El Jue­go Bonito

THE BEAU­TI­FUL GAME. Gran Bre­ta­ña, 2024. Un film de Thea Sha­rrock. 124 minu­tos. Dis­po­ni­ble en la pla­ta­for­ma de Netflix

Esta come­dia depor­ti­va diri­gi­da por Thea Sha­rrock se dis­tin­gue de otras del mis­mo géne­ro tenien­do en cuen­ta que su enfo­que está cen­tra­do en la Copa Mun­dial de Fút­bol Calle­je­ro crea­da en 2001.

Michael Ward y Bill Nighy

El guión de Frank Cot­trell-Boy­ce pre­sen­ta al afa­ble Mal Young (Bill Nighy) quien con su expe­rien­cia de vete­rano entre­na­dor de fút­bol aho­ra dedi­ca su aten­ción a diri­gir un gru­po inte­gra­do por mar­gi­na­dos socia­les de varia­da edad que afi­cio­na­dos al fút­bol viven sin hogar. El pro­pó­si­to es el de repre­sen­tar a Ingla­te­rra en el tor­neo mun­dial men­cio­na­do que se rea­li­za­rá en Italia..

Mal desea que Vin­nie (Micheal Ward) igual­men­te par­ti­ci­pe en el tor­neo como delan­te­ro. Él es un depor­tis­ta que habien­do en sus pri­me­ros años demos­tra­do sus habi­li­da­des en el fút­bol, con el trans­cur­so del tiem­po no logró tras­cen­der. Aun­que en prin­ci­pio se mues­tra reluc­tan­te en adhe­rir­se al gru­po por no con­si­de­rar­se un exclui­do social, final­men­te acep­ta la propuesta.

Una vez lle­ga­dos a Roma, des­pués de haber sido reci­bi­dos por Gabrie­la (Vale­ria Golino), la direc­to­ra ita­lia­na del tor­neo, el rela­to refle­ja las viven­cias de los inte­gran­tes del equi­po duran­te dicha estan­cia y sus dife­ren­tes per­so­na­li­da­des. Entre las mis­mas se des­ta­can las del refu­gia­do sirio Aldar (Robin Naza­ri), la del arque­ro Kevin (Tom Vaughan-Law­lor) y espe­cial­men­te la de Nathan (Callum Scott Howells); él ha sido un adic­to a la heroí­na que con medi­ca­ción tra­ta de redi­mir­se, aun­que eso no ocul­ta la preo­cu­pa­ción de su madre (Sian Reese-Williams).

Simul­tá­nea­men­te la his­to­ria ilus­tra algu­nas carac­te­rís­ti­cas de los par­ti­ci­pan­tes de otros paí­ses, en las que se des­ta­ca la sim­pa­tía de la mon­ja Pro­ta­sia (Susan Woko­ma) a car­go del equi­po de Sudá­fri­ca así como las vici­si­tu­des de la fut­bo­lis­ta ame­ri­ca­na Rosi­ta (Cris­ti­na Rodlo).

Una con­si­de­ra­ble par­te del metra­je enfo­ca los par­ti­dos de fút­bol entre los dife­ren­tes con­ten­dien­tes cen­tran­do la aten­ción en el equi­po inglés, en don­de adquie­re ten­sión el encuen­tro de la semi final enfren­tan­do al equi­po de Italia.

Más allá de ilus­trar la pasión que gene­ra el fút­bol, hay varios aspec­tos que se dis­tin­guen en esta his­to­ria. Así que­da resal­ta­da la devo­ción demos­tra­da por Mal hacia su plan­tel que en la remar­ca­ble inter­pre­ta­ción de Nighy que­da expre­sa­do el gran huma­nis­mo de este per­so­na­je; asi­mis­mo se dis­tin­gue la sóli­da actua­ción de Ward quien con­vin­cen­te­men­te trans­mi­te el dra­ma vivi­do por el hos­til Vin­nie quien sepa­ra­do de su mujer (Jess­ye Romeo) y de su que­ri­da hiji­ta (Jesus­li­na Baah-Williams) uti­li­za su auto como alojamiento.

Inde­pen­dien­te­men­te de quien resul­ta gana­dor del cam­peo­na­to, lo que tras­cien­de en el film es la afian­za­da her­man­dad del equi­po per­mi­tien­do la per­se­ve­ra­ción de sus inte­gran­tes para encon­trar un alen­ta­dor sen­ti­do a sus vidas.

Aun­que el film se alar­ga un poco más de lo nece­sa­rio, resul­ta de todos modos bien­ve­ni­do en la medi­da que Sha­rrock apor­ta flui­dez a la narra­ción gene­ran­do un gra­to entre­te­ni­mien­to. Asi­mis­mo el film ilus­tra el noble pro­pó­si­to per­se­gui­do por este espe­cial Cam­peo­na­to Mun­dial; según se lee en los cré­di­tos fina­les, el even­to que agru­pa a más de 70 país ha trans­for­ma­do la vida de más de un millón de per­so­nas indi­gen­tes y muchas de ellas han ayu­da­do en la rea­li­za­ción de esta pelí­cu­la usan­do el amor y el poder del jue­go boni­to. Jor­ge Gutman