Dos Maes­tros de Música

MAESTRO(S). Fran­cia-Bél­gi­ca, 2022. Un film de Bruno Chi­che. 87 minutos

Sin otro pro­pó­si­to que el de ofre­cer una his­to­ria huma­na basa­da en la par­ti­cu­lar rela­ción paterno-filial de dos músi­cos, Maestro(s) logra su objetivo.

Pie­rre Ardi­ti e Yvan Attal

Con la músi­ca clá­si­ca como esce­na­rio de fon­do la sen­ci­lla his­to­ria guio­ni­za­da por el rea­li­za­dor Bruno Chi­che con la cola­bo­ra­ción de Yaël Lang­mann comien­za con un pre­mio que reci­be Denis Dumar (Yvan Attal), un direc­tor de orques­ta de apro­xi­ma­da­men­te 40 años que cier­ta­men­te ha esta­do desa­rro­llan­do una exi­to­sa carre­ra pro­fe­sio­nal. Él es el hijo de Fra­nçois Dumar (Pie­rre Ardi­ti) quien ya de madu­ra edad está pró­xi­mo a con­cluir su acti­vi­dad de remar­ca­ble direc­tor musi­cal y su aspi­ra­ción es la de poder lle­gar a ser el direc­tor artís­ti­co de una gran ins­ti­tu­ción musi­cal. La rela­ción entre ambos maes­tros es cor­dial aun­que des­de un prin­ci­pio se deno­ta que ese víncu­lo no se carac­te­ri­za por su cali­dez sino más bien por un mutuo respeto.

La ale­gría de Fra­nçois es enor­me cuan­do des­de La Sca­la le comu­ni­can tele­fó­ni­ca­men­te que ha sido ele­gi­do direc­tor musi­cal del mun­dial­men­te céle­bre tea­tro de ópe­ra de Milán y que debe con­fir­mar su acep­ta­ción para comen­zar en pocos meses más la pró­xi­ma tem­po­ra­da. El nudo con­flic­ti­vo del rela­to se pro­du­ce cuan­do Denis reci­be un simi­lar ofre­ci­mien­to ya que la secre­ta­ria que se comu­ni­có con el vete­rano músi­co cre­yó que lo había hecho con su hijo, al por­tar ambos el mis­mo apellido.

Para Denis, no obs­tan­te el reco­no­ci­mien­to del que es obje­to, resul­ta muy peno­so tra­tar de trans­mi­tir a su padre esa noti­cia sobre todo cuan­do con gran eufo­ria tie­ne todo dis­pues­to para par­tir con su espo­sa (Miou-Miou) a Milán. Es allí don­de fren­te a esta cir­cuns­tan­cia ines­pe­ra­da se pone a prue­ba la riva­li­dad exis­ten­te entre ambos y el momen­to más dra­má­ti­co y ten­so del film es cuan­do cara a cara man­tie­nen una pro­fun­da con­ver­sa­ción que deno­ta la razón del por­qué François,dedicado por com­ple­to a su carre­ra, dejó a un lado la aten­ción nece­sa­ria que todo padre debe a un hijo.

La pelí­cu­la ade­más del tema cen­tral enfo­ca las con­di­cio­nes que debe reu­nir un buen direc­tor para que la músi­ca pue­da trans­mi­tir toda la emo­ción debi­da y el poder líri­co que ema­na de las com­po­si­cio­nes de los gran­des auto­res; asi­mis­mo con­si­de­ra lo que acon­te­ce detrás de la esce­na duran­te los ensa­yos y antes de cada concierto.

El resul­ta­do es un bello dra­ma con­mo­ve­dor agra­cia­do por la bue­na rea­li­za­ción, la efi­caz escri­tu­ra del guión y por la exce­len­te inter­pre­ta­ción ofre­ci­da tan­to por el vete­rano gran actor Ardi­ti como asi­mis­mo por Yvan Attal quie­nes con roles per­fec­ta­men­te deli­nea­dos logran con com­ple­ta auten­ti­ci­dad expre­sar la inti­mi­dad que vin­cu­la a sus res­pec­ti­vos per­so­na­jes. El res­to del repar­to es igual­men­te efi­caz con la par­ti­ci­pa­ción en roles de apo­yo de Miou-Miou, Pas­ca­le Arbi­llot, Caro­li­ne Angla­de y de Nils Othe­nin-Girard como Mathieu, el hijo de Denis.

