La Agen­da de Octu­bre de la OSM

En el con­tex­to de la serie de con­cier­tos Pop, el maes­tro Tho­mas Le Duc-Moreau diri­gi­rá la OSM el 2 y 3 de octu­bre (20h) en don­de la ani­ma­do­ra Fran­ce Beau­doin selec­cio­na­rá popu­la­res can­cio­nes reu­nien­do a impor­tan­tes artis­tas de la músi­ca pop. Estos dos con­cier­tos de la OSM, con sus músi­cos, coris­tas y nume­ro­sos invi­ta­dos espe­cia­les, en cola­bo­ra­ción con Radio Cana­da, pro­me­ten ofre­cer una agra­da­ble vela­da musi­cal, don­de se anun­cia que habrá una o dos sorpresas.

France Beaudoin (Foto: OSM)

Fran­ce Beau­doin (Foto: OSM)

El 9 de octu­bre (19h30) y 10 de octu­bre (10h30) la OSM reci­bi­rá a la exi­mia vio­li­nis­ta japo­ne­sa Karen Gom­yo inter­pre­tan­do el Con­cier­to para Vio­lin de Schu­mann don­de el com­po­si­tor resal­ta todos los recur­sos expre­si­vos y sono­ros de dicho ins­tru­men­to. Bajo la direc­ción del maes­tro John Stor­gårds la orques­ta eje­cu­ta­rá las Varia­cio­nes “Enig­ma” de Elgar; esta obra com­pues­ta en 1899 cons­ta de 14 varia­cio­nes don­de cada una de las mis­mas lle­va las ini­cia­les de una per­so­na alle­ga­da al autor; cabe men­cio­nar que el ori­gen del tema no ha sido jamás reve­la­do por el com­po­si­tor. El pro­gra­ma se com­ple­ta con la ober­tu­ra Sue­ños de una Noche de Verano de Men­dels­sohn y The Walk to the Para­di­se Gar­den, músi­ca extraí­da de la ópe­ra A Villa­ge Romeo and Juliet del com­po­si­tor bri­tá­ni­co Fre­de­rick Delius.

Karen Gom­yo (Foto: OSM)

El vete­rano maes­tro fin­lan­dés Osmo Väns­kä diri­gi­rá la OSM el 16 de octu­bre (19h30) y 19 de octu­bre (14h30) en don­de se podrá escu­char la Sin­fo­nía Con­cer­tan­te para Órgano y Orques­ta de Esa-Pek­ka Salo­nen en don­de par­ti­ci­pa­rá como solis­ta Oli­vier Latry, orga­nis­ta emé­ri­to de la OSM y titu­lar del gran órgano de Notre-Dame de París. El pro­gra­ma se com­ple­ta con la Sin­fo­nía N° 2 de Rach­ma­ni­nov; esta bella obra román­ti­ca nutri­da de un des­bor­dan­te liris­mo fue com­pues­ta en 1907 y estre­na­da en San Peters­bur­go bajo la direc­ción del compositor.

Osmo Väns­kä (Foto: HarrisonParrott)

Como en años ante­rio­res, la OSM ofre­ce en su tem­po­ra­da pro­gra­mas dedi­ca­dos a la fami­lia en con­jun­to con espe­cial refe­ren­cia a los meno­res de 6 a 12 años de edad. En el con­cier­to del 27 de octu­bre (14h) con una dura­ción de 55 minu­tos, deno­mi­na­do “las cria­tu­ras fan­tás­ti­cas”, los niños las apre­cia­rán tal como han sido ima­gi­na­das en el uni­ver­so musi­cal de Debussy, Sie­rra y Stra­vinsky, resal­ta­das con las ilus­tra­cio­nes rea­li­za­das en direc­to por Fré­dé­ric Ellis..

El 28 de octu­bre (19h30) se efec­tua­rá un con­cier­to gala en que se eje­cu­ta­rán cua­tro com­po­si­cio­nes crea­das por los lau­rea­dos del Pre­mio Azrie­li de Músi­ca 2024, a saber: Light to my Path de Josef Bar­da­nash­vi­li, The Para­ble of the Pala­ce de Yair Klar­tag, Kana­ta de Jor­dan Nobles y Sime­trías Pre­his­pá­ni­cas de Juan Tri­gos. Para tal acon­te­ci­mien­to par­ti­ci­pa­rán Músi­cos de la OSM, y el Coro de la OSM diri­gi­do por Andrew Megill. Orga­ni­za­do cada dos años, el Con­cur­so Azrie­li recom­pen­sa la exce­len­cia, com­pro­mi­so y la crea­ti­vi­dad artís­ti­ca musical.

