Dolo­ro­so Testimonio

NO OTHER LAND. Norue­ga-Terri­to­rios Pales­ti­nos, 2024. Un film de: Basel Adra, Yuval Abraham Ham­dan Ballal y Rachel Szor. 96 minutos

Si bien la tra­ge­dia del 7 de octu­bre de 2023 con el asal­to de Hamas a Israel ha con­mo­vi­do al mun­do, el docu­men­tal No Other Land, rea­li­za­do entre 2019 y 2023 es una ilus­tra­ción de otro estre­me­ce­dor dra­ma de la comu­ni­dad de Masa­fer Yat­ta, un pue­blo ubi­ca­do al sur de Cisjordania.

Aun­que han par­ti­ci­pa­do cua­tro direc­to­res, la viven­cia de lo que acon­te­ce en el docu­men­tal fun­da­men­tal­men­te resi­de en la tarea enca­ra­da por el joven acti­vis­ta pales­tino Basel Adra jun­to a la impor­tan­te cola­bo­ra­ción del perio­dis­ta israe­lí Yuval Abraham.

Basel Adra y Yuval Abraham

Median­te la voz en off, Adra va rela­tan­do las vici­si­tu­des acae­ci­das por sus ances­tros que vivie­ron en la región des­de 1900, como a su vez su expe­rien­cia a par­tir de su niñez la cual vie­ne a su memo­ria median­te pelí­cu­las case­ras de su fami­lia; así resur­gen los recuer­dos de su infan­cia, cuan­do su padre, igual­men­te acti­vis­ta, había sido arres­ta­do en una protesta.

Debi­do al ava­sa­lla­mien­to per­pe­tra­do por la arma­da israe­lí en las aldeas de Masa­fer Yat­ta Adra con el apo­yo de Abraham, va fil­man­do las des­truc­cio­nes que la arma­da israe­lí ha ido rea­li­zan­do en las aldeas de Masa­fer Yat­ta. Lamen­ta­ble­men­te ese hecho ha sido rati­fi­ca­do en el pro­nun­cia­mien­to de la Cor­te Supre­ma en 2022 por el cual dicha región será uti­li­za­da para entre­na­mien­to del ejér­ci­to. En con­se­cuen­cia esa medi­da impli­có la dra­má­ti­ca expul­sión de los aldea­nos pales­ti­nos de sus hoga­res obli­gán­do­les a refu­giar­se en cue­vas para no vivir en la intem­pe­rie; no menos des­hu­ma­ni­za­dor resul­ta la demo­li­ción de la escue­la local don­de los esco­la­res sal­tan por las ven­ta­nas a fin de res­guar­dar­se. La situa­ción se inten­si­fi­ca cuan­do los aldea­nos tra­tan de recons­truir sus casas y los ins­tru­men­tos uti­li­za­dos para tal pro­pó­si­to son con­fis­ca­dos por los sol­da­dos. A todo ello, el docu­men­tal regis­tra cómo el aldeano Harun Abu Aram es balea­do por la fuer­za mili­tar que­dan­do su cuer­po paralizado.

El docu­men­tal ade­más de uti­li­zar impor­tan­te mate­rial de archi­vo adquie­re vita­li­dad por el dina­mis­mo en el que fue fil­ma­do, logran­do que el remar­ca­ble rela­to audio­vi­sual tes­ti­mo­nie las evic­cio­nes y demo­li­cio­nes rea­li­za­das. Ade­más de refle­jar a los com­ba­ti­vos aldea­nos resis­tien­do la masi­va expul­sión de la comu­ni­dad, es elo­cuen­te el inter­cam­bio exis­ten­te entre Adra y Abraham quie­nes han for­ja­do un lazo de entra­ña­ble amis­tad. En una secuen­cia no exen­ta de melan­co­lía el israe­lí le mani­fies­ta a Adra su deseo de que en el futu­ro lo visi­te en Israel ya que por el momen­to no es posi­ble de hacer­lo debi­do a que no le está per­mi­ti­do salir de Cisjordania.

