Un Remar­ca­ble Realizador

DAVID LYNCH

En la serie Clas­sic Films, Cine­plex brin­da­rá un ciclo de pelí­cu­las per­te­ne­cien­tes al emi­nen­te rea­li­za­dor esta­dou­ni­den­se David Keith Lynch falle­ci­do en enero de este año. Este cineas­ta que ade­más de haber sido un impor­tan­te artis­ta visual, músi­co y actor es inter­na­cio­nal­men­te con­si­de­ra­do como uno de los más gran­des visio­na­rios del cine, gene­ral­men­te dis­tin­gui­do por las cua­li­da­des surrea­lis­tas y expe­ri­men­ta­les de sus trabajos.

Duran­te el cur­so de esta sema­na se podrán vol­ver a apre­ciar 4 títu­los de su filmografía.

El pri­mer títu­lo es Twin Peaks: Fire Walk With Me (1992), un dra­ma de horror psi­co­ló­gi­co pro­ta­go­ni­za­do por Sheryl Lee. El film cons­ti­tu­yó la pre­cue­la de las exi­to­sas series de tele­vi­sión. El film será exhi­bi­do a par­tir del 4 de abril.

Twin Peaks: Fire Walk With Me

De con­si­de­ra­ble inte­rés es Era­serhead (1977 ), una pelí­cu­la de cul­to que en 2004 fue con­si­de­ra­da “cul­tu­ral, his­tó­ri­ca y esté­ti­ca­men­te sig­ni­fi­ca­ti­va” por la Biblio­te­ca del Con­gre­so de Esta­dos Uni­dos y selec­cio­na­da para su pre­ser­va­ción en el Natio­nal Film Registry​. El film es inter­pre­ta­do en los roles cen­tra­les por Jack Nan­ce y Char­lot­te Ste­wart y podrá ver­se a par­tir del 5 de abril.

Era­serhead

Mulho­lland Dri­ve (2001) es otro títu­lo tras­cen­den­te de la fil­mo­gra­fía de Lynch. La pelí­cu­la encua­dra­da en el géne­ro neo-noir, está pro­ta­go­ni­za­da por Nao­mi Watts, Lau­ra Harring y Jus­tin The­roux, en los pape­les prin­ci­pa­les. Su tra­ma inclu­ye his­to­rias apa­ren­te­men­te no rela­cio­na­das pero que se conec­tan con el tiem­po de diver­sas mane­ras median­te una narra­ti­va criíp­ti­ca, que es el sello carac­te­rís­ti­co del cine de Lynch. La pelí­cu­la podrá ver­se a par­tir del 5 de abril.

Wild At Heart (1990) es un fas­ci­nan­te thri­ller en el que adap­tan­do la nove­la Sai­lor y Lula de Barry Gif­ford el cineas­ta estu­pen­da­men­te narra las dra­má­ti­cas peri­pe­cias vivi­das por los jóve­nes ena­mo­ra­dos huyen­do del ase­sino con­tra­ta­do por la madre de Lula para matar a Sai­lor. El elen­co está inte­gra­do por Nico­las Cage, Lau­ra Dern, Dia­ne Ladd, Willem Dafoe, Harry Dean Stan­ton , J.E. Free­man e, Isa­be­lla Ros­se­lli­ni­se. El film será pre­sen­ta­do a par­tir del 6 de abril.

Enco­mia­ble Dra­ma Social

SAN­TOSH. Gran Bre­ta­ña-Fran­cia-Ale­ma­nia-India, 2024. Un film escri­to y diri­gi­do por Sandh­ya Siri. 128 minutos.

Así como no hace mucho se tuvo el pla­cer de apre­ciar la exce­len­te pelí­cu­la india All We Ima­gi­ne as Light de Payal Kapa­dia, es aho­ra doble­men­te gra­to juz­gar San­tosh, otro remar­ca­ble film de India aun­que en su finan­cia­mien­to hayan inter­ve­ni­do igual­men­te tres paí­ses euro­peos, espe­cial­men­te Gran Bre­ta­ña. Des­pués de haber incur­sio­na­do en dos docu­men­ta­les y un cor­to metra­je, la direc­to­ra Sandh­ya Siri ofre­ce en su pri­mer lar­go­me­tra­je un fas­ci­nan­te rela­to poli­cial don­de que­da tras­lu­ci­do el sis­te­ma judi­cial de India basa­do en dis­cu­ti­bles criterios.

