Una Som­bría Duda

DOUBT. Esta­dos Uni­dos, 2008. Un film escri­to y diri­gi­do por John Patrick Shan­ley. 104 minu­tos. Dis­poi­ni­ble en Netflix

La duda, ese agui­jón humano que tie­ne como carac­te­rís­ti­ca sem­brar la sen­sa­ción de incer­ti­dum­bre, inse­gu­ri­dad, o fal­ta de con­fian­za com­ple­ta fren­te a la ver­dad de un hecho acon­te­ci­do, es lo que sir­vió de ins­pi­ra­ción al dra­ma­tur­go John Patrick Shan­ley para escri­bir Doubt, una atrac­ti­va obra tea­tral que le mere­ció el Pre­mio Pullitzer en 2005, ade­más de una exce­len­te carre­ra crí­ti­ca y comer­cial en Broad­way. Aho­ra, casi dos déca­das des­pués, un públi­co más amplio tie­ne acce­so a su con­te­ni­do median­te la ver­sión cine­ma­to­grá­fi­ca de 2008 diri­gi­da por su autor.

Meryl Streep

La acción trans­cu­rre en Esta­dos Uni­dos en 1964 en un cole­gio cató­li­co de Bronx que fun­cio­na ane­xo a una igle­sia. En la pri­me­ra esce­na, el sacer­do­te Bren­dan Flynn (Phi­lip Sey­mour Hoff­man) se diri­ge a su grey tra­tan­do el tema “¿Qué es lo que se debe hacer cuan­do no se está segu­ro?”; entre los asis­ten­tes se encuen­tra la mon­ja Aloy­sius Beau­vier (Meryl Streep), direc­to­ra de la escue­la que mane­ja a la ins­ti­tu­ción con mano de hie­rro y que cree tener cer­ti­dum­bre abso­lu­ta sobre los defec­tos de las per­so­nas que la rodean, sobre todo en lo que con­cier­ne al Padre Flynn por quien no guar­da simpatía.

Uno de los méri­tos de la obra es esta­ble­cer un con­tras­te con­vin­cen­te entre la noble­za del caris­má­ti­co cura y la anti­pa­tía de Aloy­sius mani­fes­ta­da a tra­vés de una con­duc­ta rígi­da, sober­bia, into­le­ran­te y arbi­tra­ria; esa opo­si­ción de per­so­na­li­da­des fun­cio­na de modo natu­ral sin crear un mani­queís­mo que podría haber daña­do la cre­di­bi­li­dad del relato.

El hecho que gene­ra la gue­rra sin cuar­tel entre ambos per­so­na­jes es una obser­va­ción casual que rea­li­za la mon­ja James (Amy Adams) sobre el espe­cial afec­to que Flynn dis­pen­sa a Donald (Joseph Fos­ter II), un alumno de doce años que es el pri­mer niño negro en haber sido admi­ti­do en el esta­ble­ci­mien­to. Cuan­do la reli­gio­sa, actuan­do en for­ma sin­ce­ra y sin mala fe, comu­ni­ca su impre­sión a la direc­to­ra, ésta se escu­da en dicho comen­ta­rio para vol­car todo su furor hacia Flynn. Sin deli­near lo que pro­si­gue por­que res­ta­ría inte­rés a la poten­cial audien­cia; se pue­de anti­ci­par que el rela­to logra trans­mi­tir las con­se­cuen­cias dañi­nas de deci­sio­nes adop­ta­das en base a hechos no comprobados.

La impor­tan­cia del film resi­de en su temá­ti­ca, la res­pe­ta­ble adap­ta­ción y tra­ta­mien­to de Stan­ley de su obra y por su inme­jo­ra­ble elen­co. Streep, una de las glo­rias del cine mun­dial, brin­da una per­fec­ta carac­te­ri­za­ción de su odio­so y des­pre­cia­ble per­so­na­je don­de solo hacia el final esbo­za cier­ta huma­ni­dad. No menos rele­van­te es la actua­ción del des­apa­re­ci­do gran actor que ha sido Hoff­man encar­nan­do al sacer­do­te preo­cu­pa­do por el bien­es­tar de los niños de su parro­quia. Adams expre­sa muy bien la ino­cen­cia natu­ral de una per­so­na aco­sa­da por la res­pon­sa­bi­li­dad que le cupo al haber des­acre­di­ta­do a una per­so­na en base a una impre­sión sin prue­bas con­cre­tas. Final­men­te, sobre­sa­le Vio­la Davis quien brin­da una mag­ní­fi­ca com­po­si­ción ani­man­do a la madre del alumno negro. Dicho lo que ante­ce­de, vale la pena apre­ciar este nota­ble drama.
Jor­ge Gutman