Hacia el final del docu­men­tal, ambos acti­vis­tas apre­cian que nada ha cam­bia­do has­ta ese enton­ces aun­que de todos modos, como seres vivien­tes alber­gan la espe­ran­za de que esas expul­sio­nes lle­guen a su fin por­que, como lo enun­cia su títu­lo, no hay otro lugar don­de seguir viviendo.

Este con­mo­ve­dor film logra­do con el esfuer­zo coope­ra­ti­vo de pales­ti­nos e israe­líes y que recien­te­men­te ha sido galar­do­na­do con el Oscar al mejor docu­men­tal de 2024, per­mi­te que el espec­ta­dor cobre con­cien­cia y empa­ti­ce con la dolo­ro­sa situa­ción atra­ve­sa­da por los expul­sa­dos de Masa­fer Yat­ta. Final­men­te, aun­que el docu­men­tal no lo tra­te, que­da la incóg­ni­ta por saber cuál ha sido el des­tino final de quie­nes pudie­ron huir de la región bus­can­do refu­gio en otros luga­res del mun­do. Jor­ge Gutman

Com­ple­jo Psicodrama

SEVEN VEILS. Cana­dá, 2023. Un film escri­to y diri­gi­do por Atom Ego­yan. 106 minutos

Ade­más de afa­ma­do cineas­ta cana­dien­se Atom Ego­yan es asi­mis­mo un pres­ti­gio­so direc­tor escé­ni­co del arte líri­co; es así que su afi­ción por la ópe­ra Salo­mé lo ha moti­va­do a mon­tar­la por pri­me­ra vez en 1996. Tenien­do en con­si­de­ra­ción que la últi­ma vez que tuvo la opor­tu­ni­dad de repre­sen­tar­la en la Cana­dian Ope­ra Com­pany (COC) fue en 1923, Ego­yan deci­dió pasar revis­ta a esta crea­ción líri­ca, en Seven Veils median­te un rela­to de ficción.

Aman­da Seyfried

El guión del rea­li­za­dor pre­sen­ta a Jea­ni­ne (Aman­da Sey­fried), quien como novel direc­to­ra de ópe­ra tie­ne el pro­pó­si­to de ofre­cer una nue­va pro­duc­ción del fas­ci­nan­te dra­ma de Richard Strauss. Enfren­tan­do el desa­fío que se impu­so, en par­te como tri­bu­to al falle­ci­do Char­les, quien fue su men­tor artís­ti­co ade­más de haber man­te­ni­do una rela­ción per­so­nal, se vuel­ca inten­sa­men­te a los ensa­yos. A medi­da que los mis­mos se van suce­dien­do Jea­ni­ne expe­ri­men­ta serios pro­ble­mas emo­cio­na­les por­que lo que acon­te­ce en la ópe­ra cons­ti­tu­ye un espe­jo de lo que afron­ta en su vida al ir revi­vien­do per­tur­ba­do­res trau­mas expe­ri­men­ta­dos en su infancia.

Resul­ta muy intere­san­te com­pro­bar que Ego­yan ha uti­li­za­do a ver­da­de­ros can­tan­tes líri­cos que han repre­sen­ta­do la ópe­ra en la COC como es el caso de la soprano Ambur Bra­did que aquí carac­te­ri­za a Ambur encar­nan­do a Salo­mé, como igual­men­te es el caso del barí­tono ale­mán Michael Kup­fer-Radecky quien como Johann ani­ma al des­afor­tu­na­do John Bau­tis­ta; es así que ambos can­tan­tes otor­gan ple­na auten­ti­ci­dad al rol que inter­pre­tan en la ficción.

