Un Frus­tra­do Relato

LON­GING. Cana­dá, 2024. Un film escri­to y diri­gi­do por Savi Gabi­zon. 111 minutos

Escri­to y rea­li­za­do por el direc­tor israe­lí Savi Gabi­zon Lon­ging está basa­do en su film homó­ni­mo de 2017 efec­tua­do en Israel. Sin haber vis­to la ver­sión ori­gi­nal, lo cier­to es que este rema­ke cons­ti­tu­ye una expe­rien­cia alta­men­te frustrante.

Richard Gere

El pro­ta­go­nis­ta del dra­ma expues­to por el cineas­ta es Daniel Bloch (Richard Gere), un empre­sa­rio de sóli­da posi­ción eco­nó­mi­ca vivien­do en New York. Des­pués de 20 años de no haber­se vis­to, se encuen­tra en una con­fi­te­ría de la ciu­dad con Rachel (Suzan­ne Clé­ment), su ex pare­ja que aho­ra resi­de en Cana­dá; allí ella le comu­ni­ca que cuan­do en su momen­to se habían sepa­ra­do que­dó emba­ra­za­da y que no le hizo saber por­que sabía que él era renuen­te a tener hijos. Su sor­pre­sa es aún mayor cuan­do se ente­ra que hace dos sema­nas su des­co­no­ci­do hijo Allen (Toma­so Sane­lli) de 19 años de edad falle­ció en un acci­den­te automovilístico.

Tras la noti­cia de haber sido padre sin saber­lo, Daniel deci­de par­tir por un par de días a la ciu­dad de Hamil­ton, Onta­rio, para visi­tar la tum­ba de Allen; allí cono­ce a Jacob (Larry Day), un hom­bre igual­men­te ape­na­do por haber per­di­do un año atrás a su hija Eli­za­beth de 16 años por haber­se sui­ci­da­do. Pos­te­rior­men­te se diri­ge al cole­gio don­de Allen estu­dia­ba y se ente­ra por el direc­tor (Stuart Hughes) que su hijo había sido expul­sa­do por haber escri­to en la pared exte­rior del edificio,un poe­ma por­no­grá­fi­co dedi­ca­do a su pro­fe­so­ra de lite­ra­tu­ra de quien esta­ba enamorado.

La situa­ción se com­pli­ca cuan­do en el hotel don­de se hos­pe­da reci­be la visi­ta de Mikey (Way­ne Burns), un ami­go de su hijo soli­ci­tán­do­le cin­co mil dóla­res, impor­te equi­va­len­te a las dos libras de hachis que Allen lle­va­ba con­si­go en el momen­to del acci­den­te, dado que ambos par­ti­ci­pa­ban en la ven­ta de dro­gas sumi­nis­tra­das por un tra­fi­can­te. Más deta­lles sobre Allen los obtie­ne a tra­vés de su novie­ci­ta Lillian (Jes­si­ca Cle­ment) de 16 años, pero lo más impor­tan­te es ave­ri­guar qué carác­ter asu­mió la rela­ción de su hijo con la pro­fe­so­ra Ali­ce (Dia­ne Kru­ger). Al abor­dar­la, que­da cla­ro que ella de nin­gún modo corres­pon­dió a la pasión amo­ro­sa de su alumno y más aún reve­ló que él la aco­sa­ba cons­tan­te­men­te, siguien­do sus pasos has­ta don­de ella vive, moti­vo por el cual efec­tuó su que­ja a la auto­ri­dad policial.

Una de las varias situa­cio­nes incon­gruen­tes de esta his­to­ria acon­te­ce cuan­do Daniel se diri­ge a la sala de cla­se de Ali­ce, ubi­cán­do­se en un asien­to del aula don­de solía sen­tar­se Allen; allí los estu­dian­tes se ente­ran acer­ca de la vida ínti­ma de Daniel al mani­fes­tar que en su infan­cia fue abu­sa­do por su padre (Gor­don Ful­ton) y eso moti­vó a no que­rer tener hijos.

En otra visi­ta al cemen­te­rio el atur­di­do padre se encuen­tra nue­va­men­te con Jacob. Com­par­tien­do ambos el mis­mo dolor por sus hijos ausen­tes, Daniel le pro­po­ne efec­tuar una fies­ta de casa­mien­to de Allen con Eli­za­beth, a fin de que la boda entre estos jóve­nes muer­tos les per­mi­ta una mejor per­ma­nen­cia en el más allá. A esta altu­ra del rela­to, uno se pre­gun­ta si está asis­tien­do a un dra­ma o a una medio­cre pelí­cu­la del absur­do sin pie ni cabe­za, sobre todo por lo que sobre­vie­ne des­pués, que no mere­ce comen­tar por su abso­lu­ta incredulidad.

