N°24. Noruega, 2024. Un film de John Andreas Anders. 111 mins. Disponible en Netflix
A pocos meses de haberse conocido en el Festival de Toronto Quisling ‑The Final Days de Erik Poppe basado en el ministro presidente de Noruega durante la ocupación nazi además de ser un infame colaboracionista del oprobio régimen nazi, ahora el director John Andreas Anderson nos hace conocer la personalidad de Gunnar Sønsteby (1918 – 2012) en N° 24. A través de su desarrollo se sigue las vicisitudes atravesadas por este líder de la resistencia noruega contra los nazis y que dada su remarcable trayectoria ha sido la persona más condecorada del país escandinavo.
Basado en el guión de Erlend Joe y Espen Lauritzen von ibenfeldt, el relato comienza en una sala de clases de Noruega donde el anciano Sønsteby (Erik Hivju) ha sido invitado para relatar a los jóvenes alumnos su experiencia durante el cruento período bélico. Consecuentemente la acción se retrotrae a 1937 donde el joven Sønsteby (Sjur Vatne Brean ) junto a su amigo Solheim (Jakob Maanum Trulsen) escalando en las montañas de Rjukan, comentan sobre la situación europea donde los nazis están quemando libros que se apartan de su ideología; a la gran preocupación de Sønsteby, su amigo le resta importancia manifestando que el nazismo sólo persigue a los comunistas. Esa divergencia ideológica tendrá importante repercusión en el futuro.
Cuando en abril de 1940 Noruega es ocupada por Alemania, Sønsteby, no duda en alistarse como integrante de la resistencia armada denominada “Oslo Gang”,donde es asignado el código “Número 24” a los efectos de su identificación. Al poco tiempo su valentía y arrojo lo convierten en líder de su agrupación; así, a través de múltiples identidades con diferentes pasaportes y diferentes lugares de residencia adoptadas él logra confundir a la Gestapo y en su accionar junto con sus compañeros de batalla destruyen estratégicas instalaciones enemigas.
Si bien N° 24 es uno de los numerosos dramas bélicos de la Segunda Guerra que el cine ha ofrecido, lo que distingue al mismo es su planteamiento moral. Como miembro de la resistencia, el apasionado propósito de nuestro héroe y su grupo es el de salvar a Noruega de la opresión nazi; y para ello no dudan en tener que matar fríamente a los integrantes del ejército nazi; sin embargo, el problema se presenta cuando los enemigos no son sólo los criminales alemanes sino también colaboradores y traidores noruegos que se han unido al bando invasor. Es así que uno de los momentos de considerable tensión se produce cuando un estudiante de la clase le pregunta al longevo Sønsteby si conoció al hermano de su bisabuelo noruego que murió asesinado en la contienda bélica, él elude la respuesta aunque eso no evita de haberle creado un conflicto de conciencia.
Con un ritmo fluido, equilibrando las escenas de acción con otras de naturaleza introspectiva, Anderson brinda un fascinante drama de connotaciones éticas, ilustrando el patriotismo de un ser humano que no dudó en luchar y arriesgar su vida para lograr la libertad de su país. Jorge Gutman
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