EMILIA PÉREZ. Francia, 2024. Un film escrito y dirigido por Jacques Audiard. 132 minutos
Considerado como uno de los más sobresalientes cineastas de Francia y a nivel internacional, Jacques Audiard nuevamente entrega otra gran obra en Emilia Pérez. Ya acostumbrado a recibir premios en Cannes, como lo han sido el Gran Premio del Jurado con Un Prophète (2009) y la Palma de Oro con Deepha (2015), su reciente film ha sido este año galardonado con el Premio del Jurado.
Con una mezcla de diferentes géneros incluyendo melodrama, realismo social, comedia musical, suspenso y humor negro, este décimo largometraje de Audiard además de ser absolutamente original, ambicioso y nada convencional despierta admiración por su impecable narrativa.
La historia comienza en la ciudad de México, en donde la diestra abogada penalista Rita (Zoe Saldana), atendiendo los requerimientos de su superior, se convierte en una hábil defensora de un individuo que asesinó a su esposa, convenciendo al jurado de su inocencia; interiormente no está satisfecha del papel que le tocó asumir en donde el homicida queda liberado de culpa y cargo.
La rutina de Rita se ve alterada cuando Manitas del Monte (Karla Sofía Gascón), un peligroso líder de un cartel de drogas, requiere que ella le preste un servicio muy especial por el que será recompensada con una fabulosa suma monetaria. No obstante que él está casado con Jessi (Selena Gómez) y es padre de dos hijos, desea que Rita encuentre a un discreto cirujano para que le cambie de sexo, habiendo comenzado tiempo atrás el tratamiento hormonal. Es así que Rita y Manitas viajan a Israel donde el reputado Dr. Wasserman (Mark Ivanir), efectúa exitosamente la operación. Después de la cirugía, Manitas adopta el nombre de Emilia Pérez y le pide a Rita que por razones de seguridad se ocupe del traslado de su familia a Suiza y le haga saber a Jessi que su esposo murió.
Cuatro años después Rita disfruta de una buena situación económica, ha dejado su profesión y se halla en Inglaterra; allí se reencuentra con Emilia, quien esta vez le solicita que se ocupe de llevar a Jessi y los niños a México, dado que ella quiere regresar a su terruño. Es allí que se produce el encuentro de Emilia con Jessi, donde ante los niños ella les hace saber que es su tía. A todo ello, cuando Emilia se encuentra en un café con una madre cuyo hijo ha desaparecido, ella junto con Rita crean una institución sin fines de lucro destinada a ayudar a los que sufren de la crueldad del narcotráfico imperante.
En la letra escrita, lo reseñado puede resultar dudoso si acaso es posible que Emilia deje por completo la personalidad violenta albergada en Manitas. Más allá de esa duda que el film no plantea, lo concreto es que Audiard maneja el relato con una remarcable audacia intercalándolo con música como si se estuviera contemplando precisamente una dramática comedia musical.
Las actuaciones del trío protagónico causan admiración. Saldana, en el mejor papel de su carrera, deslumbra actuando con inusitado brío y energía como igualmente cuando aplica sus condiciones vocales, sobre todo en una canción ofrecida en un banquete de beneficencia donde hace referencia a la corrupción política vigente. No menos fascinante es la maravillosa interpretación de Gascón, brindando completa autenticidad en su doble rol de Manitas y Emilia; asimismo cabe destacar a Gómez que además de su remarcable desempeño como una mujer vulnerable cuya vida se ha visto trastocada, también cautiva como cantante. En suma las interpretaciones de Saldana, Gascón y Gómez les ha merecido compartir en Cannes el premio a la mejor actuación femenina.
Sin duda, Emilia Pérez es uno de los grandes filmes del año en curso, en donde el director francés con poderosa vitalidad ha podido captar la esencia del drama social que aflige a México, tanto en lo que concierne al femicidio, como asimismo a la violencia desplegada por los narcotraficantes que en muchos casos cuentan con el corrupto apoyo político. Altamente recomendable. Jorge Gutman