme cuando desde La Scala le comunican telefónicamente que ha sido elegido director musical del mundialmente célebre teatro de ópera de Milán y que debe confirmar su aceptación para comenzar en pocos meses más la próxima temporada. El nudo conflictivo del relato se produce cuando Denis recibe un similar ofrecimiento ya que la secretaria que se comunicó con el veterano músico creyó que lo había hecho con su hijo, al portar ambos el mismo apellido.
Para Denis, no obstante el reconocimiento del que es objeto, resulta muy penoso tratar de transmitir a su padre esa noticia sobre todo cuando con gran euforia tiene todo dispuesto para partir con su esposa (Miou-Miou) a Milán. Es allí donde frente a esta circunstancia inesperada se pone a prueba la rivalidad existente entre ambos y el momento más dramático y tenso del film es cuando cara a cara mantienen una profunda conversación que denota la razón del porqué François,dedicado por completo a su carrera, dejó a un lado la atención necesaria que todo padre debe a un hijo.
La película además del tema central enfoca las condiciones que debe reunir un buen director para que la música pueda transmitir toda la emoción debida y el poder lírico que emana de las composiciones de los grandes autores; asimismo considera lo que acontece detrás de la escena durante los ensayos y antes de cada concierto.
El resultado es un bello drama conmovedor agraciado por la buena realización, la eficaz escritura del guión y por la excelente interpretación ofrecida tanto por el veterano gran actor Arditi como asimismo por Yvan Attal quienes con roles perfectamente delineados logran con completa autenticidad expresar la intimidad que vincula a sus respectivos personajes. El resto del reparto es igualmente eficaz con la participación en roles de apoyo de Miou-Miou, Pascale Arbillot, Caroline Anglade y de Nils Othenin-Girard como Mathieu, el hijo de Denis.
A los valores mencionados, para los melómanos se agrega el placer adicional de escuchar extractos musicales de Brahms, Beethoven y en especial la ejecución completa de la obertura de la ópera Las Bodas de Fígaro de Mozart. Jorge Gutman
He aquí otros 3 filmes vistos en FIFA(Festival International du film sur l’art) que tiene lugar en Montreal hasta el 26 de marzo..
Chile Estyle (Canadá)
Escrito y dirigido por el documentalista chileno Pablo Avarena este film testimonia con amplitud de detalles el importante rol que ejerce en su país natal el arte de expresión callejero que se aprecia a través del graffiti.
Esta manifestación creativa ha permitido que sus artistas transmitan en los murales aspectos de la vida cultural y política que ellos experimentan. Es así que la película ilustra acontecimientos dramáticos experimentados en Chile durante la nefasta dictadura de Pinochet y en tal sentido se puede apreciar las magníficas obras pintadas a lo largo del país incluyendo las ciudades de Santiago de Chile, Valparaíso, Chillan, Temuco, Villarica, Antofagasta, Iquique y Arica. Asimismo, el documental incluye los graffitis realizados en Montreal, Paris y New York.
Mediante interesantes entrevistas, el público entra en contacto con numerosos artesanos chilenos, incluyendo entre otros, a Mono González (fundador de Brigadas Ramona Parra), Cekis, Cool Style (Toño Negro), Sick, Agoto, Fisek, Inti, Fernando Marcos, Beto Pastene, Henry Chalfant, Alapinta, Aner y Tikay. Estas obras de arte no son exclusivas del género masculino dado que el film igualmente resalta los trabajos de talentosas mujeres plenamente embarcadas en este movimiento como son los casos de Juana Pérez, Bisy y Anis. Asimismo, el documental expone los trabajos de los artistas internacionales Finok, Anarkia Boladona, Jaz, Myre y Os Gemeos.
En esencia, este denominado estilo no exclusivo de Chile únicamente, hace del graffiti un importante instrumento de comunicación y visibilidad social con el público transeúnte. Además de la buena dirección, el documental esta magníficamente editado por Diego Briceño-Orduz y Abraham Lifshitz.
Jane Campion, The Cinema Woman (Francia)
La inteligente realizadora Julia Bertuccelli es la autora de este documental centrado en la excelente cineasta neozelandesa Jane Campion. Valiéndose en gran parte de un impresionante material de archivo, extractos de sus películas y clases magistrales, con la valiosa colaboración de la remarcable documentalista Véronique Nowak, se obtiene una visión clara, precisa y profunda de Campion.