A los valo­res men­cio­na­dos, para los meló­ma­nos se agre­ga el pla­cer adi­cio­nal de escu­char extrac­tos musi­ca­les de Brahms, Beetho­ven y en espe­cial la eje­cu­ción com­ple­ta de la ober­tu­ra de la ópe­ra Las Bodas de Fíga­ro de Mozart. Jor­ge Gutman

Fifa (2)

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

He aquí otros 3 fil­mes vis­tos en FIFA (Fes­ti­val Inter­na­tio­nal du film sur l’art) que tie­ne lugar en Mon­treal has­ta el 26 de marzo..

Chi­le Esty­le (Cana­dá)

Escri­to y diri­gi­do por el docu­men­ta­lis­ta chi­leno Pablo Ava­re­na este film tes­ti­mo­nia con ampli­tud de deta­lles el impor­tan­te rol que ejer­ce en su país natal el arte de expre­sión calle­je­ro que se apre­cia a tra­vés del graffiti.

Esta mani­fes­ta­ción crea­ti­va ha per­mi­ti­do que sus artis­tas trans­mi­tan en los mura­les aspec­tos de la vida cul­tu­ral y polí­ti­ca que ellos expe­ri­men­tan. Es así que la pelí­cu­la ilus­tra acon­te­ci­mien­tos dra­má­ti­cos expe­ri­men­ta­dos en Chi­le duran­te la nefas­ta dic­ta­du­ra de Pino­chet y en tal sen­ti­do se pue­de apre­ciar las mag­ní­fi­cas obras pin­ta­das a lo lar­go del país inclu­yen­do las ciu­da­des de San­tia­go de Chi­le, Val­pa­raí­so, Chi­llan, Temu­co, Villa­ri­ca, Anto­fa­gas­ta, Iqui­que y Ari­ca. Asi­mis­mo, el docu­men­tal inclu­ye los graf­fi­tis rea­li­za­dos en Mon­treal, Paris y New York.

Median­te intere­san­tes entre­vis­tas, el públi­co entra en con­tac­to con nume­ro­sos arte­sa­nos chi­le­nos, inclu­yen­do entre otros, a Mono Gon­zá­lez (fun­da­dor de Bri­ga­das Ramo­na Parra), Cekis, Cool Sty­le (Toño Negro), Sick, Ago­to, Fisek, Inti, Fer­nan­do Mar­cos, Beto Pas­te­ne, Henry Chal­fant, Ala­pin­ta, Aner y Tikay. Estas obras de arte no son exclu­si­vas del géne­ro mas­cu­lino dado que el film igual­men­te resal­ta los tra­ba­jos de talen­to­sas muje­res ple­na­men­te embar­ca­das en este movi­mien­to como son los casos de Jua­na Pérez, Bisy y Anis. Asi­mis­mo, el docu­men­tal expo­ne los tra­ba­jos de los artis­tas inter­na­cio­na­les Finok, Anar­kia Bola­do­na, Jaz, Myre y Os Gemeos.

En esen­cia, este deno­mi­na­do esti­lo no exclu­si­vo de Chi­le úni­ca­men­te, hace del graf­fi­ti un impor­tan­te ins­tru­men­to de comu­ni­ca­ción y visi­bi­li­dad social con el públi­co tran­seún­te. Ade­más de la bue­na direc­ción, el docu­men­tal esta mag­ní­fi­ca­men­te edi­ta­do por Die­go Bri­ce­ño-Orduz y Abraham Lifshitz.

Jane Cam­pion, The Cine­ma Woman (Fran­cia)

La inte­li­gen­te rea­li­za­do­ra Julia Ber­tuc­ce­lli es la auto­ra de este docu­men­tal cen­tra­do en la exce­len­te cineas­ta neo­ze­lan­de­sa Jane Cam­pion. Valién­do­se en gran par­te de un impre­sio­nan­te mate­rial de archi­vo, extrac­tos de sus pelí­cu­las y cla­ses magis­tra­les, con la valio­sa cola­bo­ra­ción de la remar­ca­ble docu­men­ta­lis­ta Véro­ni­que Nowak, se obtie­ne una visión cla­ra, pre­ci­sa y pro­fun­da de Campion.