El sin sen­ti­do del guión de Gabi­zon lle­ga a un caso extre­mo en don­de no se sabe si la inten­ción ha sido dra­ma­ti­zar a un padre obse­sio­na­do que pier­de su cor­du­ra tra­tan­do de ima­gi­nar los aspec­tos posi­ti­vos de su hijo, o si por el con­tra­rio tra­ta de brin­dar un chis­te a la audien­cia median­te un incon­se­cuen­te relato.

A pesar de la muy bue­na inter­pre­ta­ción de Gere resul­ta impo­si­ble soli­da­ri­zar­se con el increí­ble per­so­na­je que carac­te­ri­za al pun­to tal de pre­gun­tar­se si Daniel es una per­so­na nor­mal o si está ena­je­na­do men­tal­men­te por la mane­ra en que el irri­so­rio libre­to lo obli­ga a actuar.

Aun­que el pun­to de par­ti­da de Lon­ging se pres­ta­ba a una autén­ti­ca his­to­ria de pena y dolor por la des­apa­ri­ción de un ser que­ri­do, lo cier­to es que su plan­tea­mien­to decep­cio­na. Jor­ge Gutman 

El Impac­to de una Violación

I USED TO BE FUNNY. Cana­dá, 2023. Un film escri­to y diri­gi­do por Ally Pan­kiw. 105 minutos

La reper­cu­sión de un trau­ma emo­cio­nal de una joven mujer es con­si­de­ra­da por Ally Pan­kiw en su pri­mer largometraje.

Rachel Sen­nott

La his­to­ria que está ambien­ta­da en Toron­to intro­du­ce a Sam (Rachel Sen­nott), una joven afec­ta­da de un tras­torno de estrés trau­má­ti­co y pos­tra­da en la cama; afor­tu­na­da­men­te Sam com­par­te su alo­ja­mien­to con .Pai­ge (Sabri­na Jalees) y Phi­lip (Caleb Hea­ron) dos bue­nos ami­gos, preo­cu­pa­dos por su esta­do aní­mi­co. La noti­cia de la des­apa­ri­ción de Broo­ke (Olga Pet­sa), una ado­les­cen­te a quien Sam cui­dó en el pasa­do, moti­va que ella reac­cio­ne y tra­te de localizarla..

A par­tir de ese momen­to, el rela­to retro­ce­de dos años. A fin de cola­bo­rar con sus ami­gos en el pago de arrien­do de la vivien­da, Sam es con­tra­ta­da como niñe­ra en el hogar de Came­ron (Jason Jones); él es un poli­cía cuya mujer está por morir en un hos­pi­tal y su hija Broo­ke de 12 años requie­re ser aten­di­da duran­te el día.

En prin­ci­pio el víncu­lo entre Sam y Broo­ke se asi­mi­la al de dos her­ma­nas que bien se quie­ren en don­de la mayor pro­te­ge a la menor. La ocu­pa­ción de Sam no afec­ta su labor noc­tur­na como come­dian­te en un club local don­de con sus impro­vi­sa­dos monó­lo­gos humo­rís­ti­cos apro­ve­cha para lan­zar sus dar­dos a la impe­ran­te socie­dad patriar­cal. La situa­ción de la joven se tras­to­ca cuan­do es víc­ti­ma de una vio­len­cia sexual que la deja tre­men­da­men­te heri­da emo­cio­nal­men­te; eso moti­va a que aban­do­ne a Broo­ke quien lle­ga­rá a resen­tir­la, deje a un lado su tra­ba­jo noc­turno, ade­más de malo­grar la rela­ción sen­ti­men­tal man­te­ni­da con Noah (Ennis Esmer), un bon­da­do­so individuo.

El guión de la rea­li­za­do­ra está estruc­tu­ra­do por par­tes frag­men­ta­das y a ello se aña­de la demar­ca­ción del tiem­po entre pre­sen­te y pasa­do que no siem­pre es cro­no­ló­gi­co lo que cau­sa cier­ta con­fu­sión para seguir el hilo de los acon­te­ci­mien­tos, aun­que al final el rom­pe­ca­be­zas que­da arma­do. Con una acer­ta­da des­crip­ción de per­so­na­jes y la muy bue­na actua­ción del elen­co lide­ra­do por Sen­nott que­da con­fi­gu­ra­do un emo­ti­vo dra­ma ilus­tran­do cómo un atro­pe­llo sexual pue­de pro­vo­car una trau­má­ti­ca lesión afec­tan­do gra­ve­men­te la vida de una per­so­na. Jor­ge Gutman