Shaha­na Goswami

El sóli­do guión de Siri pre­sen­ta a San­tosh Sai­ni (Shaha­na Gos­wa­mi), una mujer de cla­se media de Mani­pur, ciu­dad ubi­ca­da al nores­te de India, quien des­pués de dos años de feliz matri­mo­nio sin hijos ha enviu­da­do por­que su mari­do Raman que ha sido poli­cía fue ape­drea­do a muer­te mien­tras inten­ta­ba con­tra­rres­tar una revuel­ta que tuvo lugar en un pue­blo de mayo­ría musul­ma­na. Debi­do a ello San­tosh debe dejar el alo­ja­mien­to que fue asig­na­do a su cón­yu­ge por­que per­te­ne­ce al gobierno; sin embar­go para poder man­te­ner­se, median­te una ini­cia­ti­va guber­na­men­tal ella acep­ta la opor­tu­ni­dad que se le ofre­ce para reem­pla­zar­lo en su tra­ba­jo con el mis­mo ingre­so sala­rial y ade­más reci­bir la pen­sión de viu­dez. Es así que la nue­va fun­cio­na­ria poli­cial, con fir­me volun­tad y deter­mi­na­ción vuel­ca sus esfuer­zos para actuar de la mejor mane­ra posi­ble den­tro de un entorno patriar­cal y no exen­to de machismo.

El con­flic­to dra­má­ti­co del rela­to se pre­sen­ta cuan­do un padre infor­ma a la poli­cía la ausen­cia des­de hace dos días de su hija Devi­ka, una joven de 15 años per­te­ne­cien­te a la cas­ta dalit que es la más baja de la esca­la social; si bien la buro­cra­cia poli­cial des­es­ti­ma la denun­cia, el des­cu­bri­mien­to del cuer­po iner­te de la chi­ca que pre­vio a su dece­so había sido vio­la­da, gene­ra una fuer­te reac­ción de pro­tes­ta de la comu­ni­dad dalit. Por ese moti­vo el depar­ta­men­to poli­cial desig­na a Gae­ta Shar­ma (Suni­ta Raj­war), una inte­li­gen­te jefa poli­cial, para que inves­ti­gue el caso, tenien­do a la nue­va reclu­ta como inte­gran­te de su equi­po. Cuan­do San­tosh entra en con­tac­to con la fami­lia de Devi­ka des­cu­bre en su telé­fono móvil que ella había man­te­ni­do un víncu­lo con Saleem (Arbaz Khan), un joven musul­mán que des­apa­re­ció de su hogar. Es así que supo­nien­do que él podría ser el autor del ase­si­na­to, la inves­ti­ga­ción se orien­ta para loca­li­zar­lo y pro­ce­der a su detención.

La cineas­ta va desa­rro­llan­do su his­to­ria con una remar­ca­ble soli­dez a tra­vés de una tra­ma mag­ní­fi­ca­men­te estruc­tu­ra­da en la que sale a relu­cir el omi­no­so pro­ce­di­mien­to poli­cial adop­ta­do para extraer una con­fe­sión de quien pue­de resul­tar sos­pe­cho­so de un cri­men; eso se debe al into­le­ran­te y dis­cri­mi­na­to­rio sen­ti­mien­to isla­mo­fó­bi­co hacia la mino­ría musul­ma­na de India. De simi­lar tras­cen­den­cia es la con­se­cuen­cia del sis­te­ma de mar­gi­na­li­za­ción, exclu­sión y de vio­la­cio­nes de dere­chos huma­nos para quie­nes se hallan en el esla­bón infe­rior del sis­te­ma de cas­tas impe­ran­te en el país.

Ade­más de la pon­de­ra­ble rea­li­za­ción de la novel direc­to­ra se des­ta­ca la mag­ní­fi­ca actua­ción de Gos­wa­mi trans­mi­tien­do el con­flic­to moral que con­lle­va el desem­pe­ño de su tarea cuan­do es obli­ga­da a actuar con­tra­ria­men­te a sus con­vic­cio­nes; asi­mis­mo Raj­war con­ven­ce como la ave­za­da ins­pec­to­ra poli­cial y men­to­ra de San­tosh con quien lle­ga a man­te­ner una flui­da comunicación.

