Dos Cul­tu­ras Que Se Entrecruzan

WHAT’S LOVE GOT TO DO WITH IT?  Gran Bre­ta­ña, 2022. Un film de Shekhar Kapur. 108 minutos

Den­tro del mar­co de una his­to­ria román­ti­ca el rea­li­za­dor pakis­ta­ní Shekhar Kapur pro­po­ne una visión de dos cul­tu­ras dife­ren­tes en don­de una fami­lia de Pakis­tán que resi­de en Ingla­te­rra se encuen­tra ape­ga­da a las moda­li­da­des y tra­di­cio­nes del país natal.

Sha­zad Latif y Lily James en

La his­to­ria se desa­rro­lla en Lon­dres don­de la joven docu­men­ta­lis­ta ingle­sa Zoe (Lily James) vive en una casa veci­na a la del oncó­lo­go Kazim (Sha­zad Latif) que habi­ta con sus padres (Asim Chaudhry, Sha­ba­na Azmi) y abue­la (Paki­za Baig) oriun­dos de Pakis­tán. Ambos son muy bue­nos ami­gos des­de la infan­cia no obs­tan­te el dife­ren­te entorno cul­tu­ral que les rodea.

En mate­ria sen­ti­men­tal Zoe, a pesar de ines­ta­bles rela­cio­nes man­te­ni­das inclu­yen­do su víncu­lo con el vete­ri­na­rio (Oli­vier Chris) que atien­de el perro de su extra­va­gan­te madre Cath (Emma Thom­pson), aún no ha logra­do encon­trar a su prín­ci­pe azul.

Por su par­te Kazim, aun­que muy bri­tá­ni­co en su com­por­ta­mien­to, se encuen­tra inmer­so en los usos y com­por­ta­mien­tos de su fami­lia lo que impli­ca acep­tar un matri­mo­nio con­cer­ta­do. Es así que sus padres, median­te la inter­ven­ción de una casa­men­te­ra ami­ga (Asim Chaudry) le han con­se­gui­do una novia que vive en Laho­re y que lle­ga a cono­cer­la median­te Sky­pe. Con­si­de­ran­do esa situa­ción, Zoe le pide a su ami­go que le per­mi­ta fil­mar todos los aspec­tos que impli­ca­rán los pro­le­gó­me­nos de la boda has­ta que la mis­ma se con­cre­te. Kazim acep­ta la pro­po­si­ción y es así que ella con su cáma­ra en mano sigue sus pasos e inclu­so acom­pa­ña­da de su madre via­ja a Laho­re para fil­mar los pre­pa­ra­ti­vos de la boda. Obser­van­do la expe­rien­cia que vive su ami­go, Zoe se pre­gun­ta si aca­so un enla­ce asis­ti­do es el camino que ella debie­ra seguir pero sin saber cuál sería el rol asig­na­do al amor.

A tra­vés de colo­ri­dos per­so­na­jes se asis­te a una come­dia blan­da y pre­vi­si­ble dado que des­de el ini­cio es fácil intuir cómo habrá de cul­mi­nar la amis­tad entre Zoe y Kazim. Para rela­tar esta his­to­ria Kapur se ha basa­do en el guión de Jemi­na Khan quien vivió en Pakis­tán por 10 años; sin embar­go, más allá del pin­to­res­quis­mo ofre­ci­do en el libre­to, las dife­ren­cias cul­tu­ra­les asu­men un carác­ter sim­plis­ta. Con todo, excep­tuan­do cier­to des­bor­de en la des­crip­ción del per­so­na­je com­pues­to por la vete­ra­na Emma Thom­pson, el elen­co se desem­pe­ña efi­cien­te­men­te don­de espe­cial­men­te se des­ta­can James y Latif des­ti­lan­do una con­vin­cen­te quí­mi­ca en la com­po­si­ción de sus res­pec­ti­vos personajes.