El documental refleja claramente qué es lo que concurre durante el proceso creativo en la dirección de un film, tanto en lo que concierne a la inspiración para elaborar el guión, la elección de los actores que representen los personajes de la historia y naturalmente la adecuada puesta escénica. Todo ello fue experimentado por Campion a partir del momento en que con sus 25 años en 1979 comenzó sus estudios cinematográficos hasta concretar su primer cortometraje Peel en 1982 que en su categoría obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Posteriormente le sucederían otros cortos hasta que en 1989 debuta con el largometraje Sweetie, que obtuvo varios premios internacionales. Pero el verdadero espaldarazo que la convierte en una celebridad es con The Piano, siendo por primera vez que una mujer cineasta logra la codiciada Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1993.
Sin declararse feminista, Campion abordó complejas personalidades femeninas en An Angel at my Table (1990) acerca de la eminente escritora Janet Frame, Portrait of a Lady (1996) con Nicole Kidman en base a la novela de Henry James e igualmente reflejando el empoderamiento de la mujer en The Power of the Dog (2021), su último trabajo por el que recibió el Oscar a la mejor dirección. Eso no implica que en sus películas también haya considerado fuertes personajes masculinos.
Esta lección de cine de Campion, muy bien expuesta por Bertuccelli dejará ampliamente satisfechos a quienes valoran buenos documentales.
Keeping the Music Alive (Francia-Singapur)
En este documental, los cineastas Sarah El Younsi y Mandakini Gahlot consideran el vuelco sufrido por la vida musical de Afganistán que se encuentra prohibida desde el retorno del movimiento Talibán en agosto de 2021. En ese marco, el film enfoca la penosa situación de Zohra que ha sido la primera orquesta integrada exclusivamente por mujeres y simultáneamente reseña la fervorosa gestión realizada por el renombrado musicólogo afgano Dr. Ahmad Sarmast quien ha sido el fundador del Instituto Nacional de Música de Afganistán (INMA)
Este organismo cultural creado en Kabul en 2010 es la primera y única escuela de música donde talentosos jóvenes afganos, independientemente del género, circunstancias sociales y antecedentes étnicos, son educados en la tradicional música del país como así también en la música clásica de Occidente. Precisamente es en ese seno donde se constituyó en 2015 el grupo orquestal Zohra; este conjunto que representó a parte de la población femenina que había quedado marginada por la guerra, violencia y terror del país, vio cómo con la caída de Afganistán de 2021, los talibanes desestimaron por completo la música. Consecuentemente la escuela de música del INMA no tuvo otra opción que cerrar sus puertas; a todo ello muchos instrumentos de música fueron destruidos por los insurgentes.
Como consecuencia de lo que antecede, el documental relata los abnegados esfuerzos realizados por el Dr. Sarmast para que 273 músicos pudiesen ser evacuados del país. Habiendo sido recibidos por Portugal, en marzo de 2022 el musicólogo trajo la escuela de música a Lisboa en donde con los numerosos y exitosos conciertos realizados por Zohra, el conjunto de hecho constituye de hecho la voz de Afganistán en el exilio.
Entre otras de las exiliadas del país se halla Nazira Wali, la chelista de Zohra, ahora ubicada en Memphis que con una beca obtenida sigue sus estudios de música bajo la supervisión de su profesora Kimberly Patterson. Quienes han tenido la oportunidad de poder proseguir la actividad musical en el exilio, no dejan de añorar sensiblemente a sus familias y el enorme deseo de que llegue el día en que puedan retornar a la tierra natal.
Las directoras Younsi y Gahlot han logrado entrevistar a músicos vinculados directa o indirectamente con la orquesta. Entre algunos de los mismos se encuentra Nicos Daswani, director artístico del Foro Económico Mundial de Davos quien logró que en 2018 la orquesta llegara a esa ciudad suiza para ofrecer un concierto que fue aclamado por el público asistente; por su parte, Fahim Parwani, músico y cantante que reside en Kabul, lamenta que ya no pueda ejercer su profesión, en tanto que la joven afgana Zarifa Adiba, violista y directora de orquesta, en diciembre de 2021 publica en París su libro Le Indomptable en donde vuelca los obstáculos que debió superar para obtener su libertad en un país donde impera el caos y el terror.
Al final de este logrado documental se ilustra la emotiva escena de la ceremonia en la que el musicólogo Sarmast recibe en 2018 en Estocolmo el premio Música Polar; este galardón internacional de música es ofrecido anualmente por la Academia Sueca de Música a individuos o instituciones en reconocimiento de sus logros.