En suma, este logra­do dra­ma social de Siri gene­ra favo­ra­ble expec­ta­ti­va para sus futu­ros pro­yec­tos. Jor­ge Gutman

Una Prin­ce­sa Maltratada

SNOW WHI­TE. Esta­dos Uni­dos, 2025. Un film de Marc Webb. 109 minutos

En 1937 Walt Dis­ney mara­vi­lló al públi­co con Blan­ca Nie­ves y los 7 Enanos, el pri­mer y sobre­sa­lien­te film de ani­ma­ción basa­do en el cuen­to de hadas de los her­ma­nos Grimm que a la hora actual sigue sien­do un clá­si­co del géne­ro. Eso ha moti­va­do a los estu­dios Dis­ney para efec­tuar una nue­va ver­sión aun­que en esta opor­tu­ni­dad ya no se tra­ta de un film ani­ma­do sino que Snow Whi­te es “live action”.

Rachel Zegler

La guio­nis­ta Erin Cres­si­da Wil­son res­pe­ta la his­to­ria ori­gi­nal aun­que con algu­nos per­so­na­jes cam­bia­dos. El cuen­to está ambien­ta­do en un mági­co rei­no don­de el rey (Had­ley Fra­ser) y la rei­na (Lore­na Andrea) jun­to con su hija Blan­ca Nie­ves (Rachel Zegler) viven en com­ple­ta armo­nía con el pue­blo que los apre­cian. La tra­ge­dia irrum­pe con la muer­te de la rei­na pro­vo­can­do con­go­ja en su mari­do e hija. Al poco tiem­po el sobe­rano con­trae enla­ce con una mis­te­rio­sa bella dama (Gal Gadot); cuan­do se ausen­ta en una misión y lle­ga a des­apa­re­cer, la con­sor­te toma las rien­das del poder y tra­ta des­pó­ti­ca­men­te a su hijas­tra; es así que pron­ta­men­te la rei­na se con­vier­te en una mal­va­da autó­cra­ta y los cam­pe­si­nos del lugar son aho­ra los sol­da­dos des­ti­na­dos a seguir sus órde­nes. Cuan­do la sobe­ra­na des­cu­bre a tra­vés de su mági­co espe­jo que Blan­ca Nie­ves la supera en belle­za, ella orde­na a un subal­terno caza­dor (Ansu Kabia) de lle­var­la al bos­que y matar­la, aun­que final­men­te éste la deja esca­par con vida. En su odi­sea reco­rrien­do la fores­ta encan­ta­da la joven prin­ce­sa lle­ga a vin­cu­lar­se con los 7 enani­tos, que en este caso no son repre­sen­ta­dos por seres ver­da­de­ros sino ani­ma­dos a tra­vés de imá­ge­nes gene­ra­das por orde­na­dor. La deter­mi­na­ción, bon­dad y valen­tía de Blan­ca Nie­ves que con­ta­rá con el apo­yo de los enanos y de Jonathan (Andre Bur­nap), un sim­pá­ti­co pillo que es el inte­rés román­ti­co de la prin­ce­sa, gene­ra­rá la rebe­lión que derro­ta­rá a la des­pia­da­da reina.

Adop­tan­do el tono de come­dia musi­cal, don­de la músi­ca se inter­ca­la en la narra­ción, las clá­si­cas can­cio­nes Heigh-ho y Whistle Whi­le You Work del film de ani­ma­ción vuel­ven a ser ento­na­das jun­to con otras nue­vas agra­da­bles can­cio­nes com­pues­tas por Jeff Morrow, Benj Pasek y Jus­tin Paul.

