LA PLUS PRÉCIEUSE DES MERCHANDISES. Francia, 2024. Un film de Michel Hazanavicius. 81 minutos
A la manera de un cuento moral, Michel Hazanavicius, el oscarizado director de L’artist (2011), recurre por primera vez a la técnica de la animación para abordar en La Plus Précieuse des Merchandises un sólido drama con el Holocausto como telón de fondo.
La historia está basada en el libro homónimo del dramaturgo francés Jean-Claude Grumberg publicado en 2019 y que ha sido adaptado por el autor conjuntamente con Hazanavicius. Ambientado en una zona forestal de Polonia en plena temporada invernal durante la Segunda Guerra el relato narrado en off por la cálida voz del malogrado actor Jean-Louis Trintignant presenta a un humilde matrimonio de leñadores (voces de Grégory Gadebois y Dominique Blanc) que no ha podido concebir un hijo.
Frecuentemente la leñadora se dirige a las vías férreas próximas del lugar aguardando que los trenes que pasan arrojen alimentos para saciar el hambre; grande es su sorpresa cuando descubre que de un ferrocarril en marcha a través de una de sus ventanas ha sido lanzado una bebita. Atribuyendo ese hecho a un milagroso regalo del cielo, ella inmediatamente recoge a la criatura considerándola como la más preciosa de las mercancías que pudiera haber recibido. Sin embargo, su marido hosco y gruñón, sabiendo que la infante debió haber sido arrojada por algunos de los condenados judíos destinados al campo de concentración de Auschiwitz, imbuido del sentimiento antisemita de la zona rehúsa a aceptarla temiendo que su presencia les pueda perjudicar; su mujer decididamente se opone y decide protegerla y cuidarla como si se tratara de su propia hijita. Al poco tiempo el leñador se congracia con la simpatía de la chiquita protegiéndola y brindándole junto a su esposa el amor paternal, como asimismo enfrentando la resistencia de sus colegas y de la policía.
Mediante una elipsis, el discurso narrativo adopta un tono sombrío al centrar la atención en el padre judío que arrojó a la criatura al atisbar que de ese modo ella pueda salvar su vida por alguien que la rescate, como efectivamente ocurrió.
Con reminiscencia bíblica del Antiguo Testamento referido a la salvación de Moisés que había quedado abandonado en las aguas del Nilo, Hazanavicius logra un conmovedor drama de la Shoa dejando en su resolución un mensaje de esperanza. Aunque lo narrado no está basado en un caso real, obviamente es una remarcable representación del odio, violencia y brutal aniquilación de los judíos durante el sangriento conflicto bélico europeo. Mediante una animación sencilla de tipo artesanal y visualmente efectiva, sus pujantes dibujos expresan cabalmente la terrible realidad histórica que se desprende de esta singular fábula.
En esencia, el director ofrece una pequeña joya de animación, muy bien ejecutada, cuyo mensaje humanitario permite legítimamente emocionar al espectador. En los actuales momentos en que el espectro del antisemitismo cobra inusitada fuerza; este aleccionador y didáctico cuento resulta más que bienvenido para la actual generación. Jorge Gutman