El docu­men­tal refle­ja cla­ra­men­te qué es lo que con­cu­rre duran­te el pro­ce­so crea­ti­vo en la direc­ción de un film, tan­to en lo que con­cier­ne a la ins­pi­ra­ción para ela­bo­rar el guión, la elec­ción de los acto­res que repre­sen­ten los per­so­na­jes de la his­to­ria y natu­ral­men­te la ade­cua­da pues­ta escé­ni­ca. Todo ello fue expe­ri­men­ta­do por Cam­pion a par­tir del momen­to en que con sus 25 años en 1979 comen­zó sus estu­dios cine­ma­to­grá­fi­cos has­ta con­cre­tar su pri­mer cor­to­me­tra­je Peel en 1982 que en su cate­go­ría obtu­vo la Pal­ma de Oro en el Fes­ti­val de Can­nes. Pos­te­rior­men­te le suce­de­rían otros cor­tos has­ta que en 1989 debu­ta con el lar­go­me­tra­je Swee­tie, que obtu­vo varios pre­mios inter­na­cio­na­les. Pero el ver­da­de­ro espal­da­ra­zo que la con­vier­te en una cele­bri­dad es con The Piano, sien­do por pri­me­ra vez que una mujer cineas­ta logra la codi­cia­da Pal­ma de Oro en el Fes­ti­val de Can­nes de 1993.

Sin decla­rar­se femi­nis­ta, Cam­pion abor­dó com­ple­jas per­so­na­li­da­des feme­ni­nas en An Angel at my Table (1990) acer­ca de la emi­nen­te escri­to­ra Janet Fra­me, Por­trait of a Lady (1996) con Nico­le Kid­man en base a la nove­la de Henry James e igual­men­te refle­jan­do el empo­de­ra­mien­to de la mujer en The Power of the Dog (2021), su últi­mo tra­ba­jo por el que reci­bió el Oscar a la mejor direc­ción. Eso no impli­ca que en sus pelí­cu­las tam­bién haya con­si­de­ra­do fuer­tes per­so­na­jes masculinos.

Esta lec­ción de cine de Cam­pion, muy bien expues­ta por Ber­tuc­ce­lli deja­rá amplia­men­te satis­fe­chos a quie­nes valo­ran bue­nos documentales.

Kee­ping the Music Ali­ve (Fran­cia-Sin­ga­pur)

En este docu­men­tal, los cineas­tas Sarah El Youn­si y Man­da­ki­ni Gah­lot con­si­de­ran el vuel­co sufri­do por la vida musi­cal de Afga­nis­tán que se encuen­tra prohi­bi­da des­de el retorno del movi­mien­to Tali­bán en agos­to de 2021. En ese mar­co, el film enfo­ca la peno­sa situa­ción de Zoh­ra que ha sido la pri­me­ra orques­ta inte­gra­da exclu­si­va­men­te por muje­res y simul­tá­nea­men­te rese­ña la fer­vo­ro­sa ges­tión rea­li­za­da por el renom­bra­do musi­có­lo­go afgano Dr. Ahmad Sar­mast quien ha sido el fun­da­dor del Ins­ti­tu­to Nacio­nal de Músi­ca de Afga­nis­tán (INMA)

Este orga­nis­mo cul­tu­ral crea­do en Kabul en 2010 es la pri­me­ra y úni­ca escue­la de músi­ca don­de talen­to­sos jóve­nes afga­nos, inde­pen­dien­te­men­te del géne­ro, cir­cuns­tan­cias socia­les y ante­ce­den­tes étni­cos, son edu­ca­dos en la tra­di­cio­nal músi­ca del país como así tam­bién en la músi­ca clá­si­ca de Occi­den­te. Pre­ci­sa­men­te es en ese seno don­de se cons­ti­tu­yó en 2015 el gru­po orques­tal Zoh­ra; este con­jun­to que repre­sen­tó a par­te de la pobla­ción feme­ni­na que había que­da­do mar­gi­na­da por la gue­rra, vio­len­cia y terror del país, vio cómo con la caí­da de Afga­nis­tán de 2021, los tali­ba­nes des­es­ti­ma­ron por com­ple­to la músi­ca. Con­se­cuen­te­men­te la escue­la de músi­ca del INMA no tuvo otra opción que cerrar sus puer­tas; a todo ello muchos ins­tru­men­tos de músi­ca fue­ron des­trui­dos por los insurgentes.