En suma, sin ser rele­van­te ¿Y qué ten­drá que ver con el amor? apor­ta sim­pa­tía den­tro de la fór­mu­la usual­men­te emplea­da por las come­dias de este géne­ro, don­de en este caso se agre­gan algu­nas dan­zas y can­cio­nes típi­cas del cine de Bollywood.
Jor­ge Gutman

Ascen­so y Caí­da de BlackBerry

BLACK­BERRY. Cana­dá, 2023. Un film de Matt John­son. 121 minutos

Este film cons­ti­tu­ye un mere­ci­do home­na­je a quie­nes con­ci­bie­ron el pri­mer telé­fono inte­li­gen­te cono­ci­do común­men­te como “smartpho­ne”. En un rela­to que podría cata­lo­gar­se como come­dia dra­má­ti­ca así como satí­ri­ca el direc­tor Matt John­son ofre­ce una bue­na revi­sión del ascen­so, encum­bra­mien­to y meteó­ri­ca caí­da de Black­Berry.

El guión del realli­za­dor y Matthew Miller está basa­do en el libro publi­ca­do en 2015 “Losing the Sig­nal: The Untold Story Behind the Extra­or­di­nary Rise and Spec­ta­cu­lar Fall of Black­Berry” que fue escri­to por los perio­dis­tas Jac­quie McNish y Sean Sil­coff del dia­rio Glo­be and Mail. Aun­que el film al ser de fic­ción adop­ta cier­tas licen­cias de todos modos se ajus­ta en su mayor par­te a los acon­te­ci­mien­tos tal como se han producido.

Glenn Hower­ton

La acción comien­za a fines de la déca­da del 90 cuan­do en Water­loo, la ciu­dad cana­dien­se de Onta­rio, Mike Laza­ri­dis (Jay Baru­chel) y Doug Fre­gin (Matt John­son), dos ami­gos inge­nie­ros eléc­tri­cos y genios de la infor­má­ti­ca que en 1985 fun­da­ron la com­pa­ñía Research in Motion (RIM), con­ci­ben una bri­llan­te idea; se tra­ta de crear un apa­ra­to tele­fó­ni­co por­ta­ble dota­do de un tecla­do que pue­da cum­plir la tarea de una compu­tado­ra con correo elec­tró­ni­co para reci­bir y enviar men­sa­jes. Como la empre­sa no se encuen­tra en bue­na situa­ción finan­cie­ra para imple­men­tar el pro­yec­to, Laza­ri­dis per­sua­de a Jim Bal­si­llie (Glenn Hower­ton), un hom­bre de nego­cios gra­dua­do en Har­vard, para que invier­ta y se aso­cie a RIM ade­más de ser su pre­si­den­te. Fini­qui­ta­do el acuer­do, ambos ponen manos a la obra y así con empe­ño y deter­mi­na­ción sur­ge en 1998 el Black­Berry don­de Bal­si­llie, gran exper­to en finan­zas, logra impor­tan­tes clien­tes tales como la com­pa­ñía de tele­co­mu­ni­ca­cio­nes Bell Atlan­tic; asi­mis­mo el novel apa­ra­to sedu­ce a usua­rios más allá de la órbi­ta comer­cial e inclu­so a ado­les­cen­tes a fin de cha­tear. Es así que duran­te la pri­me­ra déca­da de este siglo, en el momen­to cum­bre de su popu­la­ri­dad la empre­sa logra cap­tar el 45% del mer­ca­do de telé­fo­nos inteligentes.

El gran auge logra­do por RIM cuyas accio­nes son coti­za­das en el mer­ca­do bur­sá­til, evi­den­cia­rán pos­te­rior­men­te una estre­pi­to­sa caí­da debi­do a deci­sio­nes erró­neas y por la fuer­te com­pe­ten­cia sur­gi­da con la apa­ri­ción del iPho­ne de Apple en 2007 y al año siguien­te con la lle­ga­da al mer­ca­do del sis­te­ma ope­ra­ti­vo Android.