Como adi­ción al tema cen­tral, el guión intro­du­ce varias sub­tra­mas que tie­nen lugar fue­ra de esce­na. Así tene­mos el caso de Clea (Rebec­ca Lid­diard), la encar­ga­da de la uti­le­ría, que hace lo posi­ble para que su pare­ja Rachel (Vines­sa Antoi­ne) ‑quien es la suplen­te de Ambur, no se sien­ta des­es­ti­mu­la­da; a la vez Clea tra­ta de eva­dir los avan­ces amo­ro­sos de Johann. Por su par­te Jea­ni­ne, que se halla sepa­ra­da de su mari­do adúl­te­ro (Mark O’Brien), man­tie­ne un acer­ca­mien­to con Luke (Dou­glas Smith) que es el can­tan­te suplen­te para el rol de John Bautista.

Aun­que bien inten­cio­na­do, Ego­yan inter­ca­la his­to­rias com­ple­men­ta­rias que ade­más de que­dar irre­suel­tas no están bien adhe­ri­das. Con todo, a la obser­va­ción for­mu­la­da de su des­igual guión, el rea­li­za­dor demues­tra su peri­cia en una satis­fac­to­ria pues­ta escé­ni­ca y en haber reu­ni­do un sóli­do elen­co enca­be­za­do por la dúc­til Aman­da Sey­fried en el rol pro­ta­gó­ni­co. La artis­ta que tuvo la opor­tu­ni­dad de cola­bo­rar con Ego­yan en Cloe (2009), aquí rati­fi­ca su duc­ti­li­dad artís­ti­ca trans­mi­tien­do con gran enver­ga­du­ra la vas­ta gama de emo­cio­nes que embar­gan a su per­so­na­je resu­ci­tan­do su tor­men­to­so pasa­do. Asi­mis­mo mere­ce des­ta­car­se la remar­ca­ble músi­ca de Mychael Dan­na y el satis­fac­to­rio dise­ño de pro­duc­ción de Phi­llip Barker.

Aun­que sin estar com­ple­ta­men­te logra­do, este psi­co­ló­gi­co dra­ma con­ci­ta atrac­ción y sin duda satis­fa­rá al públi­co aman­te del géne­ro líri­co. Jor­ge Gutman

Un Perro Enjuiciado

LE PRO­CÈS DU CHIEN. Fran­cia-Sui­za, 2024. Un film de: Lae­ti­tia Dosch. 80 minutos

Un caso legal en el que se refle­ja la rela­ción que los huma­nos man­tie­nen con los ani­ma­les es lo que la actriz Lae­ti­tia Dosch como novel direc­to­ra enca­ra en Le pro­cès du chien en el que asi­mis­mo asu­me el rol pro­ta­gó­ni­co. El film está basa­do en un acon­te­ci­mien­to real en el que una per­so­na de Fran­cia fue lle­va­da a jui­cio por los ata­ques que su perro infi­rió a terceros.

Lae­ti­tia Dosch

En este rela­to de fic­ción guio­ni­za­do por Dosch y Anne-Sophie Bailly se sale al encuen­tro de Avril Luc­cia­ni (Dosch) una abo­ga­da sui­za que si bien es una efi­cien­te pro­fe­sio­nal no obs­tan­te ha vis­to per­der varios jui­cios al defen­der cau­sas difí­ci­les de ganar. Eso no obs­ta para que acep­te tomar a su car­go la defen­sa de Cos­mos (Kodi), un perro agre­si­vo que per­te­ne­ce a Dariuch Michovs­ki (Fra­nçois Damiens), un indi­vi­duo mar­gi­nal que quie­re entra­ña­ble­men­te a su mas­co­ta por­que para él su com­pa­ñía cons­ti­tu­ye una posi­ti­va terapia.

Este caso cons­ti­tu­ye un gran desa­fío para Avril por cuan­to Cos­mos hirió seria­men­te la cara de Lore­ne (Ana­be­la Morei­ra), una mujer por­tu­gue­sa emplea­da de lim­pie­za, ade­más de haber mor­di­do a otras dos muje­res. Aquí no sola­men­te pen­de la vida del canino sino que ade­más Dariuch es con­si­de­ra­do res­pon­sa­ble por su tenen­cia y por lo tan­to no exen­to de culpa.

