Perío­do de Caza

CHAS­SE GAR­DÉE. Fran­cia, 2023. Un film de Fré­dé­ric Fores­tier y Anto­nin Four­lon. 91 minutos

Par­tien­do de una intere­san­te pre­mi­sa, esta come­dia fran­ce­sa diri­gi­da por Fré­dé­ric Fores­tier y Anto­nin Four­lon se des­ca­rri­la prontamente.

Hakim Jemi­li y Cami­lle Lou

El guión de Four­lon, pre­sen­ta al matri­mo­nio pari­sino inte­gra­do por Simón (Hakim Jemi­li) y Ade­lai­de (Cami­lle Lou), que son padres de dos niñas. Con el deseo de vivir en pro­xi­mi­dad con la natu­ra­le­za y en don­de sus hiji­tas pue­dan dis­fru­tar de un espa­cio más amplio que el ofre­ci­do por el estre­cho depar­ta­men­to de París, la pare­ja deci­de mudar­se a una peque­ña aldea rural; es así que mer­ced a la habi­li­dad de una agen­te inmo­bi­lia­ria (Chan­tal Lade­sou) con­si­guen com­prar una casa don­de la vivien­da ade­más del espa­cio inte­rior inclu­ye un gran jar­dín así como un exten­di­do terreno bos­co­so. No obs­tan­te del pre­jui­cio que la gen­te local sien­te hacia quie­nes pro­vie­nen de París, la fami­lia es bien reci­bi­da en una reu­nión aus­pi­cia­da por el joven alcal­de (Théo Gross).

Esa feli­ci­dad es de cor­to alcan­ce cuan­do Simon y Ade­lai­de des­cu­bren que su terreno es uti­li­za­do por los veci­nos del pue­blo para cazar ani­ma­les. Si bien los caza­do­res lide­ra­dos por Ber­nard (Didier Pour­don) en prin­ci­pio se mues­tran ami­ga­bles, de nin­gún modo están dis­pues­to a aban­do­nar el terri­to­rio dispu­tado. Dado que la ansia­da tran­qui­li­dad se esfu­ma y con el pro­pó­si­to de pro­te­ger la pro­pie­dad, Ade­lai­de lla­ma a su padre (Thierry Lher­mit­te), quien es un res­pe­ta­ble abo­ga­do, para asu­mir la defen­sa y con­se­guir que se prohi­ba la caza.

De allí en más, el rela­to pier­de soli­dez fren­te a un guión que va acu­mu­lan­do des­me­su­ra­dos exce­sos con tal de pro­vo­car un humor imbui­do de algu­nos tra­zos grue­sos como por ejem­plo la irrup­ción vio­len­ta de un jaba­lí en el hogar de la fami­lia, así como la esce­na de dis­cu­ti­ble gus­to ilus­tran­do las con­se­cuen­cias pro­du­ci­das por la ori­na de un cier­vo circundante.

Si bien la inten­ción de los rea­li­za­do­res es la de con­tras­tar las cos­tum­bres de la vida cam­pe­si­na con las impe­ran­tes en las gran­des ciu­da­des como lo es París, el enfo­que de esta his­to­ria resul­ta irrea­lis­ta por la exa­ge­ra­ción demos­tra­da en el com­por­ta­mien­to de sus personajes.

Fren­te a nume­ro­sas mag­ní­fi­cas come­dias del país galo como lo han sido entre otras, Deli­ca­tes­sen (1991), Un air de fami­lle (1996), Le Diner des Cons (1998), Amé­lie (2001) e Intou­cha­bles (2011), Chas­se Gar­dée con­si­de­ra­ble­men­te decep­cio­na a pesar de con­tar con un buen elen­co y una correc­ta pues­ta escé­ni­ca. Jor­ge Gutman