Con fir­me pul­so el rea­li­za­dor impri­me a esta revi­sión his­tó­ri­ca un dina­mis­mo nota­ble median­te un rit­mo a todo galo­pe que per­mi­te que el espec­ta­dor se inmer­se por com­ple­to en el mis­mo. Asi­mis­mo, el film se bene­fi­cia por la bue­na des­crip­ción de los per­so­na­jes y la exce­len­te com­po­si­ción logra­da por sus pro­ta­go­nis­tas. Hower­ton des­lum­bra como el psi­có­ti­co e impa­cien­te Bal­si­llie, poco menos que ladran­do en las órde­nes sumi­nis­tra­das a su equi­po de pro­gra­ma­do­res. Por su par­te, Baru­chel no le va en zaga carac­te­ri­zan­do al genio e inte­lec­tual Laza­ri­dis en tan­to que John­son en su con­di­ción de actor ofre­ce muy bien la ima­gen del tec­no­ló­gi­ca­men­te inte­li­gen­te Fre­gin quien dota­do de una madu­rez casi infan­til gene­ra algu­nos momen­tos de humor absur­do. En otros pape­les de apo­yo igual­men­te se des­ta­can Michael Iron­si­de como Char­les Purdy, el ofi­cial de ope­ra­cio­nes de Bal­si­llie, Saul Rubi­nek y Cary Elwes.

La auten­ti­ci­dad logra­da por el direc­tor per­mi­te que el film alcan­ce un carác­ter de fal­so docu­men­tal, valo­ri­za­do por la exce­len­te foto­gra­fía de Jared Raab quien con cáma­ra en mano cap­ta el ambien­te un tan­to claus­tro­fó­bi­co de la ofi­ci­na en que trans­cu­rre la mayor par­te del rela­to. Jor­ge Gutman

Enemi­gos Políticos

BEST OF ENEMIES

En otra de las pie­zas de Natio­nal Thea­tre Live se verá Best of Enemies, la obra de James Graham que fue repre­sen­ta­da en el Tea­tro Young Vic de Lon­dres y fil­ma­da en vivo.

David Hare­wood y Zachary Quin­to. (Foto: Johan Persson)

En este dra­ma polí­ti­co que se desa­rro­lla en 1968 el autor enfo­ca a dos inte­lec­tua­les que aspi­ran a la pre­si­den­cia de Esta­dos Uni­dos. Duran­te las con­ven­cio­nes para la nomi­na­ción de los can­di­da­tos en un deba­te for­mal tele­vi­si­vo difun­di­do por la ABC se enfren­tan el con­ser­va­dor William F. Buc­kley Jr ‑edi­tor del Natio­nal Review- y el ico­no­clas­ta libe­ral escri­tor Gore Vidal. En ese encuen­tro don­de cada uno de ellos detes­ta al otro que­dan expues­tos los aspec­tos mora­les y la mar­ca­da dife­ren­cia ideo­ló­gi­ca rei­nan­te en la divi­di­da nación. Duran­te el trans­cur­so de las dis­cu­sio­nes que alcan­zan alta ten­sión, la obra adquie­re el carác­ter de un autén­ti­co thriller.

David Harew­wod y Cla­re Fos­ter. (Foto: Johan Persson)

El actor bri­tá­ni­co David Hare­wood ani­ma a Buc­kley Jr. en tan­to que el esta­dou­ni­den­se Zachary Quin­to inter­pre­ta a Vidal. El elen­co que­da inte­gra­do con Debo­rah Alli, Emi­lio Door­ga­singh, Cla­re Fos­ter, Tom God­win, John Hodg­kin­son, Syrus Lowe, Kevin McMo­na­gle, Sam Otto, David Boy­le, Lin­coln Con­way, Vivien­ne Ekwu­lu­go, Jamie Hogarth y Saaj Raja.

Esta obra diri­gi­da por Jeremy Herrin ha reci­bi­do varios pre­mios y ha sido muy bien reci­bi­da por la crí­ti­ca y el públi­co en su tras­la­do a Esta­dos Uni­dos. Su exhi­bi­ción será efec­tua­da en selec­tas salas de Cine­plex el 18 y el 21 de mayo de 2023.

