Crónica de Jorge Gutman
CLUE. Texto: Sandy Rustin, basado en el guión de Jonathan Lynn – Dirección Escénica: Lisa Rubin – Dirección Ajunta: Zach Counsil — Elenco: Tamara Brown, Davide Chazzese, Matthew Gagnon, Kyle Gatehouse, Alain Goulem, Marcel Jeanin, Alexandra Petrachuk, Cara Rebecca, Felicia Shulman y Nicole Wilson – Música Original: Michael Holland – Escenografía: Brian Dudkiewicz – Vestuario: Louise Bourret – Iluiminación: Sonoyo Nishikawa – Diseño Sonoro: Troy Slocum — Duración: 90 minutos sin entreacto – Representaciones: Hasta el 29 de junio de 2025 en la sala principal del Segal Centre
Hay un refrán que expresa “Mejor reir que llorar” y es eso lo que precisamente ofrece el Segal Centre en esta última producción de la exitosa temporada actual. La dinámica directora artística y ejecutiva Lisa Rubin decidió recurrir a la versión teatral del exitoso film Clue realizado en 1985. Respetando la magia y socarronería de la versión original, gracias al texto de Sandy Rustin en base al guión concebido por Jonathan Lynn lo que se aprecia es una alocada comedia capaz de entretener durante su hora y media de duración.

Tamara Brown (Foto: Emelia Hellman)
Es necesario convenir que la historia relatada es en este caso lo que menos importa sino más bien los elementos subyacentes a la misma que generan un disparate humano con ciertas características circenses capaces de sacudir alegremente a la platea.
La pieza ambientada a mediados de los años 50 comienza cuando un enigmático mayordomo de una aislada y muy elegante mansión señorial recibe a seis invitados quienes ninguno de ellos está vinculado con los otros. En tanto, aguardando la comida cada uno de ellos va desplegando su particular personalidad. El conflicto dramático, si así se le puede denominar, se produce después de la cena cuando uno de los presentes es asesinado. De allí en más resulta importante dilucidar quien ha sido el autor del crimen antes que la policía se haga cargo del mismo.

Davide Chiazzese. (Foto: Emelia Hellman)
Si en principio viene a la memoria algunas de las excelentes obras de misterio de la emblemática Agatha Christie, en este caso el enigma ocupa un segundo lugar porque son las disparatadas situaciones producidas que adquieren relieve; es así que se observa el comportamiento caricaturesco de sus personajes gritando, bailando, saltando y moviéndose atolondradamente a medida que nuevos crímenes van apareciendo. Obviamente que nadie considerará que lo que se exhibe responde mínimamente a situaciones verosímiles dado el carácter farsesco de esta historia.

Felicia Shulman. (Foto: Emelia )
Teniendo en cuenta lo que precede el vigor de la pieza reside en su elenco y en tal sentido el resultado es nada menos que brillante. El dinamismo y energía desplegado por los 10 comediantes del reparto es realmente admirable con algunos de sus integrantes caracterizando varios personajes. Entre los mismos y por la asignación de roles deslumbran Tamara Brown como la avezada y verborrea Mrs. Peacock, Matthew Gagnon como el intranquilo y sospechoso Mr. Green, Marcel Jeannin embebido en el astuto Coronel Mustard, Alain Coulem animando al engreído Profesor Plum, Felicia Shulman como la seductora Ms. Scarlet, Alexandra Petrachuk como la desenvuelta mucama Yvette y en especial el tour de force realizado por Davide Chiazzese en su triple rol del valet Mr. Buddy, motorista y jefe de policía.
La irreprochable puesta escénica de Lisa Rubin constituye un total acierto para que la acción adquiera brío y dinamismo; a ello debe agregarse la ingeniosa escenografía de Brian Dudkiewicz permitiendo que la audiencia pueda apreciar los diferentes ambientes de la mansión, así como el colorido y variado vestuario diseñado por Louise Bourret.
En suma, he aquí una obra que a pesar de su ingenuo trasfondo es capaz de brindar un disfrutable esparcimiento.