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Ama­ble Come­dia Familiar

AU FIL DES SAI­SONS. Fran­cia-Bél­gi­ca-Gran Bre­ta­ña, 2023. Un film escri­to y diri­gi­do por Han­na Ladouf y Mar­co La Via. 91 minutos

Una come­dia sen­ti­men­tal es lo que pro­po­nen los cineas­tas Han­na Ladouf y Mar­co La Via en Au Fil des Sai­sons que a prio­ri con­ci­ta aten­ción dado que la vete­ra­na y remar­ca­ble actriz Cathe­ri­ne Deneu­ve es una de sus pro­ta­go­nis­tas y su pro­duc­tor eje­cu­ti­vo es el emi­nen­te direc­tor ame­ri­cano Mar­tin Scor­ce­se.

Cathe­ri­ne Deneuve

La his­to­ria con­ce­bi­da por Ladouf y La Via con­si­de­ra el tema de las dife­ren­cias gene­ra­cio­na­les entre los miem­bros de una mis­ma fami­lia y las ten­sio­nes que sue­len pro­du­cir­se por varia­das circunstancias.

La acción trans­cu­rre en Esta­dos Uni­dos a tra­vés de las cua­tro esta­cio­nes del año, comen­zan­do por el verano. En ese perío­do esti­val Char­lie (Mor­gan Sai­lor), una uni­ver­si­ta­ria de 20 años, deja sus estu­dios tem­po­ral­men­te como así a su novio Henry (Joseph Oli­ven­nes) para acom­pa­ñar a su madre Lau­ra (Andrea Rise­bo­rough) en la gran­ja que posee en Vir­gi­nia, dedi­ca­da a la crian­za de galli­nas pro­duc­to­ras de hue­vos orgá­ni­cos. Char­lie no se mues­tra muy entu­sias­ma­da con dicha esta­día aun­que está con su madre para ayu­dar­le en sus tareas y espe­cial­me­ne por­que está enfer­ma.. Cier­ta­men­te la joven se sor­pren­de por la aten­ción des­me­di­da de Lau­ra hacia sus aves como si fue­ran sus pro­pios hijos, al pun­to de per­mi­tir que algu­nas de ellas pene­tren en la casa.

Al comien­zo del oto­ño, pro­ve­nien­te de Fran­cia y sin pre­vio avi­so lle­ga Solan­ge (Deneu­ve) la madre de Lau­ra; ella es una acti­va mujer femi­nis­ta quien por lar­go tiem­po no man­tu­vo con­tac­to con su hija a quien la aban­do­nó cuan­do era peque­ña par­tien­do a Fran­cia; ésa es la razón por la que Lau­ra le guar­da un gran resen­ti­mien­to; sin embar­go Char­lie, que has­ta ese momen­to igno­ra­ba la exis­ten­cia de su abue­la mater­na, comien­za a esta­ble­cer con ella un víncu­lo afec­ti­vo que va cre­cien­do con el correr de los días.

La come­dia adquie­re un tono más serio cuan­do se pro­du­ce una epi­de­mia de gri­pe aviar y lle­ga la noti­fi­ca­ción de que por razo­nes sani­ta­rias las galli­nas deben ser eli­mi­na­das. Tenien­do en cuen­ta el dete­rio­ro de la salud de Lau­ra, la abue­la y su nie­ta le ocul­tan la noti­cia guar­dan­do a las galli­nas en un gal­pón, fue­ra de la vis­ta de extraños.

Sin entrar a mayo­res deta­lles, resul­ta pre­vi­si­ble que a medi­da que el tiem­po trans­cu­rre, pasan­do por el invierno para lle­gar a la pri­ma­ve­ra, las heri­das emo­cio­na­les de anta­ño entre Lau­ra y Solan­ge habrán de cica­tri­zar­se en la medi­da que las tres muje­res cono­cién­do­se mejor que­dan conec­ta­das por el cari­ño que han sabi­do generar.

Sin dife­ren­ciar­se de otras pelí­cu­las del géne­ro, el film no está exen­to de cier­tas inve­ro­si­mi­li­tu­des que pre­sen­ta el guión como es el caso del affai­re sen­ti­men­tal entre la abue­la y el she­riff local (Ken Samuels) a fin de pre­ser­var las galli­nas. En todo caso, los ele­men­tos posi­ti­vos del film resi­den en la logra­da com­pli­ci­dad del trío pro­ta­gó­ni­co; ade­más de las satis­fac­to­rias inter­pre­ta­cio­nes de Say­lor y Rise­bo­rough, el film tras­cien­de por la cali­dez que des­te­lla Deneu­ve carac­te­ri­zan­do a la mujer libre de espí­ri­tu que a pesar de su edad nada la deten­drá para seguir dis­fru­tan­do de su vida ampa­ra­da por el amor hacia su hija y su nieta.