Como con­se­cuen­cia de lo que ante­ce­de, el docu­men­tal rela­ta los abne­ga­dos esfuer­zos rea­li­za­dos por el Dr. Sar­mast para que 273 músi­cos pudie­sen ser eva­cua­dos del país. Habien­do sido reci­bi­dos por Por­tu­gal, en mar­zo de 2022 el musi­có­lo­go tra­jo la escue­la de músi­ca a Lis­boa en don­de con los nume­ro­sos y exi­to­sos con­cier­tos rea­li­za­dos por Zoh­ra, el con­jun­to de hecho cons­ti­tu­ye de hecho la voz de Afga­nis­tán en el exilio.

Entre otras de las exi­lia­das del país se halla Nazi­ra Wali, la che­lis­ta de Zoh­ra, aho­ra ubi­ca­da en Memphis que con una beca obte­ni­da sigue sus estu­dios de músi­ca bajo la super­vi­sión de su pro­fe­so­ra Kim­berly Pat­ter­son. Quie­nes han teni­do la opor­tu­ni­dad de poder pro­se­guir la acti­vi­dad musi­cal en el exi­lio, no dejan de año­rar sen­si­ble­men­te a sus fami­lias y el enor­me deseo de que lle­gue el día en que pue­dan retor­nar a la tie­rra natal.

Las direc­to­ras Youn­si y Gah­lot han logra­do entre­vis­tar a músi­cos vin­cu­la­dos direc­ta o indi­rec­ta­men­te con la orques­ta. Entre algu­nos de los mis­mos se encuen­tra Nicos Das­wa­ni, direc­tor artís­ti­co del Foro Eco­nó­mi­co Mun­dial de Davos quien logró que en 2018 la orques­ta lle­ga­ra a esa ciu­dad sui­za para ofre­cer un con­cier­to que fue acla­ma­do por el públi­co asis­ten­te; por su par­te, Fahim Par­wa­ni, músi­co y can­tan­te que resi­de en Kabul, lamen­ta que ya no pue­da ejer­cer su pro­fe­sión, en tan­to que la joven afga­na Zari­fa Adi­ba, vio­lis­ta y direc­to­ra de orques­ta, en diciem­bre de 2021 publi­ca en París su libro Le Indom­pta­ble en don­de vuel­ca los obs­tácu­los que debió supe­rar para obte­ner su liber­tad en un país don­de impe­ra el caos y el terror.

Al final de este logra­do docu­men­tal se ilus­tra la emo­ti­va esce­na de la cere­mo­nia en la que el musi­có­lo­go Sar­mast reci­be en 2018 en Esto­col­mo el pre­mio Músi­ca Polar; este galar­dón inter­na­cio­nal de músi­ca es ofre­ci­do anual­men­te por la Aca­de­mia Sue­ca de Músi­ca a indi­vi­duos o ins­ti­tu­cio­nes en reco­no­ci­mien­to de sus logros.

En esen­cia, este tras­cen­den­te docu­men­tal cons­ti­tu­ye un con­mo­ve­dor tri­bu­to al poder enno­ble­ce­dor de la músi­ca y a los esfuer­zos rea­li­za­dos para man­te­ner­la con vida, tal como lo anun­cia su título.

