Crónica de Jorge Gutman
KUKUM. Texto: Michel Jean — Adaptación Teatral: Laure Morali con la colaboración de Joséphine Bacon -. Dirección: Émilie Monnet – Elenco: Sharon-Fontaine Ishpatao, Jean-Luc Kanapé, Léane Labrèche-Dor, Marie-Ève Pelletier, Emma Rankin y Êtienne Thibeault– Escenografía: Simon Guilbault — Accesorios: Mayumi Ide-Bergeron — Vestuario: Sophie El-Assaad y Kim Picard – Iluminación: Martin Sirois – Maquillaje: Florence Cornet — Concepción Sonora: Marie-Frédérique Gravel — Música Tradicional: Mathieu McKenzie, Kim Fontaine y Hugo Perreault — Concepción del Video: Caroline Monnet — Asistencia de Dirección: Claudie Gagnon. Duración: 105 minutos. Representaciones: Hasta el 15 de diciembre de 2024 en el Théâtre du Nouveau Monde
Una excepcional experiencia es la que el amante teatral podrá disfrutar con esta obra presentada en el TNM. Basada en el elogioso libro homónimo de Michel Jean publicado en 2019, la renombrada escritora y poetisa Laure Morali con el aporte de la eximia poetisa innu Joséphine Bacon han logrado una estupenda adaptación.
Sin duda alguna la pieza es un bello homenaje realizado a la comunidad autóctona de Canadá con el loable propósito de reconciliación y unión con la población blanca.
El autor deseó homenajear a sus ancestros a través de su querida bisabuela Almanda Fortier-Carmichael (1882 – 1977). El relato transcurre a principios del siglo pasado y en la primera escena se observa la huérfana blanca Almanda de 15 años (Léane Labrèche-Dor) que viviendo en la región de Lac Saint-Jean en una de sus salidas conoce circunstancialmente al joven innu Thomas Simeon (Étienne Thibeaut); el flechazo de amor que se produce entre ambos motivará a que Almanda decida casarse con Thomas teniendo en cuenta la buena acogida que ella recibe de su suegro Malek (Jean-Luc Kanapé) y de su hermana Christine (Sharon Fontaine-Ishpatao). Una de las emocionantes escenas de la pieza acontece en la ceremonia de enlace donde posteriormente Almanda se despide de su tía (Marie-Ève Pelletier) quien la había cuidado durante su orfandad.
De allí en más la historia gravita en torno al amor indestructible de la pareja y la forma en que Almanda a través de las cuatro estaciones se adapta a las costumbres y tradiciones de la nómade familia innu, como una integrante más de esa comunidad.
La puesta escénica de la multifacética artista Émilie Monnet cuidó esmeradamente todos los detalles necesarios a fin de lograr la máxima autenticidad de la cultura innu, en donde se destaca el valioso aporte de Joséphine Bacon para que parte de los diálogos de la pieza se expresen en lenguaje innu; asimismo Monnet intercala magníficamente cantos tradicionales concebidos por Mathieu McKenzie, Kim Fontaine y Hugo Perreault. No menos importante es la contribución de Caroline Monnet (hermana de la directora) de las imágenes de video que ha diseñado y el empleo de material de archivo para reflejar la realidad del pueblo indígena. La escenografía de Simon Guilbault refleja el paso del tiempo, en donde en el crepúsculo de su existencia la abuela Almanda transmite a su nieta Claude (Emma Rankin) las vivencias atravesadas, sin dejar de omitir los obstáculos ocasionados por la colonización de los Blancos.
Además de la riqueza del vestuario autóctono diseñado por Sophie El-Assaad y Kim Picard, el valioso efecto de iluminación de Martin Sirois y la concepción sonora de Marie-Frédérique Gravel, la pieza se valoriza por el estupendo elenco convocado por Émilie Monnet. En tal sentido cabe mencionar que con la excepción de Léane Labrèche-Dor en su excelente composición protagónica y Marie-Ève Pelletier (caracterizando a la tía de Almanda), por primera vez en una representación teatral los restantes cuatro artistas son autóctonos que brindan una inmejorable caracterización en los roles asignados.
Dicho lo que antecede, Kukum.(palabra que significa “abuela”) es una obra poética e intensamente palpitante que permite al espectador quedar profundamente conmovido al haberse sumergido en la valiosa cultura innu. Esta excelente pieza es a todas luces imperdible.
: .