Coro de la OSM (Foto: OSM)

El vir­tuo­so pia­nis­ta Simon Trpčes­ki oriun­do de Mace­do­nia actua­rá como solis­ta el 30 y 31 de octu­bre (19h30) en la eje­cu­ción del Con­cier­to para Piano N°5 de Beetho­ven; esta gran­dio­sa e impo­nen­te obra, cono­ci­da con el sobre­nom­bre de Empe­ra­dor, goza de amplia difu­sión ade­más de ser uno de los con­cier­tos más rele­van­tes del reper­to­rio pia­nís­ti­co. El pro­gra­ma diri­gi­do por Vasily Petren­ko se com­ple­ta con Blue Cathe­dral de Jen­ni­fer Hig­don y la lumi­no­sa Sin­fo­nía N° 5 de Sibe­lius.

Vasily Petren­ko (Foto: AtlantaMusicCritic.com)

Todos los con­cier­tos serán rea­li­za­dos en la Mai­son Sympho­ni­que. Infor­ma­ción adi­cio­nal pue­de obte­ner­se en osm.ca

Los Amo­res de un Poeta

LES CON­TES D’HOFFMANN

En la pri­me­ra trans­mi­sión de la nue­va tem­po­ra­da des­de el Metro­po­li­tan Ope­ra Hou­se (Met) de New York York efec­tua­da en vivo y en alta defi­ni­ción, el públi­co de Cana­dá ten­drá oca­sión de asis­tir a la repre­sen­ta­ción de Les Con­tes d’Hoffmann.

Aun­que Jac­ques Offen­bach (1819 – 1880) es con­si­de­ra­do como el crea­dor de la ope­re­ta moder­na y de la come­dia musi­cal, tam­bién ha sido un pro­lí­fi­co com­po­si­tor de ópe­ras y posi­ble­men­te la más difun­di­da sea esta crea­ción líri­ca que se habrá de difun­dir y que es con­si­de­ra­da como su obra maes­tra. Estruc­tu­ra­da en tres actos con un pró­lo­go y un epí­lo­go, fue la últi­ma que com­pu­so aun­que no logró ver­la repre­sen­ta­da por­que su estreno tuvo lugar en la Opé­ra-Comi­que de París, en febre­ro de 1881, cua­tro meses des­pués de su fallecimiento.

(Foto : MET)

El libre­to en fran­cés de Jules Bar­bier y Michael Carré toma como refe­ren­cia a Ernst Theo­dor Ama­deus Hoff­mann (1776 – 1822) quien fue un céle­bre escri­tor, juris­ta, tenor y com­po­si­tor musi­cal ale­mán que tuvo con­si­de­ra­ble par­ti­ci­pa­ción en el movi­mien­to román­ti­co de la lite­ra­tu­ra ale­ma­na. En la fic­ción, Hoff­man es un poe­ta que refle­xio­na sobre sus frus­tra­dos víncu­los con muje­res a las que amó y per­dió en el pasa­do; ellas son Olym­pia, la muñe­ca mecá­ni­ca, Anto­nia, una joven enfer­mi­za can­tan­te de ópe­ra y final­men­te Giu­liet­ta, una cor­te­sa­na vene­cia­na quien pone en peli­gro su alma inmor­tal. Es pre­ci­sa­men­te en el ter­cer acto ‑epi­so­dio con Giu­liet­ta- don­de se ento­na la céle­bre Bar­ca­ro­la, el tema más popu­lar de esta ópera.