En esencia, este trascendente documental constituye un conmovedor tributo al poder ennoblecedor de la música y a los esfuerzos realizados para mantenerla con vida, tal como lo anuncia su título.
LACORDONNIÈRE. Canadá, 2023. Un film de François Bouvier. 104 minutos
Con el buen antecedente de su penúltima película La Bolduc (2017), el realizador François Bouvier retorna con un relato melodramático enfocado en la personalidad de Victoire Du Sault, una mujer de Quebec que cobró notoriedad por haber fundado en 1891 junto con su marido y otro asociado la fábrica Dufresne & Locke dedicada a la manufactura de calzado.
Valiéndose del guión preparado por Silvain Guy, quien se basó en una serie de novelas de Pauline Gill sobre esta mujer, el film en vez de concentrarse fundamentalmente en su profesión de zapatera, se enfoca más en su vida sentimental que puede o no ajustarse a la estricta realidad.
Todo comienza en Montreal cuando a principios del siglo pasado la anciana Victoire (Élise Guilbault) que se encuentra enferma gravemente de cáncer, sabiendo que le resta poco tiempo de vida solicita a Oscar (Fréderic Millaire-Zouvi), el mayor de sus hijos, que la traslade a su lugar natal de Pointe-du-Lac donde transcurrió su infancia y juventud.
Rose-Marie Perreault
Es así que a través de flashbacks, se ve a Victoire (Rose-Marie Perreault) de 17 años que ha resuelto abandonar sus estudios en un convento para dedicarse de lleno a su vocación de zapatera. No obstante que para la época su vocación no encuadra precisamente con una actividad más bien apropiada para el hombre, esta joven empeñada contra viento y marea llegará al poco tiempo en ser una de las primeras pioneras en la concepción de calzado.
Prontamente el relato ilustra la atracción que esta muchacha siente hacia Georges-Noël Dufresne (Pierre-Yves Cardinal), un vecino de la zona considerablemente mayor que ella y que es casado. Ella lo incita a iniciar un amor prohibido que obviamente debe mantenerse en la mayor discreción; es así que para salvar las apariencias y evitar el posible deshonor, Victoire contrae enlace con Thomas (Nicolas Fontaine), el joven hijo de Georges-Noël.
Si acaso lo que antecede suena inverosímil, más lo es cuando Victoire, ya casada y madre de familia, a escondidas prosigue manteniendo una irrefrenable pasión con Georges-Noël. A pesar de que Thomas está al corriente de la doble vida de su mujer, a él poco le importa por el amor que siente por ella.
Tal como está presentado resulta difícil admitir que la anciana cuente a su hijo Oscar antes de morir, la doble vida acarreada y que para peor le revele un secreto de familia que sin duda daña su reputación. Aunque de correcta realización y con un irreprochable elenco, resulta problemático involucrarse en una historia pasional decididamente improbable y que por tal motivo no genera la emoción que cabría aguardar. En suma, La Cordonnière es un drama de discutible interés. Jorge Gutman
Dentro de la serie de Classic Films de Cineplex en pocos días más se podrá ver en la gran pantalla de los cines la reposición de Roman Holiday, un verdadero clásico de la cinematografía.
Gregory Peck y Audrey Hepburn
Esta inolvidable comedia romántica de 1953 del celebrado realizador americano William Wyler consagró a Audrey Hepburn, siendo la primera actriz en ganar simultáneamente el Oscar, el Golden Globe y el premio Bafta. Otro factor importante que ha valorizado a esta película ha sido su remarcable guión del gran escritor Dalton Trumbo cuyo nombre no apareció en los créditos del film debido a la caza de brujas del infame macartismo.
Sin entrar a mayores detalles, el argumento se puede sintetizar en las andanzas de una joven princesa de un país no identificado que visitando Roma desea zafarse de las reglas impuestas por la monarquía. Al lograr escapar de su entorno y sumergirse en las calles de la ciudad eterna se topará con un periodista americano, interpretado por Gregory Peck; él trata de lograr una nota exclusiva de su alteza y ocultando su verdadera identidad se identifica como un hombre de negocios. Pronto ambos llegarán a enamorarse hasta el momento en que el romance conduce a un agridulce y emotivo desenlace.