Con esta adap­ta­ción, el pro­pó­si­to Marc Webb ha sido el de moder­ni­zar su con­te­ni­do a fin de adap­tar­lo a la épo­ca actual refle­jan­do el empo­de­ra­mien­to de la mujer a tra­vés de su pro­ta­go­nis­ta. Diga­mos que ese aspec­to femi­nis­ta está logra­do aun­que la ver­sión actual a pesar de estar correc­ta­men­te diri­gi­da no alcan­za la exce­len­cia del film ani­ma­do. Con todo, el públi­co asis­te a un agra­da­ble entre­te­ni­mien­to, real­za­do por la bue­na carac­te­ri­za­ción que Zegler obtie­ne de su per­so­na­je así como por su afi­na­da cuer­da vocal en las can­cio­nes que inter­pre­ta. En otros aspec­tos, cabe des­ta­car el mag­ní­fi­co des­plie­gue visual así como el impe­ca­ble dise­ño de pro­duc­ción de Kave Quinn.
Jor­ge Gutman

Dos Cuar­te­tos para Piano y Cuerda

PRÓ­XI­MO CON­CIER­TO DE MUSI­CA CAMERATA

El remar­ca­ble con­jun­to Musi­ca Cama­ra­ta retor­na en el ter­cer con­cier­to de la tem­po­ra­da con dos obras de insig­nes com­po­si­to­res euro­peos del siglo XIX.

Luis Grinhauz y Ber­ta Rosenhol

La pri­me­ra obra pro­gra­ma­da es el Cuar­te­to para Piano y Cuer­das en Fa menor op. 2 de Felix Men­dels­sohn.

El nota­ble com­po­si­tor cons­ti­tu­ye un ver­da­de­ro mila­gro de pre­co­ci­dad musi­cal, tenien­do en cuen­ta que ape­nas a los 14 años de edad en 1823 com­pu­so en Ber­lín este mag­ní­fi­co cuar­te­to. La obra estu­vo dedi­ca­da a Carl Frie­drich Zel­ter, el des­ta­ca­do com­po­si­tor, direc­tor de orques­ta y pro­fe­sor de músi­ca ale­mán, que fue su tutor a par­tir de los 8 años. Zeller lle­vó a Men­dels­sohn a via­jes para oir a Johann Wolf­gang von Goethe, quien tam­bién fue una figu­ra impor­tan­te en la vida de Men­dels­sohn en lo que res­pec­ta a com­po­si­ción de sus pri­me­ras pie­zas entre los años 1821 y 1830.

Este cuar­te­to for­ma par­te de la abun­dan­te pro­duc­ción juve­nil del com­po­si­tor, don­de entre otras obras con­cer­tan­tes se encuen­tran un cuar­te­to de cuer­das, tres cuar­te­tos para piano y cuer­das, un sex­te­to para piano y cuer­das así como, doce sin­fo­nías para orques­ta de cuer­das. En todo su reper­to­rio se dis­tin­gue su ela­bo­ra­ción téc­ni­ca y remar­ca­ble ins­pi­ra­ción musical.

El pro­gra­ma se com­ple­ta con el Segun­do Cuar­te­to en Si bemol mayor op. 41, para Piano y Cuer­das de Cami­lle Saint-Saëns

Indu­da­ble­men­te, Saint-Saëns ha sido uno de los com­po­si­to­res fran­ce­ses del siglo XIX que más ha bre­ga­do para que la músi­ca ins­tru­men­tal sea reco­no­ci­da en Fran­cia, del mis­mo modo que la músi­ca vocal y par­ti­cu­lar­men­te la ópe­ra que fue el esti­lo más popu­lar en ese entonces.

En la vas­ta pro­duc­ción de este autor hay mas de 40 par­ti­cio­nes de músi­ca de cáma­ra, don­de una de las mis­mas es el pre­sen­te Cuar­te­to para Piano. Com­pues­to en 1875, el mis­mo es con­tem­po­rá­neo del Cuar­to Con­cier­to para Piano y de la eter­na­men­te popu­lar Dan­za Maca­bra.

Una carac­te­rís­ti­ca común en varios de sus tra­ba­jos es el empleo de moti­vos ríti­mi­cos repe­ti­dos y el uso de melo­días cora­les. Ambos ele­men­tos se encuen­tran en el segun­do movi­mien­to del Cuar­te­to en el que el piano adquie­re un rol pre­do­mian­te y fuer­te­men­te influi­do por Brahms y Schu­mann, dos com­po­si­to­res que Saint-Saëns gran­de­men­te admiró.