(Foto: MET)

En esta pro­duc­ción a car­go de Bartlett Sher  el papel cen­tral del tor­tu­ra­do y román­ti­co poe­ta es can­ta­do por el tenor fran­cés Ben­ja­min Bernheim. Para los 3 per­so­na­jes liga­dos sen­ti­men­tal­men­te a Hoff­mann gene­ral­men­te se uti­li­za a una sola can­tan­te; aquí son inter­pre­ta­dos por la soprano esta­dou­ni­den­se Erin Mor­ley como la muñe­ca mecá­ni­ca Olym­pia, la soprano suda­fri­ca­na Pretty Yen­de en el rol de la des­fa­lle­cien­te Anto­nia y la mez­zo­so­prano fran­ce­sa Cle­men­ti­ne Mar­gai­ne carac­te­ri­zan­do a la sen­sual seduc­to­ra Giu­liet­ta. En otros roles par­ti­ci­pan el barí­tono ame­ri­cano Chris­tian Van Horn inter­pre­tan­do a los oscu­ros cua­tro villa­nos de la tra­ma y la mez­zo­so­prano rusa Vasi­li­sa Berzhans­ka­ya quien efec­tuan­do su debut en el Met per­so­ni­fi­ca a Nic­klaus­se. La orques­ta del Met es diri­gi­da por el maes­tro Mar­co Armi­lla­to.

Los deco­ra­dos están a car­go de Michael Year­gan, el ves­tua­rio per­te­ne­ce a Cathe­ri­ne Zuber, la ilu­mi­na­ción a James F. Ingalls y la coreo­gra­fía corres­pon­de a Dou Dou Huang.

La ópe­ra es difun­di­da el 5 de octu­bre de 2024 en su ver­sión ori­gi­nal fran­ce­sa con sub­tí­tu­los en inglés y vuel­ta a difun­dir los días 26 y 28 de octu­bre de 2024 en las salas par­ti­ci­pan­tes del cir­cui­to cine­ma­to­grá­fi­co Cine­plex de Cana­dá. Para deta­lles adi­cio­na­les así como los tea­tros que trans­mi­ti­rán el even­to en las dife­ren­tes ciu­da­des del país y sus res­pec­ti­vas horas loca­les, pre­sio­ne aquí

Un Ver­gon­zo­so Pasado

SUGAR­CA­NE. Esta­dos Uni­dos-Cana­dá, 2024. Un docu­men­tal de Julian Bra­ve Noi­se­Cat y Emily Kas­sie. 106 minutos.

Den­tro de los mejo­res docu­men­ta­les estre­na­dos en el año en cur­so, cier­ta­men­te Sugar­ca­ne es uno de ellos. Remar­ca­ble­men­te diri­gi­do por Julian Bra­ve Noi­se­Cat y Emily Kas­sie el film cala hon­da­men­te en el áni­mo de la audien­cia al abor­dar un abo­mi­na­ble tema vin­cu­la­do con la comu­ni­dad autóc­to­na de Canadá.

Una esce­na de SUGARCANE

Comen­zan­do en 1894, el gobierno cana­dien­se sepa­ró a chi­cos indí­ge­nas de sus fami­lias for­zán­do­los a asis­tir a las escue­las resi­den­cia­les.. Dichos esta­ble­ci­mien­tos tenían el pro­pó­si­to de des­arrai­gar a sus asis­ten­tes de la cul­tu­ra nati­va para ser adoc­tri­na­dos a la cul­tu­ra pre­va­le­cien­te en Cana­dá. Cabe seña­lar que esos cole­gios estu­vie­ron mane­ja­dos por la Igle­sia Cató­li­ca y que por muchos años, los alum­nos se refi­rie­ron sobre com­pa­ñe­ros desaparecidos.

Lo ate­rra­dor de esta situa­ción es que los crí­me­nes de la Igle­sia no habían sido ocul­ta­dos y sin embar­go el civi­li­za­do mun­do occi­den­tal no se pro­nun­ció al res­pec­to has­ta que en 2021 se des­cu­brie­ron en Cana­dá fosas clan­des­ti­nas no iden­ti­fi­ca­das don­de fue­ron sepul­ta­dos muchos niños de dichas escuelas.

Dicho lo que ante­ce­de es impor­tan­te des­ta­car que el rea­li­za­dor Noi­se­Cat ha sido uno de los que indi­rec­ta­men­te sufrie­ron el escar­nio vivi­do por sus fami­lia­res dado que su padre Ed, naci­do en 1959, ha sido el úni­co sobre­vi­vien­te de quie­nes fue­ron intro­du­ci­dos en el ces­to de basu­ra des­ti­na­do a la incineración.

