I AM: CÉLINE DION. Estados Unidos, 2024. Un documental de Irene Taylor. 102 minutos
Un conmovedor retrato de la superestrella Céline Dion es ofrecido por la documentalista Irene Taylor donde sin ser necesariamente una típica biografía, el foco central reside en la severa afección de la diva.
El documental permite obtener una visión franca e íntima de Céline luchando con el Síndrome de la Persona Rígida (SPR) caracterizado por la rigidez y espasmos musculares del cuerpo. Si bien este desorden neurológico estadísticamente ataca a una de cada millón de personas, la famosa cantante ha sido una de las víctimas.
Como es bien sabido ella dio a conocer en un video de diciembre de 2022 la dolencia que la aquejaba, con especial referencia a sus cuerdas vocales, manifestando que por ese motivo debía suspender sus apariciones en conciertos públicos por un tiempo indeterminado. Con completa franqueza ella confiesa que desde 17 años antes de haber sido diagnosticada con el SPR sentía que algo raro acaecía con su voz; tratando de combatir sus dolores recurrió al empleo de Valium, hasta llegar a ingerir progresivamente la cantidad de 90 miligramos diarios, con tal de salir a flote y seguir efectuando los shows para su multitud de admiradores.
A partir de allí la documentalista, que ha tenido amplio acceso a lo que acontece actualmente con Céline, va captando plenamente su estado emocional. Es emotivo escuchar de Céline que su voz es su instrumento musical y que cantar constituye su razón de vida. En base a fotos y material de archivo, en rápidos brochazos se asiste a su humilde origen, habiendo nacido en Charlemagne, Quebec, en el seno de una familia integrada por sus padres músicos y siendo la menor de sus 13 hermanos y hermanas. A los 12 años se produce el descubrimiento de su talento; ya desde entonces expresó su deseo de ser una estrella internacional a través de su voz y seguir cantando durante su vida entera. No es extraño que su bello timbre vocal quedase registrado en el romántico tema My Heart Will Go On de la película Titanic (1997) que mundialmente la consagró.
Además de asistir a extractos de sus triunfantes shows, está incluida su gira de Australia de agosto de 2018 donde en el concierto de Melbourne invita a su gran amigo y cantante australiano John Farnham a unirse en escena. En lo que concierne a su vida personal, se observa el alumbramiento de su hijo mayor René-Charles, sus hijos gemelos Nelson y Eddy, y una fugaz escena con René Angélil, el gran amor de su vida, y la asistencia a sus funerales en 2016.
Resulta interesante observar cómo Céline ha organizado su vida, a la vez que en una sala de almacenamiento de su mansión queda expuesto su vestuario, numerosa variedad de zapatos así como otros ítems de su colección.
Rodeada de Nelson y Eddy con quienes mantiene un tierno vínculo, y de su entrañable perro siempre descansando a los pies de su ama, la película muestra momentos vulnerables de la intérprete como así también otros reflejando su estado de humor.
El momento más trascendente y desgarrador del documental se refleja en una escabrosa escena en que en una sesión de fisioterapia, comenzando con un severo espasmo en su pierna izquierda, Céline es presa de una traumática crisis generada por la tirantez de sus músculos, tendones y del sistema nervioso abarcando su cuerpo; es indescriptible cómo la audiencia experimenta una conmoción difícil de describir al avizorar el sufrimiento padecido por la idolatrada intérprete.
Si bien la directora tuvo acceso libre para efectuar este film, lo cierto es que de ningún modo atinó a realizar tomas en las que Céline no estuviese de acuerdo. Es así que es elogiable la sobriedad empleada en este candoroso documento, evitando caer en un artificioso melodramatismo. Asimismo resulta apreciable la valentía de su protagonista de permitir que el público pudiera asistir a los pormenores más íntimos de su actual existencia.
En oportunidad del estreno del film que tuvo lugar en New York con la presencia de la diva, ella cubrió de múltiples agradecimientos a todos aquéllos que la ayudan en este difícil trance, incluyendo a sus tres adorados hijos como así también al equipo médico que la asiste en psicoterapia y sobre todo a la gran neuróloga, la doctora Amanda Piquet, que fue la persona clave en descubrir y tratar su afección.
Finalmente, es admirable el mensaje de Céline al desear que su dolencia pueda ayudar a la gente que experimenta penosas enfermedades a afrontar la vida de manera positiva teniendo en cuenta su experiencia personal. Así la superestrella demuestra su optimismo al manifestar que está convencida de que algún día volverá a los escenarios llevando nuevamente una vida normal.
Este notable documental de Irene Taylor además de exhibirse en sala, a partir del 25 de junio estará disponible en la plataforma Prime Video en más de 240 países y territorios. Jorge Gutman
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