Un Enco­mia­ble Héroe

SUPER/MAN: THE CHRIS­TOPHER REEVE STORY. Esta­dos Uni­dos, Gran Bre­ta­ña, 2024. Un film de Ian Bonho­le y Peter Etted­gui. 104 minutos

Un mere­ci­do tri­bu­to es el que los docu­men­ta­lis­tas Ian Bonho­le y Peter Etted­gui ofre­cen al des­apa­re­ci­do actor Chris­topher Reeve a los 20 años de su dece­so. En este con­mo­ve­dor rela­to los cineas­tas retra­tan al actor que al que­dar dis­ca­pa­ci­ta­do ha demos­tra­do una resi­lien­cia y deter­mi­na­ción a toda prue­ba para mejo­rar las con­di­cio­nes de vida de quie­nes como él han que­da­do físi­ca­men­te impedidos.

Chris­topher Reeve

Sin adop­tar un orden cro­no­ló­gi­co, el film equi­li­bra ade­cua­da­men­te el antes y el des­pués del trá­gi­co acci­den­te sufri­do por Reeves en mayo de 1995 cuan­do al caer de un caba­llo sufrió una gra­ve lesión en su médu­la espi­nal que lo ha deja­do tetra­plé­ji­co e inmo­vi­li­za­do en vida.

En un rapi­dí­si­mo bro­cha­zo de su infan­cia, inclu­yen­do haber expe­ri­men­ta­do a los 3 años el divor­cio de sus padres, el rela­to pasa de lleno a su carre­ra de actor tea­tral y el momen­to en que se le ofre­ce la opor­tu­ni­dad de inter­pre­tar el film Super­man (1978) de Richard Don­ner; el gran éxi­to obte­ni­do por dicha pelí­cu­la lo con­vier­te inter­na­cio­nal­men­te en una super estre­lla del cine.

Los rea­li­za­do­res se han vali­do de los tes­ti­mo­nios de varios cole­gas que han actua­do o bien teni­do la opor­tu­ni­dad de estar en con­tac­to con él. Entre algu­nos de ellos se encuen­tra Jeff Daniels, Whoo­pi Gold­berg, Susan Saran­dón, Glenn Clo­se y su ínti­mo y gran ami­go del alma ya falle­ci­do Robin Williams que se gra­dua­ron en el mis­mo año en la escue­la Julliard.

La fama de Reeve per­ma­ne­ce inde­cli­na­ble has­ta que se pro­du­ce la tra­ge­dia del acci­den­te ecues­tre don­de a par­tir de enton­ces su vida cobra un vuel­co ines­pe­ra­do. Uno de los momen­tos emo­ti­vos del film acae­ce cuan­do el actor efec­túa su pri­me­ra apa­ri­ción públi­ca en su silla de rue­das en el acto de entre­ga de los Oscar en 1996 sien­do home­na­jea­do y cáli­da­men­te aplau­di­do por la audien­cia asistente.

El rela­to cobra con­si­de­ra­ble inten­si­dad des­pués de haber que­da­do para­li­za­do ilus­tran­do su acti­va par­ti­ci­pa­ción en abo­gar por la defen­sa de los para­plé­ji­cos; en tal sen­ti­do es excep­cio­nal­men­te meri­to­rio el emo­ti­vo dis­cur­so pro­nun­cia­do en oca­sión de la Con­ven­ción Nacio­nal del Par­ti­do Demó­cra­ta de 1996, recla­man­do una mejor cober­tu­ra médi­ca para la gen­te dis­ca­pa­ci­ta­da. Su emo­ti­va alo­cu­ción logró que el gobierno dis­pu­sie­ra de un mayor pre­su­pues­to ten­dien­te a la inves­ti­ga­ción y ayu­da a la comu­ni­dad para­plé­ji­ca, como acon­te­ció con la nota­ble para­li­za­da cien­tí­fi­ca Broo­ke Elli­son; basa­do en esta mujer, Reeves rodó en 2004 su pós­tu­mo film “The Broo­ke Elli­son Story” resal­tan­do su labor de acti­vis­ta en la lucha por la mis­ma causa.

El docu­men­tal con­si­de­ra asi­mis­mo la rela­ción sen­ti­men­tal de Reeves con Gae Exton don­de nacie­ron sus hijos Matthew y Ale­xan­dra así como su pos­te­rior enla­ce en 1992 con la can­tan­te Dana Moro­si­ni tenien­do como úni­co hijo a Will. Si en su pri­me­ra épo­ca, Reeves no tuvo gran con­tac­to con sus dos pri­me­ros hijos al dejar­los en Ingla­te­rra para asu­mir com­pro­mi­sos de cine en Holly­wood, es cuan­do ya inmo­vi­li­za­do que otor­ga prio­ri­dad a su núcleo familiar.

Ade­más de los tes­ti­mo­nios brin­da­dos por las dos pare­jas y sus hijos así como la dis­po­si­ción que tuvie­ron los rea­li­za­do­res de archi­vos de la fami­lia, que­da en evi­den­cia la bue­na rela­ción exis­ten­te entre los her­ma­nos, como igual­men­te el gran amor e infi­ni­to cui­da­do de Dana hacia su mari­do don­de ambos en 2002 cons­ti­tu­ye­ron The Chris­topher and Dana Reeve Foun­da­tion; esta ins­ti­tu­ción per­si­gue curar y mejo­rar la cali­dad de las per­so­nas que viven con pará­li­sis median­te pro­yec­tos inno­va­do­res de inves­ti­ga­ción finan­cia­dos con subvenciones.

La pelí­cu­la cul­mi­na con evi­den­te emo­ción refle­jan­do el tris­te recuer­do de sus hijos con moti­vo de la muer­te de su padre el 10 de octu­bre de 2004 y a ello sigue la de Dana; lamen­ta­ble­men­te falle­ci­da el 6 de mar­zo de 2006 debi­do a un cán­cer al pul­món. Es así que Matthew, Ale­xan­dra y Will pro­si­guen la noble misión de sus padres diri­gien­do la altruis­ta fundación.

La flui­da direc­ción de Bonho­le y Etted­gui como el cui­da­do­so mon­ta­je de Otto Burnham valo­ri­zan a este con­mo­ve­dor docu­men­tal resal­tan­do el heroís­mo de un hom­bre inmo­vi­li­za­do y depen­dien­te de un res­pi­ra­dor, quien con su valio­so empren­di­mien­to ha sido un indis­cu­ti­ble bene­fac­tor de la gen­te físi­ca­men­te inmo­vi­li­za­da. Jor­ge Gutman