Crónica de Jorge Gutman
UNE FÊTE D’ENFANTS. Autor : Michel Marc Bouchard -. Dirección: Florent Siaud — Elenco: François Arnaud (David), Sylvie Drapeau (Claire) y Iannicko N’Doua (Nicolas) – Decorados: : Romain Fabre – Vestuario: Julie Charland – Iluminación: Nicolas Descóteaux — Música Original: Vincent Legault — Diseño de Video: Félix Fradet Faguy - Accesorios: Marie-Eve Fortier — Maquillaje y Peinado: Florence Cornet — Asistencia de Dirección: Adèle Saint-Amand — Duración: 80 minutos (sin entreacto). Representaciones: Hasta el 8 de febrero de 2025 en el Théâtre du Nouveau Monde
El notable dramaturgo Michel Marc Bouchard, autor de 25 textos donde uno de ellos ha sido Christine, La Reine-Garçon representada exitosamente en 2012 en el TNM, retorna al mismo escenario con esta obra que ha creado considerable expectativa. Considerada como una tragedia contemporánea su interés radica en la ilustración que efectúa acerca de cómo un incidente inesperado puede dramáticamente alterar la vida de una persona.
Considerado en un principio como un monólogo, la pieza actual consta de tres personajes quienes monologan y dialogan entre ellos a través de las diferentes escenas. La historia comienza con la aparición de Claire, una mujer de mediana edad, quien de manera en principio sonriente y posteriormente dramática es la relatora reconstituyendo los hechos que condujeron a un trágico desenlace.
Como a veces suele suceder las apariencias pueden resultar engañosas como es el caso de lo que acontece con el matrimonio gay integrado por David y Nicolas. Se supone que ambos son felices como pareja además de disfrutar de sus dos queridas hijas de 9 y 7 años de edad. Todo marcha sobre ruedas cuando reciben una invitación de Claire, amiga de ambos, quien celebrará el cumpleaños de su nietita con una fiesta infantil en su residencia. Al asistir a la misma con sus dos niñas, un acontecimiento inesperado para David generará una calamitosa consecuencia. Paradójicamente la fiesta programada de modo alguno será festiva.
La pieza se distingue en parte por la buena descripción de sus personajes que a su vez están muy bien caracterizados por su breve elenco y por la remarcable concepción escénica del director Florent Siaud. François Arnaud, quien después de una larga ausencia retorna al teatro, animando a David ofrece una descollante composición del monógamo juicioso individuo en procura de la excelencia, un tanto narcisista y vanidoso, que todo lo controla; a la postre, su irreparable comportamiento echará por la borda su imagen, su compañero, su hogar y su carrera profesional de orotodoncista, sumiéndolo en una profunda depresión que lo conduce a un triste desenlace. Asimismo Sylvie Drapeau vibra con su cálida caracterización de la retirada dentista convertida en diseñadora visual amante del collage; siendo la testigo de lo que ha venido ocurriendo, clarifica algunas de las situaciones que en principio permanecen ambiguas. Igualmente Iannicko N’Doua se sumerge convincentemente en la piel de Nicolas, el noble y fiel esposo así como buen padre tratando de preservar la unidad familiar.
En los factores técnicos de producción se destacan la escenografía de Romain Fabre, la iluminación de Nicolas Descõteaux y en especial la proyección de video de Félix Fradet Faguy quien utilizando varias pantallas que de manera ascendente y descendente se van sucediendo de acuerdo a las diferentes escenas, va preservando la atmósfera imperante en el espíritu de la pieza.
En esencia, Une Fête d’Enfants es un perturbador drama en donde la infidelidad, la culpa, el remordimiento y la consabida tragedia imperan a través de un crucigrama dejando al espectador reconstituir sus diferentes engranajes. Sin que este experimento teatral de Bouchard llegue a un nivel de gran entusiasmo, lo más relevante de esta producción reside en la magnífica actuación de su elenco, por lo que amerita su visión..