Una Adúl­te­ra Zapatera

LA COR­DON­NIÈ­RE. Cana­dá, 2023. Un film de Fra­nçois Bou­vier. 104 minutos

Con el buen ante­ce­den­te de su penúl­ti­ma pelí­cu­la La Bol­duc (2017), el rea­li­za­dor Fra­nçois Bou­vier retor­na con un rela­to melo­dra­má­ti­co enfo­ca­do en la per­so­na­li­dad de Vic­toi­re Du Sault, una mujer de Que­bec que cobró noto­rie­dad por haber fun­da­do en 1891 jun­to con su mari­do y otro aso­cia­do la fábri­ca Dufres­ne & Loc­ke dedi­ca­da a la manu­fac­tu­ra de calzado.

Valién­do­se del guión pre­pa­ra­do por Sil­vain Guy, quien se basó en una serie de nove­las de Pau­li­ne Gill sobre esta mujer, el film en vez de con­cen­trar­se fun­da­men­tal­men­te en su pro­fe­sión de zapa­te­ra, se enfo­ca más en su vida sen­ti­men­tal que pue­de o no ajus­tar­se a la estric­ta realidad.

Todo comien­za en Mon­treal cuan­do a prin­ci­pios del siglo pasa­do la ancia­na Vic­toi­re (Éli­se Guil­bault) que se encuen­tra enfer­ma gra­ve­men­te de cán­cer, sabien­do que le res­ta poco tiem­po de vida soli­ci­ta a Oscar (Fré­de­ric Millai­re-Zou­vi), el mayor de sus hijos, que la tras­la­de a su lugar natal de Poin­te-du-Lac don­de trans­cu­rrió su infan­cia y juventud.

Rose-Marie Perreault

Es así que a tra­vés de flash­backs, se ve a Vic­toi­re (Rose-Marie Perreault) de 17 años que ha resuel­to aban­do­nar sus estu­dios en un con­ven­to para dedi­car­se de lleno a su voca­ción de zapa­te­ra. No obs­tan­te que para la épo­ca su voca­ción no encua­dra pre­ci­sa­men­te con una acti­vi­dad más bien apro­pia­da para el hom­bre, esta joven empe­ña­da con­tra vien­to y marea lle­ga­rá al poco tiem­po en ser una de las pri­me­ras pio­ne­ras en la con­cep­ción de calzado.

Pron­ta­men­te el rela­to ilus­tra la atrac­ción que esta mucha­cha sien­te hacia Geor­ges-Noël Dufres­ne (Pie­rre-Yves Car­di­nal), un vecino de la zona con­si­de­ra­ble­men­te mayor que ella y que es casa­do. Ella lo inci­ta a ini­ciar un amor prohi­bi­do que obvia­men­te debe man­te­ner­se en la mayor dis­cre­ción; es así que para sal­var las apa­rien­cias y evi­tar el posi­ble des­ho­nor, Vic­toi­re con­trae enla­ce con Tho­mas (Nico­las Fon­tai­ne), el joven hijo de Georges-Noël.

Si aca­so lo que ante­ce­de sue­na inve­ro­sí­mil, más lo es cuan­do Vic­toi­re, ya casa­da y madre de fami­lia, a escon­di­das pro­si­gue man­te­nien­do una irre­fre­na­ble pasión con Geor­ges-Noël. A pesar de que Tho­mas está al corrien­te de la doble vida de su mujer, a él poco le impor­ta por el amor que sien­te por ella.

Tal como está pre­sen­ta­do resul­ta difí­cil admi­tir que la ancia­na cuen­te a su hijo Oscar antes de morir, la doble vida aca­rrea­da y que para peor le reve­le un secre­to de fami­lia que sin duda daña su repu­tación. Aun­que de correc­ta rea­li­za­ción y con un irre­pro­cha­ble elen­co, resul­ta pro­ble­má­ti­co invo­lu­crar­se en una his­to­ria pasio­nal deci­di­da­men­te impro­ba­ble y que por tal moti­vo no gene­ra la emo­ción que cabría aguar­dar. En suma, La Cor­don­niè­re es un dra­ma de dis­cu­ti­ble inte­rés. Jor­ge Gutman

A 70 Años de su Estreno

ROMAN HOLI­DAY

Den­tro de la serie de Clas­sic Films de Cine­plex en pocos días más se podrá ver en la gran pan­ta­lla de los cines la repo­si­ción de Roman Holi­day, un ver­da­de­ro clá­si­co de la cinematografía.