El cuar­te­to fue estre­na­do el 6 de mar­zo de 1875 con la par­ti­ci­pa­ción de Saint-Saëns como pia­nis­ta acom­pa­ña­do de sus ami­gos Pablo de Sara­sa­te (vio­lín), Alfred Tur­ban (vio­la) y Léon Jac­quard (vio­lon­che­lo). La crí­ti­ca de ese enton­ces con­si­de­ró a esta obra como una de las más remar­ca­bles de músi­ca de cáma­ra oídas des­de lar­go tiempo.

Este con­cier­to será eje­cu­ta­do por Ber­ta Rose­nohl (piano); Luis Grinhauz (vio­lín); Vic­tor Four­ne­lle-Blain (vio­la) y Elie Bois­si­not (vio­lon­che­lo).

La cita es el 5 de abril (18h) en la Sala Joseph Rou­leau del edi­fi­cio André Bour­beau ubi­ca­do en 305 Av. Mont Royal E.

Infor­ma­ción adi­cio­nal pue­de obte­ner­se por telé­fono en el (514) 489‑8713 y/o en el sitio web www.cameratamontreal.com

Apa­sio­nan­te Miniserie

ADO­LES­CEN­CE. Gran Bre­ta­ña, 2025. Una mini­se­rie diri­gi­da por Phi­lip Bara­ti­ni. 4 Horas. Dis­po­ni­ble en Net­flix.

Un impac­tan­te dra­ma humano es lo que se pre­sen­cia en Ado­les­cen­ce, una mini­se­rie de fic­ción inte­gra­da por cua­tro capí­tu­los que ha sido crea­da por Stephen Graham y Jack Tor­ne enfo­can­do las con­se­cuen­cias gene­ra­das por un acto violento.

Owen Cooper

La acción que se desa­rro­lla en el con­da­do inglés de Yorkshi­re, comien­za cuan­do una comi­ti­va poli­cial enca­be­za­da por el detec­ti­ve Luke Bas­com­be (Ash­ley Wal­ters) irrum­pe en el hogar de la fami­lia Wil­son inte­gra­da por Eddie (el coguio­nis­ta Stephen Graham), su mujer Man­da (Chris­ti­ne Tre­mar­co) y sus dos vás­ta­gos, la mayor Lisa (Ame­lie Pea­se) de 18 años y Jamie (Owen Cooper) de 13 años. El moti­vo de esa irrup­ción es dete­ner a Jamie a quien se le acu­sa de haber acu­chi­lla­do la noche ante­rior a Katie, una com­pa­ñe­ra de la escue­la. La fami­lia en pleno que­da con­mo­cio­na­da y ate­rra­da ante la noti­cia en don­de Jamie per­ju­ra su ino­cen­cia. No obs­tan­te su edad en la que evi­den­te­men­te no es aún una per­so­na adul­ta, él es tras­la­da­do por un patru­lle­ro a la comi­sa­ria sién­do­le asig­na­do un abo­ga­do defen­sor. A pesar de que el que­jum­bra­do Jamie nie­ga rotun­da­men­te haber sido el cri­mi­nal, acon­te­ce que hay un video en el que se obser­va cómo ata­có a la víc­ti­ma y por lo tan­to resul­ta el úni­co sos­pe­cho­so de su muerte.

Al día siguien­te, Bas­com­be jun­to con su cole­ga Misha Frank (Faye Mar­say), se enca­mi­nan al cole­gio de Jamie, quie­nes con el per­mi­so pre­vio de la auto­ri­dad esco­lar, tra­tan de inte­rro­gar a algu­nos com­pa­ñe­ros que tuvie­ron mayor con­tac­to con el acu­sa­do a fin de inda­gar acer­ca de la rela­ción man­te­ni­da entre la víc­ti­ma y su ata­can­te. Nada con­clu­yen­te obtie­nen de los inte­rro­ga­dos sal­vo que Adam (Ama­ri Bac­chus), el hijo de Bas­com­be que asis­te al mis­mo cole­gio, le hace saber que Katie, a tra­vés de Ins­ta­gram, le había envia­do a Jamie varios íco­nos para mofar­se de él.