Des­car­na­do Relato

QUEER. Ita­lia-Esta­dos Uni­dos, 2024. Un film de Luca Gua­dag­nino. 135 minutos

El direc­tor ita­liano Luca Gua­dag­nino abor­da en Queer la nove­la homó­ni­ma semi auto­grá­fi­ca del escri­tor ame­ri­cano William S. Burroughs (1914 – 1997) escri­ta a prin­ci­pios de la déca­da del 50 pero publi­ca­da en 1985. Este des­car­na­do rela­to sobre la sole­dad de un indi­vi­duo, encuen­tra en Daniel Craig al intér­pre­te ideal para carac­te­ri­zar al per­so­na­je protagónico.

Daniel Craig

El guión de Jus­tin Kuritz­kes pre­sen­ta al escri­tor gay William Lee (Craig) de media­na edad,-alter ego de Burrough- resi­dien­do en Méxi­co en los prin­ci­pios de la déca­da del 50, tras haber hui­do de Esta­dos Uni­dos por haber sido acu­sa­do de poseer heroí­na. Deso­la­do y sin rum­bo fijo, el erran­te Lee se sola­za con­su­mien­do opioi­des, tran­si­tan­do por las calles de la ciu­dad y arrin­co­nán­do­se en un bar local fre­cuen­ta­do por com­pa­trio­tas expa­tria­dos; en ese sitio ade­más de beber per­ma­nen­te­men­te dia­lo­ga con su ami­go Joe (Jason Sch­war­tz­man). Su ruti­na se alte­ra cuan­do avis­ta a Euge­ne (Drew Star­key), un ex sol­da­do de 21 años, sin­tién­do­se fuer­te­men­te atraí­do por él. Aun­que nun­ca que­da cla­ra la ambi­gua orien­ta­ción sexual de este joven, lo cier­to es que se deja lle­var por la pasión que emer­ge de Lee a tra­vés de los ardien­tes encuen­tros ínti­mos que se van sucediendo.

Luchan­do con su adic­ción hacia las fuer­tes dro­gas, Lee con­ven­ce a su aman­te de efec­tuar un via­je a la sel­va ecua­to­ria­na a fin de ubi­car una plan­ta alu­ci­nó­ge­na que gene­ra pode­res tele­pá­ti­cos; allí se vin­cu­la con una excén­tri­ca bota­nis­ta ame­ri­ca­na (Les­ley Man­vi­lle), encar­ga­da de sumi­nis­trar la dro­ga, que habi­ta en una caba­ña acom­pa­ña­da de su pare­ja (Lisan­dro Alon­so). Esta tra­ve­sía impli­ca­rá para los via­je­ros expe­ri­men­tar extra­ñas alu­ci­na­cio­nes que habrán de reper­cu­tir en el surrea­lis­ta epí­lo­go del relato.

La pelí­cu­la de Gua­dag­nino refle­ja sin tapu­jos las aris­tas de la sexua­li­dad de mane­ra cru­da aun­que no des­pro­vis­ta de sen­sua­li­dad y de cier­tos atis­bos de ter­nu­ra; sin embar­go su cóc­tel de dro­gas, alcohol y sexo, ter­mi­na a la pos­tre abru­man­do a tra­vés de una dis­cu­ti­ble estruc­tu­ra narra­ti­va exce­si­va­men­te alar­ga­da y nutri­da de míni­ma acción. Eso no des­ca­li­fi­ca al film dado sus valo­res visua­les resal­ta­dos por la estu­pen­da foto­gra­fía del cama­ró­gra­fo tai­lan­dés Sayombhu Muk­dee­prom y en espe­cial por la admi­ra­ble actua­ción de Daniel Craig; en tal sen­ti­do es asom­bro­sa la trans­for­ma­ción del ague­rri­do y viril per­so­na­je de los fil­mes de James Bond, con­ver­ti­do aquí en el ende­ble dro­ga­dic­to y alcohó­li­co queer, ansio­so de comu­ni­car­se con el mun­do que le rodea.