Gre­gory Peck y Audrey Hepburn

Esta inol­vi­da­ble come­dia román­ti­ca de 1953 del cele­bra­do rea­li­za­dor ame­ri­cano William Wyler con­sa­gró a Audrey Hep­burn, sien­do la pri­me­ra actriz en ganar simul­tá­nea­men­te el Oscar, el Gol­den Glo­be y el pre­mio Baf­ta. Otro fac­tor impor­tan­te que ha valo­ri­za­do a esta pelí­cu­la ha sido su remar­ca­ble guión del gran escri­tor Dal­ton Trum­bo cuyo nom­bre no apa­re­ció en los cré­di­tos del film debi­do a la caza de bru­jas del infa­me macartismo.

Sin entrar a mayo­res deta­lles, el argu­men­to se pue­de sin­te­ti­zar en las andan­zas de una joven prin­ce­sa de un país no iden­ti­fi­ca­do que visi­tan­do Roma desea zafar­se de las reglas impues­tas por la monar­quía. Al lograr esca­par de su entorno y sumer­gir­se en las calles de la ciu­dad eter­na se topa­rá con un perio­dis­ta ame­ri­cano, inter­pre­ta­do por Gre­gory Peck; él tra­ta de lograr una nota exclu­si­va de su alte­za y ocul­tan­do su ver­da­de­ra iden­ti­dad se iden­ti­fi­ca como un hom­bre de nego­cios. Pron­to ambos lle­ga­rán a ena­mo­rar­se has­ta el momen­to en que el roman­ce con­du­ce a un agri­dul­ce y emo­ti­vo desenlace.

Audrey Hep­burn y Gre­gory Peck

Rea­li­za­da con fine­za, esta come­dia tras­cien­de por por su mag­ní­fi­ca rea­li­za­ción, la remar­ca­ble actua­ción de sus dos pro­ta­go­nis­tas que logran una asom­bro­sa quí­mi­ca de sus per­so­na­jes; asi­mis­mo tie­ne espe­cial par­ti­ci­pa­ción Eddie Albert, como el fotó­gra­fo del perio­dis­ta y en pape­les secun­da­rios efi­caz­men­te se desem­pe­ñan Mar­ga­ret Raw­lings, Hartley Power y Har­court Williams en pape­les secundarios.

A 70 años de su estreno, esta agra­cia­da come­dia man­tie­ne su vital fres­cu­ra y es por eso que resul­ta muy opor­tu­na su repo­si­ción en varias salas de Cine­plex a par­tir del 24 de mar­zo de 2023.

La Muer­te de un Presidente

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

ABRAHAM LIN­COLN VA AU THÉȂ­TRE Autor: Larry Trem­blay – Direc­ción: Cathe­ri­ne Vidal – Elen­co: Luc Bour­geo­is, Didier Lucien, Bruno Mar­cil y Mani Soley­man­lou – Esce­no­gra­fía: Gene­viè­ve Lizot­te — Acce­so­rios: Carol-Anne Bour­gon Sicard — Ves­tua­rio: Julie Char­land – Ilu­mi­na­ción: Étien­ne Bou­cher – Maqui­lla­je: Jus­ti­né Denon­co­urt-Bélan­ger — Video: Tho­mas Payette/Mirari Stu­dio — Músi­ca Ori­gi­nal: Fran­cis Ros­sig­nol — Asis­ten­cia de Direc­ción: Ale­xan­dra Sut­to — Dura­ción: 1 hora y 50 minu­tos (sin entre­ac­to). Repre­sen­ta­cio­nes: Has­ta el 8 de abril de 2023 en el Théâ­tre du Nou­veau Mon­de (www.tnm.qc.ca)

Luc Bour­geo­is y Mani Soley­man­lou (Foto: Yves Renaud)

Tra­tan­do de des­ci­frar las razo­nes por las que alguien quie­re matar a otro es uno de los aspec­tos que el autor Larry Trem­blay abor­da en esta obra. El ase­sino es el actor John Wil­kes Booth y la víc­ti­ma es Abraham Lin­coln. En la vela­da del 14 de abril de 1865 el déci­mo sex­to pre­si­den­te de Esta­dos Uni­dos mien­tras asis­tía a la repre­sen­ta­ción tea­tral de la come­dia Our Ame­ri­can Cousin en el Tea­tro Ford de Washing­ton D.C., fue eli­mi­na­do por el actor John Wil­kes Booth al haber logra­do inro­du­cir­se en el pal­co presidencial.