Lo más impor­tan­te del rela­to no resi­de en saber si Jamie es o no cul­pa­ble sino el entorno que lo rodea. A medi­da que la tra­ma se desa­rro­lla varios aspec­tos resul­tan rele­van­tes. Así que­da expues­ta la situa­ción del sis­te­ma impe­ran­te en los esta­ble­ci­mien­tos edu­ca­cio­na­les don­de los alum­nos aún no adul­tos mane­jan los celu­la­res que poseen a su dis­cre­ción cons­ti­tu­yen­do una fuen­te de entre­te­ni­mien­to que adquie­re mayor gra­vi­ta­ción que la for­ma­ción esco­lar reci­bi­da; en tal sen­ti­do los docen­tes pare­cie­ran impo­ten­tes para con­tro­lar a sus estu­dian­tes cuan­do ellos median­te las redes socia­les de sus móvi­les pue­den aco­sar a ter­ce­ros al pun­to de gene­rar una inci­pien­te vio­len­cia. No menos impor­tan­te es la for­ma en que la inda­ga­ción psi­co­ló­gi­ca pue­de resul­tar frus­tran­te; ese hecho se cons­ta­ta cuan­do una psi­có­lo­ga (Erin Doherty) entre­vis­ta a Jamie en el Cen­tro de Entre­na­mien­to median­te una dis­cu­ti­ble apro­xi­ma­ción que le pro­du­ce al menor un arre­ba­ta­do tran­ce emocional.

Pro­ba­ble­men­te lo que en últi­ma ins­tan­cia más gra­vi­ta de esta apa­sio­nan­te his­to­ria es la for­ma en que la fami­lia del incul­pa­do resul­ta afec­ta­da por el infaus­to acon­te­ci­mien­to. Así, pocos meses des­pués y a pocos días de que la cor­te pro­nun­cie el vere­dic­to los Miller sien­ten la mira­da acu­sa­do­ra de los veci­nos al pun­to de con­si­de­rar si es con­ve­nien­te o no mudar­se a otra ciu­dad. Pero sobre todo, la emo­ción lle­ga a su cli­max cuan­do a pesar de haber cria­do y brin­da­do la mejor edu­ca­ción, cari­ño y apo­yo a Jai­me, el angus­tia­do y acon­go­ja­do Eddie pide per­dón a su hijo ausen­te por haber fra­ca­sa­do como padre.

Con cáma­ra en mano Baran­ti­ni fil­ma cada capí­tu­lo con un úni­co plano secuen­cia, lo que impli­ca que al no exis­tir cor­te alguno la fil­ma­ción se pro­du­ce en tiem­po real cap­tan­do los ros­tros de los per­so­na­jes a medi­da que se van des­pla­zan­do de un lugar hacia otro, sin que ese fac­tor ate­núe la flui­dez del rela­to. Lo que resul­ta inquie­tan­te es que esta his­to­ria de fic­ción que adquie­re el viso de un ver­da­de­ro docu­men­tal, es a todas luces rea­lis­ta; es así que a tra­vés del mun­do vir­tual en que viven los ado­les­cen­tes de la actual gene­ra­ción, ellos pue­den resul­tar afec­ta­dos por acon­te­ci­mien­tos simi­la­res a lo que aquí se expone.

Ade­más del valio­so con­te­ni­do con­ce­bi­do por Graham y Thor­ne y de la sóli­da direc­ción de Baran­ti­ni, el film se valo­ri­za con la par­ti­ci­pa­ción de un elen­co excep­cio­nal, don­de cada intér­pre­te se des­per­so­ni­fi­ca para aden­trar­se por com­ple­to en la viven­cia de su per­so­na­je. A títu­lo per­so­nal, lo que más me ha impre­sio­na­do son las actua­cio­nes del joven Cooper quien en un excep­cio­nal tour de for­ce se invo­lu­cra en la psi­co­lo­gía del vul­ne­ra­ble ado­les­cen­te, así como Graham pro­fun­da­men­te con­mue­ve en el epi­so­dio final.

Por sus indis­cu­ti­bles méri­tos, esta cau­ti­van­te mini­se­rie nutri­da de un con­te­ni­do que obli­ga a refle­xio­nar es de impres­cin­di­ble visión. Jor­ge Gutman

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