CONCLAVE. Gran Bretaña-Estados Unidos, 2024. Un film de Edward Berger. 120 minutos
Con el importante precedente de haber logrado el Oscar por All Quiet On The Western Front (2022) como mejor película internacional, el director alemán Edward Berger retorna con Conclave centrando su atención en los entretelones que acontecen en la elección de un nuevo Papa.
En su comienzo, el reverendo Papa ‑sin que se especifique su nombre- ha muerto. En consecuencia, el cardenal Lawrence (Ralph Fiennes), en su condición de decano del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica habrá de dirigir el cónclave para elegir a un nuevo pontífice. Como lo exige la tradición, los cardenales provenientes de diferentes rincones del mundo se congregarán en los salones del Vaticano, permaneciendo aislados durante el tiempo que demande la elección de quien sucederá al fallecido Papa.
Uno de los aspectos de mayor interés de este relato de ficción guionizado por Peter Straughan basado en el libro homónimo de Robert Harris de 2016, es la notable descripción de los diferentes personajes que participan en el cónclave. Es así que está muy bien diseñada la personalidad del cardenal Lawrence que queriendo efecctuar su retiro después de la elección, desea que el soberano electo recaiga en el candidato que mejor guíe a la institución en la época actual; por consiguiente, su voluntad es que el próximo pontífice sea el cardenal Bellini (Stanley Tucci) continuando con la labor progresista de la Iglesia; en tal sentido se opone la postura del cardenal Tedesco (Sergio Castellitto), aferrado a las viejas tradiciones, en tanto que el cardenal Tremblay (John Lithgow) desea fervientemente ser electo. Entre otros de los representantes que optan al sagrado cargo se encuentra el cardenal Adeyemi (Lucian Msamati) procedente de Nigeria así como el misionero cardenal Benítez (Carlos Diehz) de Kabul.
El candidato electo debe reunir la mayoría de votos y a medida que se suceden las votaciones para lograrlo, todo acontece dentro de un clima similar a las intrigas palaciegas, donde se manifiesta la ambición del poder mediante disputas, envidias, prejuicios raciales, conspiraciones y denuncias de mala fe de ciertos eclesiásticos tendientes a sabotear o a consolidar a los candidatos con mayor posibilidad de ser elegidos A todo ello, las mujeres religiosas del Vaticano no tienen participación alguna en el cónclave, salvo que en este caso el guión incluye a la callada Hemana Agnes (Isabella Rossellini), asistente de Lawrence, quien en un momento dado adopta una actitud contestaria pronunciando un breve y contundente monólogo.
Con una velada crítica a los pecados y escándalos sexuales que se han suscitado por parte de la Iglesia Católica y que han tenido considerable difusión en el reciente pasado, Berger elabora un thriller con una dosis de buen suspenso aunque ciertas revelaciones que van surgiendo no terminan de conformar desde una perspectiva realística. En tal caso, el docu-ficción The Two Popes (2019) es mucho más relevante y profundo de lo que se aprecia en Conclave aunque cabe admitir que como entretenimiento permite concitar la atención del espectador.
Queda como balance un film no desprovisto de interés, resaltado por un remarcable elenco encabezado por la magnífica composición lograda por Fiennes como asimismo por la reproducción de los interiores del Vaticano gracias al impecable diseño de producción de Suzie Davies y la encomiable fotografía de Stéphane Fontaine.
Jorge Gutman