A tra­vés de la minu­cio­sa labor de inves­ti­ga­ción rea­li­za­da por Whit­ney Spea­ring y Char­le­ne Belleau el docu­men­tal se cen­tra espe­cial­men­te en los tes­ti­mo­nios ofre­ci­dos por anti­guos alum­nos de la misión St. Joseph de Williams Lake en la pro­vin­cia de Bri­tish Colum­bia. Es así que se tie­ne opor­tu­ni­dad de asis­tir al tes­ti­mo­nio brin­da­do por varios sobre­vi­vien­tes de dicha misión inclu­yen­do entre otros a Larry Emi­le, Jean William, Laird Archie, Ceci­lia Paul y el del tes­ti­go Wes­ley Jackson.

En el rela­to adquie­ren gra­vi­ta­ción espe­cial los comen­ta­rios de Roger Gil­bert (apo­da­do Rick), anti­guo jefe de las Pri­me­ras Nacio­nes y devo­to cató­li­co, quien se refie­re sobre los crue­les pro­ce­di­mien­tos que han sido some­ti­dos los esco­la­res, inclu­yen­do la tor­tu­ra, infan­ti­ci­dio e inclu­so la vio­la­ción ejer­ci­da por los sacer­do­tes de turno; así, el mani­fes­tó que nació como con­se­cuen­cia de que su madre había sido abu­sa­da sexual­men­te por un repre­sen­tan­te de la San­ta Iglesia.

Como ges­to de recon­ci­lia­ción el Vati­cano invi­tó en 2022 a repre­sen­tan­tes de las nume­ro­sas comu­ni­da­des autóc­to­nas inclu­yen­do a Gil­bert, para una audien­cia con el Papa. En dicho encuen­tro el Sumo Pon­tí­fi­ce expre­sa su pesar de que miem­bros de la Igle­sia hayan come­ti­do seme­jan­tes crí­me­nes; en todo caso no obs­tan­te que para Rick eso cons­ti­tu­ye un cier­to con­sue­lo, lo expre­sa­do por el San­to Padre no es más que un ges­to polí­ti­ca­men­te correc­to pero sin que ofre­cie­ra com­pen­sa­ción algu­na por los igno­mi­nio­sos peca­dos del clero.

Denun­cian­do una atroz reali­dad, los docu­men­ta­lis­tas brin­dan un con­mo­ve­dor docu­men­to inob­je­ta­ble­men­te rea­li­za­do que gene­ra un sen­ti­mien­to de pro­fun­da indig­na­ción fren­te a los atro­pe­llos cometidos.

En los cré­di­tos fina­les se lee que hubo 139 escue­las resi­den­cia­les fede­ral­men­te finan­cia­das en Cana­dá y 408 en Esta­dos Uni­dos en don­de recién en 1997 se pro­du­jo el cie­rre del últi­mo refor­ma­to­rio. La inves­ti­ga­ción rea­li­za­da reve­ló una ten­den­cia de infan­ti­ci­dio que real­men­te estremece.

El docu­men­tal está dedi­ca­do a todos los niños y niñas que fue­ron envia­dos a la misión St. Joseph per­te­ne­cien­tes a las nume­ro­sas comu­ni­da­des autóc­to­nas y a la memo­ria de Rick Gil­bert que falle­ció poco des­pués de haber con­clui­do la fil­ma­ción. Jor­ge Gutman

Una Excep­cio­nal Fotógrafa

LEE. Gran Bre­ta­ña, 2023. Un film de Ellen Kuras. 116 minutos

Para quie­nes no oye­ron hablar de Eli­za­beth Lee Miller (1907 – 1977), este pri­mer lar­go­me­tra­je de Ellen Kuras per­mi­te cono­cer impor­tan­tes aspec­tos de la vida de esta gran fotó­gra­fa ame­ri­ca­na que se des­ta­có foto­gra­fian­do las horro­ro­sas imá­ge­nes de la segun­da gue­rra mun­dial que azo­tó a Europa.

Kate Wins­let en LEE

La galar­do­na­da actriz Kate Wins­let encar­na a Lee, quien en la déca­da del 20 había sido una exi­to­sa mode­lo en la ciu­dad de Nue­va York, pero que pre­fi­rió abor­dar la foto­gra­fía, tras­la­dán­do­se pos­te­rior­men­te a París. El guión de Liz Han­nah, John Collee y Marion Hume ubi­ca la acción en 1977 en una peque­ña ciu­dad de Ingla­te­rra don­de la artis­ta vivió sus últi­mos años; allí ella es repor­tea­da por un joven perio­dis­ta (Josh O’ Con­nor), curio­so de impo­ner­se sobre su vida per­so­nal y pro­fe­sio­nal. Pasan­do revis­ta a su memo­ria la madu­ra mujer comien­za su rela­to que está expues­to a tra­vés de flashbacks.