Glo­bal­men­te con­si­de­ra­do, sin que real­men­te exis­ta una intri­ga capaz de sus­ci­tar gran exci­ta­ción y dejan­do de lado algu­nos cli­sés, esta pelí­cu­la se deja ver como un ama­ble rela­to cos­tum­bris­ta, capaz de dejar una son­ri­sa en la audien­cia al fina­li­zar su pro­yec­ción. Jor­ge Gutman

Tiem­pos Violentos

PULP FIC­TION

Este film de 1994 diri­gi­do por Quen­tin Taran­tino que ha sido acla­ma­do mun­dial­men­te por la crí­ti­ca y el públi­co, es con­si­de­ra­do como uno de los que rede­fi­nió el cine en el siglo pasado.

John Tra­vol­ta y Samuel L. Jackson

El guión de Taran­tino escri­to en cola­bo­ra­ción con Roger Avary ubi­ca la acción en Los Ánge­les, estan­do con­for­ma­do por varias sub­tra­mas narra­das de mane­ra no lineal que ter­mi­nan entre­la­zán­do­se. Las mis­mas están per­so­ni­fi­ca­das por una serie de per­so­na­jes inol­vi­da­bles inclu­yen­do, entre otros, a un par de ase­si­nos a suel­do de bajo nivel, la espo­sa sexy de un mafio­so y un boxea­dor desesperado.

Uma Thur­man

Este clá­si­co se dis­tin­gue por su ade­cua­da mez­cla de humor negro y vio­len­cia, diá­lo­gos esti­li­za­dos e iró­ni­cos pro­vis­tos por el inge­nio­so guión, un rit­mo remar­ca­ble­men­te diná­mi­co impre­so por Taran­tino y un elen­co memo­ra­ble inte­gra­do, entre otros, por John Tra­vol­ta, Samuel L. Jack­son, Bru­ce Willis, Uma Thur­man, Har­vel Kei­tel, Tim Roth, Bru­ce Willis, Maria de Medei­ros, Ving Rha­mes, Eric Stoltz y Rosa­na Arquet­te. Todos estos ele­men­tos con­tri­bu­yen a valo­ri­zar una his­to­ria de vio­len­cia y reden­ción en el mar­co de una sin­gu­lar aven­tu­ra cine­ma­to­grá­fi­ca que cau­ti­va y divierte.

Por sus indis­cu­ti­bles méri­tos la pelí­cu­la fue pre­mia­da con la Pal­ma de Oro en el Fes­ti­val de Can­nes de 1994, al año siguien­te obtu­vo el Oscar al mejor guión ori­gi­nal y ade­más fue dis­tin­gui­da con más de 40 pre­mios internacionales.

Cele­bran­do el tri­gé­si­mo ani­ver­sa­rio de su estreno Pulp Fic­tion se pro­yec­ta­rá nue­va­men­te a par­tir del 14 de junio de 2024 en selec­cio­na­das salas de Cine­plex. Para infor­ma­ción adi­cio­nal pre­sio­ne aquí.

El Secues­tro del Papa

RAPI­TO / KID­NAP­PED. Ita­lia-Fran­cia-Ale­ma­nia, 2023. Un film de Mar­co Belloc­chio. 125 minutos

Con una remar­ca­ble fil­mo­gra­fía que inclu­ye entre otros logros Vin­ce­re (2009), Il Tra­di­to­re (2019) y la serie epi­só­di­ca Esterno Not­te (2022), el octo­ge­na­rio rea­li­za­dor ita­liano Mar­co Belloc­chio con nota­ble vita­li­dad vuel­ve a impac­tar con Rapi­to.

Una esce­na de RAPITO

La pelí­cu­la guio­ni­za­da por el cineas­ta con Susan­na Nic­chia­re­lli está basa­da en el libro “Il caso Mor­ta­ra” de la perio­dis­ta ita­lia­na Danie­le Sca­li­se, cuyo eje cen­tral resi­de en el rap­to de un niño.

