MARIE-LINE ET SON JUGE Francia, 2023. Un film de Jean-Pierre Ameris. 103 minutos
Una comedia agradable es la que ofrece el realizador Jean-Pierre Ameris en Marie-Line et son Juge. Basado en la novela “Changer le sens des rivières” de Murielle Magellan, el guión del realizador y Marion Michau respeta su esencia centralizando su atención en dos personas cuya diferencia de edad y estrato social no impedirán para que después de algunos altibajos se produzca entre ambos una satisfactoria comunicación.
Marie-Line (Louane Emera) es una joven de 25 años, poco refinada y desprovista de educación formal que trabaja como camarera en un café de la ciudad portuaria Le Havre; asimismo se ocupa de cuidar a su desempleado padre (Philippe Rebbot) que se encuentra discapacitado por haber perdido una pierna en un accidente. Sentimentalmente ella mantiene un vínculo con Alexandre, un joven de buena familia obsesionado por el cine, quien no demuestra mayor entusiasmo en proseguir la relación debido a la brecha cultural existente.
Dos factores motivarán un cambio en la vida rutinaria de Marie-Line. Uno de los mismos se vincula con su trabajo en el que un buen día vuelca el café que le está sirviendo a un cliente, que es el renombrado juez de edad madura Gilles d’Outremont (Michel Blanc); eso motiva a que sea despedida de su empleo. El otro incidente se produce cuando Marie-Line increpa a Alexandre en la calle y le golpea por haber decidido alejarse de ella; al ser detenida y juzgada por el magistrado de turno que es precisamente Gilles es sentenciada con el pago de 1500 euros por el daño ocasionado.
Cuando Marie-Lyne avista al juez en la calle señalándole que no tiene recursos para pagar esa suma, él decide contratarla como su chofer durante un mes en donde podrá cancelar la suma requerida. No obstante la drástica diferencia cultural que los separa, a través de los numerosos viajes efectuados, el juez convirtiéndose en un singular educador logrará moldear gradualmente a su conductora..
Aunque sin mayores sorpresas, Ameris ofrece una deleitable comedia ilustrando la posibilidad de progreso social. Mediante una ajustada realización, el cineasta acertadamente reseña la psicología de los dos opuestos personajes centrales magníficamente caracterizados por Emera y Blanc. La joven actriz, que gratamente había impresionado en La Famille Bélier (2014), ofrece una candorosa y tierna composición de la luminosa muchacha que a pesar de su ignorancia manifiesta una actitud positiva en su deseo de aprender y superarse con el espaldarazo de su tutor, por su parte el remarcable veterano actor se sumerge por completo en la piel de un hombre reservado y un tanto obcecado que además de su trabajo habitual encuentra satisfacción educando y estimulando a su circunstancial alumna con quien llega a mantener una asombrosa complicidad.
En esencia, he aquí un placentero film imbuido de calidez que amerita su visión.
Jorge Gutman