En 1938 la fotó­gra­fa se halla en Fran­cia dis­fru­tan­do de los días solea­dos y almor­zan­do con sus amis­ta­des inclu­yen­do a Nusch (Noé­mie Mer­lant), Solan­ge (Marion Coti­llard) y el crí­ti­co y colec­cio­nis­ta de arte Roland Pen­ro­se (Ale­xan­der Skars­gard) quien lle­ga­ría a ser su mari­do. La situa­ción cobra un vuel­co deci­si­vo con la ame­na­za de gue­rra que se ave­ci­na y cuan­do la mis­ma comien­za a esta­llar, ella y Roland se tras­la­dan a Ingla­te­rra. En Lon­dres Lee comien­za a tra­ba­jar como fotó­gra­fa para la edi­ción bri­tá­ni­ca de la revis­ta Vogue don­de su super­vi­so­ra Audrey (Andrea Rise­bo­rough) le enco­mien­da cap­tar lo que está ocu­rrien­do en Ingla­te­rra; si bien sien­te frus­tra­ción al no ser­le per­mi­ti­do actuar como fotó­gra­fa perio­dis­ta en el fren­te béli­co, su deter­mi­na­ción y empu­je hará que even­tual­men­te sea acre­di­ta­da como corres­pon­sal de gue­rra y repor­te­ra de lo que está aconteciendo.

De retorno a París sin la com­pa­ñía de su mari­do, en los cam­pos de bata­lla cono­ce al fotó­gra­fo David Scher­man (Andy Sam­berg), corres­pon­sal de la revis­ta Life, con quien enta­bla una cor­dial rela­ción como asi­mis­mo tra­ba­jan­do con­jun­ta­men­te. Entre las pro­mi­nen­tes imá­ge­nes que Lee va cap­tan­do figu­ran las con­se­cuen­cias del napalm en el ase­dio de Saint Malo, la bata­lla de Alsa­cia, la atro­ci­dad regis­tra­da en los cam­pos de con­cen­tra­ción de Dachau y Buchen­wald así como la libe­ra­ción de París al final del con­flic­to. A todo ello, una icó­ni­ca foto es la regis­tra­da por Scher­man cap­tan­do a Lee en la bañe­ra de Hitler, pre­ci­sa­men­te el 30 de abril de 1945, el día en que él se sui­ci­dó en Berlín.

Sin entrar a con­si­de­rar cómo con­clu­ye esta his­to­ria en don­de se pro­du­ce una sor­pren­den­te reve­la­ción que no resul­ta con­du­cen­te con lo que se ha vis­to al prin­ci­pio del film, el mis­mo es meri­to­rio, espe­cial­men­te en lo con­cer­nien­te al nivel de actua­ción: Den­tro de un com­pe­ten­te elen­co sobre­sa­le la extra­or­di­na­ria inter­pre­ta­ción que Wins­let ofre­ce de la pro­ta­go­nis­ta de esta his­to­ria. La talen­to­sa intér­pre­te trans­mi­te con devo­ción la apa­sio­na­da labor des­ple­ga­da por la caris­má­ti­ca y cáli­da Lee que no se deja ame­dren­tar en un mun­do gene­ral­men­te reser­va­do a su con­tra­par­te mas­cu­li­na; mos­tran­do una vita­li­dad y un cora­je a toda prue­ba. Wins­let asi­mis­mo refle­ja la fra­gi­li­dad que Lee evi­den­cia en su ros­tro por la reper­cu­sión emo­cio­nal gene­ra­da al haber tes­ti­mo­nia­do los horro­res de la guerra.

Glo­bal­men­te con­si­de­ra­do, sin lle­gar a un nivel de excep­ción, la novel direc­to­ra ofre­ce un buen retra­to femi­nis­ta evi­den­cian­do el cora­je y valen­tía de la pro­ta­go­nis­ta, al pro­pio tiem­po que demues­tra que no exis­te dife­ren­cia gené­ri­ca algu­na para asu­mir ries­go­sos desa­fíos. Jor­ge Gutman

Un Can­to a la Amistad

WILL & HAR­PER. Esta­dos Uni­dos, 2024. Un docu­men­tal de Josh Green­baum. 114 min­lu­tos. Dis­po­ni­ble en Netflix

La face­ta lumi­no­sa de la con­di­ción huma­na que­da resal­ta­da en Will & Har­per, el can­do­ro­so docu­men­tal de Josh Greenbaum.