En resu­men, sin alcan­zar el nivel de Call Me by Your Name (2017), ni de su penúl­ti­mo film Cha­llen­gers (2024),el cineas­ta obtie­ne en Queer un hones­to rela­to melan­có­li­co, que no obs­tan­te su lán­gui­do rit­mo, res­pe­ta el espí­ri­tu impreg­na­do por Burroughs en su alu­ci­na­da obra lite­ra­ria. Jor­ge Gutman

Exce­len­te Film de Animación

FLOW. Leto­nia-Bél­gi­ca-Fran­cia. Un film de Gints Zil­ba­lo­dis. 85 minutos.

Aun­que sin haber vis­to Away (2019), su pri­mer film de ani­ma­ción, es gra­ti­fi­can­te des­cu­brir al joven rea­li­za­dor leto­nio Gints Zil­ba­to­dis en Flow, su segun­do lar­go metra­je que es una joya del géne­ro ani­ma­do y uno de los mejo­res fil­mes de 2024.

Una esce­na del film

Lo sor­pren­den­te es que pres­cin­dien­do por com­ple­to de diá­lo­gos, median­te sus imá­ge­nes el film sumer­ge al espec­ta­dor en un mun­do de ani­ma­les capaz de mara­vi­llar como asi­mis­mo de que­rer­los a tra­vés del guión ima­gi­na­do por el cineas­ta jun­to con Matiss Kaza. En esen­cia se pue­de cali­fi­car a Zil­ba­to­dis como el hom­bre orques­ta de esta pro­duc­ción pues­to que es asi­mis­mo el res­pon­sa­ble de la estu­pen­da foto­gra­fía, impe­ca­ble dise­ño de pro­duc­ción y uno de los dos auto­res de la músi­ca com­par­ti­do con Rihards Zalupe.

La his­to­ria trans­cu­rre en un medio don­de los seres huma­nos pare­cen haber des­apa­re­ci­do sin que se sepa la razón y sola­men­te habi­tan los ani­ma­les.. Cuan­do una tre­men­da inun­da­ción se apo­de­ra del pla­ne­ta, un atrac­ti­vo gato negro vivien­do en el bos­que tra­ta de encon­trar una vía de esca­pe a fin de sal­var su vida su vida; sobre­po­nien­do su mie­do al agua el felino se refu­gia en un peque­ño vele­ro en don­de lle­ga a cono­cer a otros ani­ma­les que igual­men­te inten­tan pro­te­ger­se; entre los mis­mos se encuen­tra un apa­ci­ble car­pin­cho, un perro jugue­tón, un socia­ble lémur y una gar­za que ofi­cia de secre­ta­ria. Esta varia­da tri­pu­la­ción debe­rá sor­tear varios obs­tácu­los para sobre­vi­vir pero lo más impor­tan­te es que a tra­vés de este peri­plo, el gato pro­ta­go­nis­ta del rela­to apren­de­rá a socia­li­zar y con­vi­vir con otros dife­ren­tes animales.

Es remar­ca­ble lo que Zil­ba­lo­dis con­si­gue en la nota­ble des­crip­ción de los per­so­na­jes que no obs­tan­te sus dife­ren­tes carac­te­rís­ti­cas logran inter­ac­tuar median­te sus mira­das, ges­tos, movi­mien­tos y el empleo de sus pro­pias voces. Es así que a tra­vés de una agra­cia­da alian­za estos ani­ma­les nutri­dos de un espí­ri­tu soli­da­rio refle­jan las cua­li­da­des posi­ti­vas que se aguar­dan de un ser humano.

Ade­más de la pro­di­gio­sa pues­ta escé­ni­ca nutri­da de un rit­mo fluí­do, el film brin­da la sen­sa­ción de estar con­tem­plan­do un docu­men­tal debi­do a la remar­ca­ble tarea rea­li­za­da por Leo Silly-Pelli­sier quien como direc­tor de la ani­ma­ción resal­ta viva­men­te la rea­lis­ta expre­sión de los animales.