La pre­mi­sa plan­tea­da es de sumo inte­rés en don­de Avril con­si­de­ra que el perro no debe ser con­si­de­ra­do como un obje­to inani­ma­do tal como lo es en Sui­za sino que por el con­tra­rio es un ente autó­no­mo y como tal debe ser juz­ga­do al igual que un ser humano. Por la par­te con­tra­ria, la seve­ra abo­ga­da de Lore­na (Anne Dor­val) mos­tran­do al juez y al públi­co asis­ten­te el ros­to cica­tri­za­do de la víc­ti­ma, ale­ga que el ani­mal es un peli­gro públi­co y por lo tan­to debe ser sacrificado.

A medi­da que trans­cu­rren las sesio­nes del jui­cio don­de siem­pre está pre­sen­te Cos­mos, comien­zan a sur­gir obser­va­cio­nes, como las rela­ti­vas al géne­ro don­de las víc­ti­mas ata­ca­das por los perros supues­ta­men­te son siem­pre muje­res. Al pro­pio tiem­po dado que Cos­mos es el pri­mer ani­mal en ser juz­ga­do por un deli­to come­ti­do, el caso adquie­re públi­ca noto­rie­dad, lo que moti­va a que Avril que­de extenuada.

Aun­que Dosch demues­tra su capa­ci­dad de rea­li­za­do­ra, su ópe­ra pri­ma que tran­si­ta entre la come­dia rea­lis­ta y la sáti­ra no logra cubrir las expec­ta­ti­vas des­per­ta­das en su plan­teo ini­cial. Eso es debi­do fun­da­men­tal­men­te al guión que no lle­ga a pro­fun­di­zar sufi­cien­te­men­te en el prin­ci­pal per­so­na­je y ade­más por­que se dis­per­sa en cier­tas situa­cio­nes absur­das y algu­nas secuen­cias inne­ce­sa­rias, como la extra­ña rela­ción que Avril man­tie­ne con Joa­chim (Tom Fis­zel­son), su vecino de 12 años.

Sin dejar una impre­sión reso­nan­te, este film cuen­ta con un buen elen­co en el que espe­cial­men­te gra­vi­ta la pre­sen­cia de Dosch quien como la letra­da idea­lis­ta exal­tan­do la dimen­sión huma­na que debe exis­tir con el canino, tra­ta de evi­tar una sen­ten­cia nega­ti­va que le impi­da seguir con vida. Men­ción espe­cial mere­ce Kodi, quien ani­man­do al perro juz­ga­do ofre­ce una admi­ra­ble actua­ción, que mucho recuer­da a Uggie, el sabue­so que con­quis­tó el cari­ño del públi­co en L’Artiste (2011). Jor­ge Gutman

Reme­mo­ran­do a una Popu­lar Artista

A NIGHT WITH JANIS JOPLIN

La legen­da­ria can­tan­te popu­lar Janis Joplin rena­ce a tra­vés del show musi­cal A Night with Janis Joplin: The Musi­cal que ha sido repre­sen­ta­do con gran éxi­to tan­to en Ingla­te­rra, como en Esta­dos Uni­dos y asi­mis­mo en Japón. El públi­co cana­dien­se ten­drá la opor­tu­ni­dad de asis­tir a este espec­tácu­lo a tra­vés del regis­tro rea­li­za­do en una de las repre­sen­ta­cio­nes efec­tua­das en el Tea­tro Sad­ler Wells Pea­cock de Londres.

El Elen­co. (Foto: Danny Kaan)

Naci­da en Texas en 1943 des­de tem­pra­na edad Joplin mos­tró su afi­ción por el can­to pero fue en 1963 cuan­do comen­zó su carre­ra pro­fe­sio­nal al tra­tar de reco­no­cer y a la vez repro­du­cir en el esce­na­rio a con­sa­gra­das voces del blues como las de  Aretha Fran­klin, Nina Simo­ne, Etta James y Bes­sie Smith. Es en 1967 que se con­vier­te en la rei­na del rock & roll al triun­far en los esce­na­rios ame­ri­ca­nos des­de Mon­te­rrey has­ta Woods­tock. Habien­do falle­ci­do en 1970, resul­ta asom­bro­so que en sus esca­sos 27 años de vida haya deja­do un impor­tan­te lega­do en el gene­ro de la músi­ca popular.