Ese fatal epi­so­dio ins­pi­ró a Trem­blay a crear esta obra en la que pre­sen­ta a Mark Kill­man (Bruno Mar­cil), un direc­tor tea­tral que con­tra­ta a los acto­res Chris­tian Laro­che­lle (Luc Bour­geo­is) y Léo­nard Bri­se­bois (Mani Soley­man­lou) para que asu­mien­do los roles de Lau­rel y Hardy, los repu­tados cómi­cos del cine mudo y sono­ro, repro­duz­can en el esce­na­rio la muer­te de Lin­coln; a todo ello Kill­man se atri­bu­ye el rol del presidente..

Mani Soley­man­lou, Didier Lucien y Luc Bour­geo­is (Foto: Yves Renaud)

A par­tir de allí y como si se tra­ta­ra de una suer­te de muñe­ca rusa don­de en su inte­rior se alo­jan otras seme­jan­tes, a tra­vés del dúo cómi­co van sur­gien­do dife­ren­tes espe­jos en torno del mis­mo tema, en don­de la esta­tua de cera de Lin­coln (Bruno Mar­cil) adquie­re vida pro­pia. La situa­ción se com­pli­ca cuan­do al pro­me­diar los ensa­yos mue­re Kill­man y es enton­ces que los acto­res recu­rren al direc­tor Sébas­tien John­son (Didier Lucien) para que asu­ma la pues­ta escénica.

Median­te un desa­rro­llo alo­ca­do y ver­ti­gi­no­so, en don­de se hace alu­sión a Al Pacino y a la ópe­ra Mada­me But­terfly, el con­te­ni­do de esta pie­za pue­de gene­rar con­tro­ver­sias al refle­jar un dra­ma de mane­ra cómi­ca; pero lo que sub­ya­ce en Trem­blay es su pro­pó­si­to de refle­jar cómo la gue­rra de Sece­sión que divi­dió fuer­te­men­te al pue­blo ame­ri­cano y gene­ró el ase­si­na­to de Lin­coln, cobra hoy día pal­pi­tan­te actua­li­dad; así fren­te a la gran pola­ri­za­ción polí­ti­ca que vive Esta­dos Uni­dos, lo dra­má­ti­co estri­ba en la difi­cul­tad de deter­mi­nar dón­de resi­de la ver­dad fren­te a la difu­sión de fal­sas noticias.

La direc­to­ra Cathe­ri­ne Vidal se ha impreg­na­do por com­ple­to del espí­ri­tu que ani­ma a su autor en la com­ple­ja decons­truc­ción rea­li­za­da, impri­mien­do una exce­len­te pues­ta escé­ni­ca. A ello cabe agre­gar el cabal desem­pe­ño de sus intér­pre­tes don­de Soley­man­lou y Bour­geo­is mara­vi­llo­sa­men­te trans­mi­ten a los dos come­dian­tes que no dejan de expre­sar sus dife­ren­cias y celos pro­fe­sio­na­les; a su vez resul­ta admi­ra­ble con­tem­plar a Lucien como el irri­ta­ble y tirá­ni­co direc­tor tea­tral John­son, así como es irre­pro­cha­ble la com­po­si­ción que Mar­cil efec­túa de Kill­man y Lincoln.

En los aspec­tos téc­ni­cos se dis­tin­gue la mini­ma­lis­ta esce­no­gra­fía con fon­do de espe­jo de Gene­viè­ve Lizot­te y el exce­len­te dise­ño de video de Tho­mas Payette.

En esen­cia se asis­te a un espec­tácu­lo crea­ti­vo y a la vez exi­gen­te que requie­re que el espec­ta­dor se deje lle­var por la com­ple­ja pro­pues­ta ofre­ci­da por Tremblay.