En suma, superan­do éxi­to­sa­men­te la valla lin­güís­ti­ca, esta valio­sa fábu­la se des­ta­ca por sus remar­ca­bles valo­res visua­les como asi­mis­mo por su men­sa­je huma­nís­ti­co per­mi­tien­do que su visión sea muy apre­cia­da tan­to por la pobla­ción menu­da como asi­mis­mo por el públi­co adul­to. Deci­di­da­men­te reco­men­da­ble. Jor­ge Gutman

Un Logro Científico

JOY. Gran Bre­ta­ña, 2024. Un film de Ben Tay­lor. 113 minu­tos. Dis­po­ni­ble en Netflix

El tema de la fer­ti­li­za­ción in vitro es lo que el rea­li­za­dor Ben Tay­lor abor­da en Joy una his­to­ria de fic­ción basa­da en la realidad..

Bill Nighy, James Nor­ton y Tho­ma­sin McKenzie

La acción que trans­cu­rre en Ingla­te­rra en 1968 intro­du­ce a Jean Purdy (Tho­ma­sin McKen­zie) quien entre­na­da como enfer­me­ra espe­cia­li­za­da en embrio­lo­gía es con­tra­ta­da por el bió­lo­go inves­ti­ga­dor Robert Edwards (James Mor­ton) en el hos­pi­tal Kershaw. Con­tan­do con la labor del afa­ma­do gine­có­lo­go ciru­jano Patrick Step­toe (Bill Nighy), el obje­ti­vo del trío así cons­ti­tui­do es el de ven­cer la este­ri­li­dad pade­ci­da por un buen núme­ro de muje­res. Para ello la tarea con­sis­te en la extrac­ción de un óvu­lo de sus cuer­pos para ser fecun­da­dos en el labo­ra­to­rio con esper­ma­to­zoi­des de donan­tes y pos­te­rior­men­te injer­ta­dos en sus cuer­pos a fin de lograr su gravidez.

El tra­ba­jo de este equi­po debe supe­rar serios desa­fíos en la medi­da que no reci­be el apo­yo nece­sa­rio del sec­tor médi­co así como ade­más el comi­té encar­ga­do de sumi­nis­trar fon­dos para inves­ti­ga­ción cien­tí­fi­ca demues­tra escep­ti­cis­mo. A ello se agre­ga la nega­ti­va opi­nión públi­ca que se mani­fies­ta cla­ra­men­te en un deba­te tele­vi­si­vo en el que par­ti­ci­pan Edwards y el doc­tor James Watson (Nicho­las Rowe), gana­dor del pre­mio Nobel de medi­ci­na en 1962; el afa­ma­do facul­ta­ti­vo no está de acuer­do con la fer­ti­li­za­ción in vitro por­que teme que este pro­ce­di­mien­to pue­da gene­rar cria­tu­ras mal for­ma­das o con defec­tos insal­va­bles; Edwards tra­ta de per­sua­dir esa obje­ción seña­lan­do que el ries­go incu­rri­do es bajo fren­te a las ven­ta­jas resul­tan­tes del proyecto.

El rela­to guio­ni­za­do por Rachel Mason, Jack Thor­ne y Emma Gor­don, es narra­do a tra­vés de la ópti­ca de Jean quien por su tarea debe enfren­tar la fir­me opo­si­ción de su reli­gio­sa madre (Joan­na Scan­lan); eso de nin­gún modo la ami­no­ra pro­si­guien­do con fir­me pasión su labor fren­te a muje­res deses­pe­ra­das por ser madres y dis­pues­tas a ser some­ti­das a este pro­ce­di­mien­to aun­que no se les garan­ti­za que el emba­ra­zo logra­do pue­da lle­gar a su término.

Aun­que par­te del film que­da refle­ja­do en minu­cio­sos deta­lles téc­ni­cos que pue­den no estar al alcan­ce del espec­ta­dor, eso no ate­núa el inte­rés del mis­mo; la his­to­ria narra­da es fas­ci­nan­te a la vez que con­mue­ve cuan­do el 25 de julio de 1978 nace Loui­se Joy Brown, la pri­me­ra niña con­ce­bi­da in vitro, con­cre­tan­do de este modo el monu­men­tal esfuer­zo cien­tí­fi­co logra­do por tres sobre­sa­lien­tes investigadores.