Mary Brid­get Davis. (Foto: Danny Kaan)

El espec­tácu­lo adquie­re reso­nan­cia a tra­vés de la des­lum­bran­te inter­pre­ta­ción que duran­te dos déca­das la can­tan­te Mary Brid­get Davies ha logra­do de Joplin, habien­do sido nomi­na­da en 2014 para el pre­mio Tony. Su atrac­ti­va voz emer­ge en temas tan que­ri­dos por la des­apa­re­ci­da artis­ta inclu­yen­do entre otras inol­vi­da­bles can­cio­nes Me and Bobby McGee, Stay With Me, “Cry Baby, Mer­ce­des Benz, Sum­mer­ti­me y Pie­ce of my Heart.

Este aplau­di­do musi­cal escri­to y diri­gi­do por Randy John­son con la coreo­gra­fía de Patri­cia Wil­cox cons­ti­tu­ye un mere­ci­do tri­bu­to a Janis Joplin.

A Night with Janis Joplin: The Musi­cal será exhi­bi­do en las salas de Cine­plex, el 9 y 10 de mar­zo de 2025

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Para Refle­xio­nar

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

UNE VIE INTE­LLI­GEN­TE.  Tex­to: Domi­ni­que Leclerc. – Direc­ción : Domi­ni­que Leclerc: y Patri­ce Char­bon­neau-Bru­ne­lle. — Mary­se War­da – Elen­co: Tho­mas Emmaüs Ade­tou, Domi­ni­que Leclerc, Cathe­ri­ne Mathys, Félix Monet­te-Dubeau, Mar­cel Pomer­lo, Nata­lie Tan­nous, Amary­llis Trem­blay — Dra­ma­tur­gia: Émi­lie Martz-Kuhn — Esce­no­gra­fía: Patri­ce Char­bon­neau Bru­ne­lle – Ves­tua­rio: Jes­si­ca Poi­rier-Chang – Ilu­mi­na­ción: Lucie Baz­zo – Músi­ca: Fré­dé­ric Auger — . Mario­ne­tas y Acce­so­rios: Ange­la Ras­sen­ti — Video: Zachary Noël-Fer­land – Maqui­lla­je: Véro­ni­que St-Ger­main —  Asis­ten­cia de Direc­ción: Chloé Ekker­Lou Artea. — Dura­ción: 105 minu­tos sin entre­ac­to – Repre­sen­ta­cio­nes: has­ta el 29 de Mar­zo de 2025 en el Théâ­tre Ducep­pe

¿De qué mane­ra el arte tea­tral pue­de indu­cir a una pro­fun­da refle­xión cuan­do se enca­ran temas cien­tí­fi­cos de tras­cen­den­tal rele­van­cia? Esa pre­gun­ta tie­ne su res­pues­ta en la atí­pi­ca obra Une Vie Inte­lli­gen­te con­ce­bi­da por Domi­ni­que Leclerc.

El Elen­co. (Foto: Danny Taillon)

Como lo ade­lan­ta su títu­lo, la vida inte­li­gen­te está refe­ri­da a la inte­li­gen­cia arti­fi­cial (IA) que en los últi­mos años es obje­to de nume­ro­sos deba­tes. Duran­te varios años la auto­ra se ha dedi­ca­do a inves­ti­gar cómo la evo­lu­ción del desa­rro­llo tec­no­ló­gi­co ha per­mi­ti­do la apa­ri­ción de pro­gra­mas que crea­dos por el ser humano pue­den lle­gar a inde­pen­di­zar­se del mis­mo para adqui­rir auto­no­mía pro­pia. Para ello Leclerc ha toma­do con­tac­to con exper­tos en la mate­ria como es el caso de Yoshua Ben­gio, el renom­bra­do cien­tí­fi­co de infor­má­ti­ca de la Uni­ver­si­dad de Mon­treal que apa­re­ce en un video pro­yec­ta­do en pantalla.