Audrey Hepburn y Gregory Peck
Realizada con fineza, esta comedia trasciende por por su magnífica realización, la remarcable actuación de sus dos protagonistas que logran una asombrosa química de sus personajes; asimismo tiene especial participación Eddie Albert, como el fotógrafo del periodista y en papeles secundarios eficazmente se desempeñan Margaret Rawlings, Hartley Power y Harcourt Williams en papeles secundarios.
A 70 años de su estreno, esta agraciada comedia mantiene su vital frescura y es por eso que resulta muy oportuna su reposición en varias salas de Cineplex a partir del 24 de marzo de 2023.
ABRAHAMLINCOLNVAAU THÉȂTRE Autor: Larry Tremblay – Dirección: Catherine Vidal – Elenco: Luc Bourgeois, Didier Lucien, Bruno Marcil y Mani Soleymanlou – Escenografía: Geneviève Lizotte — Accesorios: Carol-Anne Bourgon Sicard — Vestuario: Julie Charland – Iluminación: Étienne Boucher – Maquillaje: Justiné Denoncourt-Bélanger — Video: Thomas Payette/Mirari Studio — Música Original: Francis Rossignol — Asistencia de Dirección: Alexandra Sutto — Duración: 1 hora y 50 minutos (sin entreacto). Representaciones: Hasta el 8 de abril de 2023 en el Théâtre du Nouveau Monde (www.tnm.qc.ca)
Luc Bourgeois y Mani Soleymanlou (Foto: Yves Renaud)
Tratando de descifrar las razones por las que alguien quiere matar a otro es uno de los aspectos que el autor Larry Tremblay aborda en esta obra. El asesino es el actor John Wilkes Booth y la víctima es Abraham Lincoln. En la velada del 14 de abril de 1865 el décimo sexto presidente de Estados Unidos mientras asistía a la representación teatral de la comedia Our American Cousin en el Teatro Ford de Washington D.C., fue eliminado por el actor John Wilkes Booth al haber logrado inroducirse en el palco presidencial.
Ese fatal episodio inspiró a Tremblay a crear esta obra en la que presenta a Mark Killman (Bruno Marcil), un director teatral que contrata a los actores Christian Larochelle (Luc Bourgeois) y Léonard Brisebois (Mani Soleymanlou) para que asumiendo los roles de Laurel y Hardy, los reputados cómicos del cine mudo y sonoro, reproduzcan en el escenario la muerte de Lincoln; a todo ello Killman se atribuye el rol del presidente..
Mani Soleymanlou, Didier Lucien y Luc Bourgeois (Foto: Yves Renaud)
A partir de allí y como si se tratara de una suerte de muñeca rusa donde en su interior se alojan otras semejantes, a través del dúo cómico van surgiendo diferentes espejos en torno del mismo tema, en donde la estatua de cera de Lincoln (Bruno Marcil) adquiere vida propia. La situación se complica cuando al promediar los ensayos muere Killman y es entonces que los actores recurren al director Sébastien Johnson (Didier Lucien) para que asuma la puesta escénica.
Mediante un desarrollo alocado y vertiginoso, en donde se hace alusión a Al Pacino y a la ópera Madame Butterfly, el contenido de esta pieza puede generar controversias al reflejar un drama de manera cómica; pero lo que subyace en Tremblay es su propósito de reflejar cómo la guerra de Secesión que dividió fuertemente al pueblo americano y generó el asesinato de Lincoln, cobra hoy día palpitante actualidad; así frente a la gran polarización política que vive Estados Unidos, lo dramático estriba en la dificultad de determinar dónde reside la verdad frente a la difusión de falsas noticias.
La directora Catherine Vidal se ha impregnado por completo del espíritu que anima a su autor en la compleja deconstrucción realizada, imprimiendo una excelente puesta escénica. A ello cabe agregar el cabal desempeño de sus intérpretes donde Soleymanlou y Bourgeois maravillosamente transmiten a los dos comediantes que no dejan de expresar sus diferencias y celos profesionales; a su vez resulta admirable contemplar a Lucien como el irritable y tiránico director teatral Johnson, así como es irreprochable la composición que Marcil efectúa de Killman y Lincoln.
En los aspectos técnicos se distingue la minimalista escenografía con fondo de espejo de Geneviève Lizotte y el excelente diseño de video de Thomas Payette.
En esencia se asiste a un espectáculo creativo y a la vez exigente que requiere que el espectador se deje llevar por la compleja propuesta ofrecida por Tremblay.