La acción comien­za Bolo­nia en 1858. En esa ciu­dad resi­de una fami­lia judía de cla­se media y tra­di­cio­nal­men­te obser­van­te inte­gra­da por Momo­lo Mor­ta­ra (Faus­to Rus­so Ale­si), su espo­sa Marian­na (Bar­ba­ra Ron­chi) y sus ocho hijos, Gran­de es la sor­pre­sa del matri­mo­nio cuan­do en agos­to de ese año ines­pe­ra­da­men­te lle­gan a la puer­ta de su hogar emi­sa­rios del Papa Pio IX (Pao­lo Pie­ro­bon) acom­pa­ña­dos de poli­cías, tenien­do la orden de lle­var­se a Edgar­do Mor­ta­ra (Enea Sala) de seis años de edad. Los cons­ter­na­dos padres no com­pren­den a qué se debe seme­jan­te pro­ce­di­mien­to; pos­te­rior­men­te se acla­ra que cuan­do era un bebé Edgar­do fue bau­ti­za­do por la cris­tia­na nodri­za (Auro­ra Camat­ti) que tra­ba­ja­ba en la casa, sin que sus padres se impu­sie­ran del hecho; en con­se­cuen­cia, para la Igle­sia de Bolo­nia, el niño es cató­li­co y como tal debe ser reti­ra­do del hogar judío para reci­bir una for­ma­ción cristiana.

Ante la deses­pe­ra­ción de sus padres, el chi­co es de hecho secues­tra­do de su hogar y lle­va­do a vivir a Roma en un semi­na­rio don­de con otros niños de igual con­di­ción comien­za gra­dual­men­te el pro­ce­so de con­ver­sión a la fe cris­tia­na. A todo ello, aten­dien­do a la angus­tia de su mujer, Momo­lo tra­ta de bus­car una solu­ción razo­na­ble con las auto­ri­da­des de la Igle­sia, como así tam­bién cuen­ta con la cola­bo­ra­ción de la comu­ni­dad judía local y de Roma y de algu­nos ecle­siás­ti­cos crí­ti­cos del vigen­te Esta­do Pon­ti­fi­cio. Aun­que ese movi­mien­to social adquie­re el carác­ter de un gran escán­da­lo, eso no modi­fi­ca la deci­sión del Sumo Pon­tí­fi­ce; es así que cuan­do se le soli­ci­ta la devo­lu­ción del niño él res­pon­de con un con­tun­den­te “Non pos­su­mus” (no pode­mos), como ges­to de su omni­po­ten­te auto­ri­dad. Cla­ro está que Edgar­do podría haber sido retor­na­do a su hogar siem­pre y cuan­do sus padres deja­ran de pro­fe­sar el judaís­mo y acep­ta­ran su con­ver­sión al cristianismo.

El film mag­ní­fi­ca­men­te ilus­tra el gra­dual ale­ja­mien­to de Edgar­do de sus padres cuan­do lo vie­nen a visi­tar, con el con­si­guien­te gol­pe emo­cio­nal que ese hecho les pro­du­ce. Cuan­do la acción se tras­la­da a 1870 el adul­to Edgar­do (Leo­nar­do Mal­te­se) es un sacer­do­te com­ple­ta­men­te con­sus­tan­cia­do con el cato­li­cis­mo y apar­ta­do de su núcleo familiar.

Con gran maes­tría Belloc­chio narra este dra­má­ti­co suce­so don­de que­da implí­ci­ta la mar­ca­da crí­ti­ca al abu­so del poder ejer­ci­do por la Igle­sia como asi­mis­mo expo­ne el infa­me anti­se­mi­tis­mo sus­ten­ta­do por algu­nos de sus miem­bros. Resal­tan­do la gra­ve injus­ti­cia del secues­tro come­ti­do por el Papa, este dra­ma está nutri­do de con­si­de­ra­ble ten­sión a la vez que per­mi­te atra­par la aten­ción de la audien­cia mer­ced a la nota­ble auten­ti­ci­dad logra­da por el emble­má­ti­co realizador.

Ade­más del impe­ca­ble elen­co don­de se des­ta­ca la excep­cio­nal inter­pre­ta­ción del joven Enea Sala. Asi­mis­mo espe­cial dis­tin­ción mere­ce el dise­ño de pro­duc­ción de Andrea Cas­to­ri­na repro­du­cien­do con fide­li­dad la épo­ca y los esce­na­rios en que trans­cu­rre la acción.

En los cré­di­tos fina­les se lee que “has­ta 1906 Pio María Edgar­do Mor­ta­ra lle­vó una vida misio­ne­ra de pre­di­ca­ción. Ese mis­mo año se reti­ró a la aba­día de Bouhay, cer­ca de Lie­ja, en Bél­gi­ca, don­de falle­ció el 11 de mar­zo de 1940 con casi 90 años”.

Para con­cluir, es de espe­rar que no obs­tan­te su edad, el exi­mio cineas­ta pue­da pro­se­guir ofre­cien­do nue­vas obras de arte como Rapi­toJor­ge Gutman