Don Gio­van­ni

DES­DE EL MET

En una nue­va trans­mi­sión en direc­to y en alta defi­ni­ción des­de el MET de Nue­va York se podrá apre­ciar Don Gio­van­ni, la ópe­ra pós­tu­ma de Mozart con libre­to de Loren­zo Da Pon­te en la con­cep­ción per­so­nal del per­so­na­je liber­tino crea­do por Anto­nio de Zamora.

Peter Mat­tei y Adam Pla­chet­ka. (Foto: Met Opera)

Esta ópe­ra es una de las gran­des obras maes­tras que el genial com­po­si­tor logró en su fruc­tí­fe­ra e inten­sa carre­ra pro­fe­sio­nal. Entre sus gran­des méri­tos, el com­po­si­tor pudo armo­ni­zar la acción cómi­ca con el dra­ma así como dotar­la de cier­tos ele­men­tos sobre­na­tu­ra­les. Estre­na­da en octu­bre de 1787, Don Gio­van­ni ocu­pa el sép­ti­mo lugar entre las ópe­ras más repre­sen­ta­das mun­dial­men­te y es la ter­ce­ra en popu­la­ri­dad de Mozart, des­pués de La Flau­ta Mági­ca y Las Bodas de Figaro.

Peter Mat­tei y Fede­ri­ca Lom­bar­di. (Foto: Met Opera)

Para la pro­duc­ción actual, el MET cuen­ta con un cali­fi­ca­do elen­co lide­ra­do por el pres­ti­gio­so barí­tono sue­co Peter Mat­tei inter­pre­tan­do al per­so­na­je cen­tral. En otros pape­les de impor­tan­cia se encuen­tran la soprano Fede­ri­ca Lom­bar­di (Doña Ana), la soprano Ana María Mar­tí­nez (Doña Elvi­ra), el bajo barí­tono Adam Pla­chet­ka (Lepo­re­llo), la mez­zo soprano chi­na Ying Fang (Zer­li­na) y el bajo barí­tono Alfred Wal­ker (Maset­to). El repar­to se com­ple­ta con el tenor Ben Bliss (Don Otta­vio) y el bajo barí­tono Ale­xan­der Tsym­bal­yuk (Com­men­da­to­re).

Una esce­na del elen­co. (Foto: Met Opera)

La pues­ta en esce­na es del direc­tor bel­ga Ivo van Hove quien ha sido pre­mia­do como direc­tor de las pie­zas A View from the Brid­ge y West Side Story mon­ta­das en Broad­way. La direc­ción musi­cal corres­pon­de a la direc­to­ra fran­ce­sa Natha­lie Stutz­mann, la esce­no­gra­fía e ilu­mi­na­ción es de Jan Vers­wey­veld en tan­to que el dise­ño del ves­tua­rio es de An D’Huys.

La trans­mi­sión direc­ta se efec­tua­rá en las salas de Cine­plex el 20 de mayo de 2023 y habrá trans­mi­sio­nes en dife­ri­do los días 10 y 12 de junio de 2023. Para los cines par­ti­ci­pan­tes y los hora­rios loca­les per­ti­nen­tes pre­sio­ne aquí.

Una Sen­sual Bailarina

CAR­MEN. Aus­tra­lia-Fran­cia, 2022. Un film de Ben­ja­min Mille­pied. 116 minutos

Leja­na­men­te ins­pi­ra­da en la céle­bre ópe­ra de Geor­ges Bizet quien a su vez se basó en la nove­la cor­ta del escri­tor Prós­per Meri­mée de 1845, el debu­tan­te rea­li­za­dor Ben­ja­min Mille­pied ofre­ce una satis­fac­to­ria ver­sión de Car­men don­de la dan­za ocu­pa un pro­mi­nen­te espacio.

