Un Logro Científico

JOY. Gran Bre­ta­ña, 2024. Un film de Ben Tay­lor. 113 minu­tos. Dis­po­ni­ble en Netflix

El tema de la fer­ti­li­za­ción in vitro es lo que el rea­li­za­dor Ben Tay­lor abor­da en Joy una his­to­ria de fic­ción basa­da en la realidad..

Bill Nighy, James Nor­ton y Tho­ma­sin McKenzie

La acción que trans­cu­rre en Ingla­te­rra en 1968 intro­du­ce a Jean Purdy (Tho­ma­sin McKen­zie) quien entre­na­da como enfer­me­ra espe­cia­li­za­da en embrio­lo­gía es con­tra­ta­da por el bió­lo­go inves­ti­ga­dor Robert Edwards (James Mor­ton) en el hos­pi­tal Kershaw. Con­tan­do con la labor del afa­ma­do gine­có­lo­go ciru­jano Patrick Step­toe (Bill Nighy), el obje­ti­vo del trío así cons­ti­tui­do es el de ven­cer la este­ri­li­dad pade­ci­da por un buen núme­ro de muje­res. Para ello la tarea con­sis­te en la extrac­ción de un óvu­lo de sus cuer­pos para ser fecun­da­dos en el labo­ra­to­rio con esper­ma­to­zoi­des de donan­tes y pos­te­rior­men­te injer­ta­dos en sus cuer­pos a fin de lograr su gravidez.

El tra­ba­jo de este equi­po debe supe­rar serios desa­fíos en la medi­da que no reci­be el apo­yo nece­sa­rio del sec­tor médi­co así como ade­más el comi­té encar­ga­do de sumi­nis­trar fon­dos para inves­ti­ga­ción cien­tí­fi­ca demues­tra escep­ti­cis­mo. A ello se agre­ga la nega­ti­va opi­nión públi­ca que se mani­fies­ta cla­ra­men­te en un deba­te tele­vi­si­vo en el que par­ti­ci­pan Edwards y el doc­tor James Watson (Nicho­las Rowe), gana­dor del pre­mio Nobel de medi­ci­na en 1962; el afa­ma­do facul­ta­ti­vo no está de acuer­do con la fer­ti­li­za­ción in vitro por­que teme que este pro­ce­di­mien­to pue­da gene­rar cria­tu­ras mal for­ma­das o con defec­tos insal­va­bles; Edwards tra­ta de per­sua­dir esa obje­ción seña­lan­do que el ries­go incu­rri­do es bajo fren­te a las ven­ta­jas resul­tan­tes del proyecto.

El rela­to guio­ni­za­do por Rachel Mason, Jack Thor­ne y Emma Gor­don, es narra­do a tra­vés de la ópti­ca de Jean quien por su tarea debe enfren­tar la fir­me opo­si­ción de su reli­gio­sa madre (Joan­na Scan­lan); eso de nin­gún modo la ami­no­ra pro­si­guien­do con fir­me pasión su labor fren­te a muje­res deses­pe­ra­das por ser madres y dis­pues­tas a ser some­ti­das a este pro­ce­di­mien­to aun­que no se les garan­ti­za que el emba­ra­zo logra­do pue­da lle­gar a su término.

Aun­que par­te del film que­da refle­ja­do en minu­cio­sos deta­lles téc­ni­cos que pue­den no estar al alcan­ce del espec­ta­dor, eso no ate­núa el inte­rés del mis­mo; la his­to­ria narra­da es fas­ci­nan­te a la vez que con­mue­ve cuan­do el 25 de julio de 1978 nace Loui­se Joy Brown, la pri­me­ra niña con­ce­bi­da in vitro, con­cre­tan­do de este modo el monu­men­tal esfuer­zo cien­tí­fi­co logra­do por tres sobre­sa­lien­tes investigadores.

Las genui­nas actua­cio­nes del trío pro­ta­gó­ni­co con­fie­ren com­ple­to rea­lis­mo a este cau­ti­van­te film, aun­que por la asig­na­ción de roles es des­ta­ca­ble la inter­pre­ta­ción que logra McKen­zie quien trans­mi­te el empu­je, deter­mi­na­ción y apa­sio­na­mien­to que en la vida real­men­te vol­có Jean Purdy en su trabajo.

En los cré­di­tos fina­les se pue­de obser­var fotos de los ros­tros de Bob Edwards (1925 – 2013), Patrick Step­toe (1913 – 1988) y Jean Purdy (1945 – 1985) y se infor­ma que gra­cias a su mag­na tarea cien­tí­fi­ca han lle­ga­do al mun­do ente­ro 12 millo­nes de bebés.

El direc­tor dedi­ca la pelí­cu­la “a todos los que hicie­ron posi­ble esta ale­gría”. Como nota final cabe men­cio­nar que en 2019, Edwards ‑el úni­co sobre­vi­vien­te del trío- obtu­vo el pre­mio Nóbel de medi­ci­na. Jor­ge Gutman