Crónica de Jorge Gutman
LES GENS, LES LIEUX, LES CHOSES. Texto: Duncan Macmillan – Traducción; David Laurin – Dirección: Olivier Arteau – Elenco: Anne-Élisabeth Bossé, Claude Breton-Potvin, Maude Guérin, Joephillip Lafortune, Marc-Antoine Marceau, Jean-Sébastien Ouellette, Fabien Piché, Charles Roberge, Ines Sirine Azalez, Alexandrine Warren – Escenografía: Amélie Trépanier – Vestuario: Cynthia St-Gelais – Iluminación: Keven Dubois – Música: Antoine Berthiaume.- Coreografía:: Fabien Piché – Accesorios: Guylaine Petitclerc — Maquillaje y Peinado:. Amélie Bruneau-Longpré. Duración: 2 horas 20 minutos incluyendo un entreacto. Representaciones: Hasta el 12 de octubre de 2024. Teatro: Duceppe
La drogadicción que genera dependencia con las consecuencias que mental o físicamente pueden causar a la persona afectada es el tema que el dramaturgo británico Duncan Macmillan considera en esta pieza a través de su personaje protagónico..
El texto traducido al francés por David Laurin se centra en Emma (Anne-Élisabeth Bossé), una reputada actriz teatral, a la vez toxicómana y alcohólica, que es forzada a retirarse del escenario mientras interpreta el papel de Nina en la obra La Gaviota de Chéjov; eso es debido al efecto experimentado por las drogas insumidas. Consciente de que será difícil que pueda ser contratada a menos que deje su consumo ella decide iniciar el duro proceso de desintoxicación.
A partir de allí la obra se desenvuelve mediante fragmentos de escenas; así se la ve en el tratamiento que recibe de su doctora en el centro de desintoxicación al que acude, como asimismo asistiendo a los encuentros terapéuticos con otros integrantes en condiciones similares.
El problema principal que envuelve a Emma, es su personalidad caótica y autodestructiva en donde a pesar de procurar una cura, ella no es sincera en lo que afirma dado que acostumbra a mentir incluyendo su verdadero nombre de Sara, lo que incide a que de modo alguno resulte auténtica en lo que expresa; sintiéndose alienada y atrapada en el mundo poco edificante en el que se encuentra forzada a vivir, la droga es para ella un escape de la cruda realidad.
Hay varios elementos que permiten que la obra adquiera envergadura. El primer factor es la avasalladora presencia de Anne-Élizabeth Bossé volcando una fuerza inusual en el complejo rol de Emma permitiendo que su meritorio trabajo suscite admiración al transmitir la variada gama emocional y física que su personaje trasunta; eso no va en desmedro del resto del irreprochable elenco incluyendo entre otros nombres la encomiable labor de Maude en su triple papel animando tanto a la doctora, la directora del grupo terapéutico y a la madre de Emma.
No menos importante es la lograda dirección de Olivier Artau como supervisor de su equipo de trabajo permitiendo extraer el contenido esencial que nutre a la pieza de Macmillan; a la vez su ingeniosa puesta escénica se ve favorecida por la estupenda iluminación de Keven Dubois y el logrado efecto sonoro jugando un rol esencial en el clima que alienta a la obra. Similares elogios merece la visión del director intercalando en la trama la magnífica ingeniosa coreografía de Fabien Piché donde los movimientos de cuerpo del grupo danzante reflejan los martirios que azotan a Emma en sus momentos de máxima angustia.
El autor ha propuesto una temática ciertamente ambiciosa a través de la anatomía de su drogadicta protagonista. Si bien en el primer acto de 90 minutos el texto se torna un poco reiterativo la verdadera emoción se hace sentir en su segmento final de la segunda parte; así en el reencuentro de Emma con sus padres y especialmente en la conversación que mantiene con su madre dolorida y abatida por lo que le acontece, la obra conduce a un desenlace altamente lacerante reflejando la complejidad del ser humano.
En suma, esta pieza donde el drama se entremezcla con un convincente humor punzante constituye un promisorio comienzo de la compañía del Teatro Duceppe de la temporada 2024 – 2025.
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