LA PASSION DE DODIN BOUFFANT / THE POT-AU-FEU. Francia, 2022. Un film escrito y dirigido por Tran Anh Hung. 135 minutos.
La comida francesa como estilo de vida es lo que propone el director vietnamita Tran Anh Hung en este relato que resultará apetitoso para los amantes de la “haute cuisine”.
Adaptado de la novela de Marcel Rouf La Vida y Pasión de Dodin Bouffant publicada en 1924, el guión del realizador ambienta su desarrollo en una mansión campestre de Francia hacia finales del siglo 19. En ese apacible rincón se sale al encuentro de la impecable cocinera Eugenie (Juliette Binoche) y del gastrónomo Dodin (Benoît Magimel) quienes durante 20 años conjuntamente han trabajado en la preparación de exquisitas delicias culinarias.
Durante los primeros 30 minutos del relato se observa cómo Eugenie prepara para el desayuno una apetitosa tortilla de huevos recomendando de que para su consumo es necesario valerse de una cuchara. Posteriormente con la ayuda de su asistente Violette (Galatea Bellugi) efectúa los preparativos de una comida para cuatro amigos de Dodin (Emmanuel Salinger, Patrick D’Assumçao, Frédéric Fisbach y Jan Hammenecker), previamente aprobado por el chef, considerado el Napoleón de la gastronomía. A su vez Dodin se encargará de preparar el “pot au feu”, el clásico plato francés de lenta cocción que será destinado a un supuesto príncipe de Estonia. Asimismo el anfitrión remarca la importancia que adquiere disponer de un vino adecuado para degustar una buena comida.
La historia narrada es mínima y en su mayor parte no existen mayores conflictos dramáticos salvo algunos desvanecimientos que experimenta Eugenie, aparentemente por cansancio, aunque se presume que padece de una enfermedad aunque ella terminantemente lo niegue. Para matizar el relato, se aprecia el vínculo sentimental de la pareja; si bien es claro el amor que los une, Eugenie en principio amablemente rechaza la propuesta de casamiento de Dodin, pero posteriormente aceptará su invitación en la medida que culinaria e intelectualmente existe una armoniosa complementación.
La excelente dirección de Anh Hung permite resaltar brillantemente la pasión de la pareja por el arte culinario; en tal sentido la participación del renombrado chef Pierre Gagnaire como consultor refleja la autenticidad de los manjares preparados. Pero precisamente por su propio bien, el relato se extiende más allá de lo necesario en la medida que en su mayor parte se asiste a un curso de comida que aunque sin duda remarcable puede asemejarse a los que suelen difundirse en la televisión.
No obstante la objeción precedente, el film se valoriza por la insuperable actuación de Binoche y Magimel quienes compenetrados por completo en sus personajes irradian la inmensa ternura que los anima. Así, una de las escenas emotivas del film tiene lugar cuando Dodin por primera vez le prepara a su compañera que yace enferma un exquisito plato de comida, o bien en el poético desenlace de esta historia que resultaría indiscreto comentar. Una vez más queda demostrado cómo en ciertos casos sublimes actores pueden engrandecer la visión de una película, sin dejar de lado la notable puesta escénica de Anh Hung que le valió en Cannes el premio a la mejor dirección. Jorge Gutman