Paul Mes­cal y Melis­sa Barrera

En la esce­na ini­cial cuya acción se desa­rro­lla en la épo­ca actual se obser­va a una mujer (Mari­na Tama­yo) bai­lan­do apa­sio­na­da­men­te el fla­men­co en el desier­to de Chihuahua y desa­fian­do a dos hom­bres peli­gro­sa­men­te arma­dos que ter­mi­nan matán­do­la. De inme­dia­to el rela­to enfo­ca a su hija Car­men (Melis­sa Barre­ra), una joven mexi­ca­na que des­pués del ase­si­na­to de su madre está for­za­da a aban­do­nar Méxi­co y lle­gar a Esta­dos Uni­dos. Des­pués de cru­zar ile­gal­men­te la fron­te­ra en Texas ella es ata­ca­da por patru­lle­ros jun­to con otros inmi­gran­tes clan­des­ti­nos. Pero allí encuen­tra a Aidan (Paul Mes­cal), un joven vete­rano de la gue­rra de Afga­nis­tán que la pro­te­ge del odio impe­ran­te por algu­nos faná­ti­cos del lugar. Para huir de la poli­cía, ambos esca­pan como fugi­ti­vos de la ley y asi­mis­mo como aman­tes con des­tino a Los Ánge­les; en esa ciu­dad ambos encuen­tran refu­gio en un club noc­turno dan­zan­te cuya due­ña es Masil­da (Rossy de Pal­ma), la mejor ami­ga de la madre de Car­men. Con todo, en la medi­da que la poli­cía los per­si­gue tenazmente,el amor de la pare­ja no es sufi­cien­te para evi­tar que el roman­ce con­clu­ya trágicamente.

El guión del rea­li­za­dor com­par­ti­do con Luc Barrè­re y Alex Dine­la­ris es mini­ma­lis­ta y con una con­si­de­ra­ble eco­no­mía de diá­lo­gos pero eso no des­me­re­ce los valo­res del film tenien­do en con­si­de­ra­ción otros fac­to­res que lo resaltan.

Mille­pied que ha sido el bai­la­rín prin­ci­pal del New York City Ballet has­ta 2011 y ade­más tuvo a car­go la coreo­gra­fía del acla­ma­do film Black Swan (2010), brin­da un dra­ma musi­cal muy bien coreo­gra­fia­do que per­mi­te el luci­mien­to de su elen­co. Barre­ra, que ya demos­tró su talen­to en la come­dia musi­cal In the Heights (2021), aquí vuel­ve a con­fir­mar­lo brin­dan­do mag­ní­fi­ca­men­te la sen­sua­li­dad de Car­men a tra­vés de la dan­za y el movi­mien­to de su cuer­po; asi­mis­mo Mes­cal, quien gra­ta­men­te impre­sio­nó en After Sun (2022) valién­do­le una nomi­na­ción en los pre­mios Oscar, aquí exuda brío, ener­gía y viri­li­dad en la muy con­vin­cen­te com­po­si­ción de su per­so­na­je, ade­más de que­dar refle­ja­da la remar­ca­ble quí­mi­ca entre él y Barre­ra. Por su par­te De Pal­ma, una de las musas de Pedro Almo­dó­var, nue­va­men­te fas­ci­na como la mer­cu­rial bai­la­ri­na trans­mi­tien­do ter­nu­ra en su rela­ción con Carmen.

En su ópe­ra pri­ma Mille­pied incor­po­ra cau­ti­van­tes secuen­cias de ensue­ño que son muy bien cap­ta­das por la valio­sa foto­gra­fía de Jorg Wid­mer y la bue­na músi­ca del com­po­si­tor Nico­las Bri­tell; en con­se­cuen­cia, el ori­gi­nal enfo­que adop­ta­do por el novel cineas­ta de la nove­la de Meri­mée per­mi­te que su ver­sión com­bi­ne ade­cua­da­men­te el len­gua­je de la dan­za con el del cine. Sin ser revo­lu­cio­na­ria, la pelí­cu­la ofre­ce una cau­ti­van­te expe­rien­cia sen­so­rial que ame­ri­ta su visión. Jor­ge Gutman