Will Ferrell y Har­per Steele

El docu­men­ta­lis­ta enfo­ca a Will Ferrell y Har­per Stee­le, dos per­so­nas que han cimen­ta­do un gran víncu­lo amis­to­so des­de que en 1995 el popu­lar actor adqui­rió gran popu­la­ri­dad en el emble­má­ti­co pro­gra­ma tele­vi­si­vo Satur­day Night Live agra­cia­do en gran par­te por los jugo­sos libre­tos escri­tos por Stee­le. Des­pués de que en 2022 Har­per, a la sazón de 61 años, le comu­ni­ca a su ami­go su tran­si­ción gené­ri­ca, ambos resuel­ven efec­tuar un via­je en carre­te­ra a tra­vés de Esta­dos Uni­dos comen­zan­do en New York y tenien­do como des­tino final Los Ángeles.

Ese via­je de 16 días con Har­per con­du­cien­do su vehícu­lo gene­ra un víncu­lo ínti­mo en don­de ella en una nue­va visión de sí mis­ma le va expo­nien­do cómo des­de lar­go tiem­po deseó adop­tar esa dife­ren­te iden­ti­dad gené­ri­ca, en tan­to que él median­te pre­gun­tas sutil­men­te expues­tas va iden­ti­fi­cán­do­se con la moti­va­ción y emo­cio­nes que aho­ra vive su gran ami­ga. Todo ese pro­ce­so en el que Har­per obser­va el mun­do que la rodea en su nue­va con­di­ción adquie­re en el rela­to momen­tos de con­si­de­ra­ble ter­nu­ra. Si bien los via­je­ros mati­zan el tra­yec­to median­te situa­cio­nes joco­sas en el inter­cam­bio de chis­tes, los mis­mos están inter­ca­la­dos con temas más serios como cuan­do ella le lee extrac­tos de su dia­rio per­so­nal escri­to antes de su tran­si­ción don­de refle­ja su vul­ne­ra­bi­li­dad fren­te a la deci­sión adoptada.

Sin nece­si­dad de deta­llar las alter­na­ti­vas vivi­das en cada para­da que rea­li­zan a lo lar­go de ese reco­rri­do, inclu­yen­do bares y res­tau­ran­tes en las ciu­da­des que atra­vie­san, ese peri­plo nutri­do de con­fi­den­cias recí­pro­cas adquie­re un carác­ter deci­di­da­men­te ínti­mo en don­de que­da refren­da­do la pro­fun­da amis­tad que les envuelve.

El film des­ti­la con­si­de­ra­ble emo­ción que que­da resal­ta­da en una con­mo­ve­do­ra esce­na cuan­do al visi­tar el Grand Can­yon se topan con una tera­peu­ta que lamen­ta no haber sido de gran ayu­da hacia un clien­te transgénero.

En momen­tos en que la tran­se­xua­li­dad adquie­re una ten­sión que se va incre­men­tan­do en la épo­ca en que vivi­mos es esti­mu­lan­te apre­ciar la exis­ten­cia de pelí­cu­las como la comen­ta­da que con­tri­bu­ye a huma­ni­zar y empa­ti­zar con quie­nes habien­do expe­ri­men­ta­do la desa­zón de no poder iden­ti­fi­car­se con el sexo asig­na­do al nacer adop­tan la audaz reso­lu­ción del cam­bio genérico.

Median­te una sen­ci­lla a la vez que entra­ña­ble narra­ti­va Green­baum ha logra­do un film de cabal hones­ti­dad per­mi­tien­do que la audien­cia pue­da ple­na­men­te iden­ti­fi­car­se con dos seres dis­pues­tos a soli­da­ri­zar y apo­yar­se incon­di­cio­nal­men­te cua­les­quie­ra sean las situa­cio­nes que deban enfren­tar. En últi­ma ins­tan­cia, este docu­men­tal cons­ti­tu­ye un bello tri­bu­to a la amis­tad. Jor­ge Gutman