Las genui­nas actua­cio­nes del trío pro­ta­gó­ni­co con­fie­ren com­ple­to rea­lis­mo a este cau­ti­van­te film, aun­que por la asig­na­ción de roles es des­ta­ca­ble la inter­pre­ta­ción que logra McKen­zie quien trans­mi­te el empu­je, deter­mi­na­ción y apa­sio­na­mien­to que en la vida real­men­te vol­có Jean Purdy en su trabajo.

En los cré­di­tos fina­les se pue­de obser­var fotos de los ros­tros de Bob Edwards (1925 – 2013), Patrick Step­toe (1913 – 1988) y Jean Purdy (1945 – 1985) y se infor­ma que gra­cias a su mag­na tarea cien­tí­fi­ca han lle­ga­do al mun­do ente­ro 12 millo­nes de bebés.

El direc­tor dedi­ca la pelí­cu­la “a todos los que hicie­ron posi­ble esta ale­gría”. Como nota final cabe men­cio­nar que en 2019, Edwards ‑el úni­co sobre­vi­vien­te del trío- obtu­vo el pre­mio Nóbel de medi­ci­na. Jor­ge Gutman

Agra­da­ble Come­dia Navideña

I AM SAN­TA CLAUS

En el mar­co del ciclo de come­dias ita­lia­nas, Cine­plex pre­sen­ta­rá el film I am San­ta Claus (Io Sono Bab­bo Nata­le) del direc­tor y guio­nis­ta Edoar­do Falcone.

Como su títu­lo lo indi­ca su tra­ma adquie­re vigen­cia con moti­vo de las fies­tas navi­de­ñas. De mane­ra sen­ci­lla pero efec­ti­va el rea­li­za­dor narra una huma­na his­to­ria cen­tra­da en dos per­so­na­jes com­ple­ta­men­te opues­tos pero que lle­gan a congraciarse.

Gigi Proiet­ti

La his­to­ria intro­du­ce a Etto­re (Mar­co Gia­lli­ni), un ex con­vic­to recién sali­do de la pri­sión por robos efec­tua­dos. Tra­tan­do de redi­mir­se enca­ran­do una nue­va for­ma de vivir tra­ta de obte­ner una recom­pen­sa de su jefe (Anto­nio Gerar­di) al no haber denun­cia­do a quie­nes con él cola­bo­ra­ron en los atra­cos; por otra par­te tamp­co es admi­ti­do por Lau­ra (Bar­ba­ra Ron­chi), su ex pare­ja, quien no le per­mi­te ver a su hija que él aban­do­nó. Sin otra posi­bi­li­dad que la de seguir roban­do, la suer­te le son­ríe cuan­do lle­ga a cono­cer al entra­ña­ble anciano Nico­la (Gigi Proiet­ti) e inten­ta robar­le en su casa; al com­pro­bar que no hay nada de valor Etto­re se sor­pren­de cuan­do Nico­la le dice que tie­ne más de 100 años y que es el ver­da­de­ro San­ta Claus; aun­que deci­di­da­men­te incré­du­lo Etto­re le pro­po­ne ser su asis­ten­te y de ese modo lograr un lugar don­de habitar.

La pul­cra y ágil direc­ción de Fal­co­ne y un homo­gé­neo elen­co enca­be­za­do por las mag­ní­fi­cas carac­te­ri­za­cio­nes brin­da­das por Proiet­ti y Gia­lli­ni, per­mi­ten al públi­co asis­tir a una come­dia cáli­da y tier­na que sin mayo­res pre­ten­sio­nes entre­tie­ne sana­men­te y asi­mis­mo se aso­cia al noble espí­ri­tu huma­ni­ta­rio que impe­ra en los fes­te­jos de la Navidad.

Con una dura­ción de 95 minu­tos, el film será exhi­bi­do en su ver­sión ori­gi­nal ita­lia­na con sub­tí­tu­los en inglés en selec­tas salas de Cine­plex el 15 y 16 de Diciem­bre.