Tho­mas Emmaüs Ade­tou. (Foto: Danny Taillon)

Es así que el esfuer­zo de Leclerc se con­cen­tra en esta pie­za que adquie­re la carac­te­rís­ti­ca de un tea­tro docu­men­tal don­de aspec­tos de la reali­dad se entre­mez­clan con la fic­ción. A tra­vés de la pues­ta escé­ni­ca de Patri­ce Char­bon­neau Bru­ne­lle en su comien­zo se asis­te a una rápi­da evo­lu­ción de la IA des­de 1988 has­ta 2023 valién­do­se de títe­res ani­ma­dos pro­yec­ta­dos en video.

De allí en más se pre­sen­cia una suce­sión de esce­nas en don­de el núcleo cen­tral del rela­to se cen­tra en la diná­mi­ca inter­lo­cu­ción exis­ten­te entre exper­tos sobre el tema y quie­nes no lo son. Entre los pri­me­ros se encuen­tra Tho­mas Emmaüs Ade­tou, quien es un bri­llan­te estu­dian­te de doc­to­ra­do en filo­so­fía que rea­li­za su tesis sobre la éti­ca de las máqui­nas y que se ha pres­ta­do para actuar en la pie­za; igual­men­te es el caso de Cathe­ri­ne Mathys que deten­ta una maes­tría en cien­cias de la edu­ca­ción de la Uni­ver­si­dad de Mon­treal. Los inex­per­tos están carac­te­ri­za­dos por Félix Monet­te-Dubeau, Mar­cel Pomer­lo, Nata­lie Tan­nous, Amary­llis Tremblay.

Aun­que imbui­da de bue­nas inten­cio­nes, esta pie­za des­con­cier­ta. El gran pro­ble­ma resi­de en la dis­cu­ti­ble pues­ta escé­ni­ca que apar­tán­do­se de lo tra­di­cio­nal pre­sen­ta algu­nas situa­cio­nes incom­pren­si­bles; así por ejem­plo des­orien­ta la acti­tud de los cua­tro inex­per­tos que con mira­da fija fren­te al púbi­co per­ma­ne­cen está­ti­cos duran­te 3 minu­tos y pos­te­rior­men­te comien­zan a bai­lar; no menos sor­pren­den­te es el des­pla­za­mien­to de un bus­to con la cabe­za coro­na­da de Elón 1, sin que pue­da expli­car­se a qué res­pon­de aque­llo. Con el pro­pó­si­to de que la audien­cia se una a la dis­cu­sión se pro­du­ce un son­deo a mano alza­da para res­pon­der a cua­tro pre­gun­tas cla­ves sobre la IA.

A su favor la pie­za moti­va a pen­sar cómo la IA pue­de afec­tar la edu­ca­ción y el víncu­lo social; ¿lle­ga­rá el ser humano a per­der su iden­ti­dad si el meca­nis­mo tec­no­ló­gi­co lo rem­pla­za por com­ple­to, o si por el con­tra­rio en un futu­ro pró­xi­mo la huma­ni­dad resul­ta­rá bene­fi­cia­da? Cier­ta­men­te no exis­ten res­pues­tas espe­cí­fi­cas a los inte­rro­gan­tes men­cio­na­dos pero estos tópi­cos ya han sido amplia­men­te con­si­de­ra­dos por dife­ren­tes medios de difusión.

A pesar de reco­no­cer los enco­mi­bles sfuer­zos rea­li­za­dos para mon­tar esta ambi­cio­sa pro­duc­ción a fin de que cada espec­ta­dor refle­xio­ne sobre lo que ha pre­sen­cia­do, la pie­za se alar­ga más allá de lo nece­sa­rio y su difu­sa direc­ción adop­tan­do dife­ren­tes tonos poco cohe­si­vos no alcan­za a con­cre­tar las expec­ta­ti­vas aguardadas.