La Cus­to­dia de un Niño

IN THE FAMILY. Esta­dos Uni­dos, 2012. Un film escri­to y diri­gi­do por Patric Wang. Elen­co: Patrick Wang, Tre­vor St. John, Sse­bas­tian Brod­ziak, Kelly McAndrew

Sor­pre­si­va­men­te uno se encuen­tra con un film que es una peque­ña joya sin habér­se­lo ima­gi­na­do; eso es lo que depa­ra En la Fami­lia, pri­mer film escri­to, diri­gi­do y actua­do por Patrick Wang y uno de los mejo­res que se haya vis­to en 2012.

A tra­vés de una dura­ción de casi tres horas que de nin­gún modo se hace sen­tir, se asis­te a un dra­ma fami­liar con­sis­ten­te en la cus­to­dia de un hijo. Si bien en 1979 el públi­co con­tem­pló un caso pare­ci­do en Kra­mer vs. Kra­mer del rea­li­za­dor Robert Ben­ton don­de la lucha por la tenen­cia de un menor se debió al divor­cio de sus padres, aquí la cau­sa es com­ple­ta­men­te dife­ren­te y sin duda más interesante. 

Wang inter­pre­ta a Joey, un apa­ci­ble hom­bre gay, quien tra­ta de obte­ner la LA CUSTOIA DE UN NIÑOcus­to­dia de Chip (Sebas­tian Brod­ziak) que es el hijo de su ama­do com­pa­ñe­ro Cody (Tre­vor St. John) quien falle­ció ines­pe­ra­da­men­te en un acci­den­te auto­mo­vi­lís­ti­co. Al igual que Cody, Joey fue tam­bién para el niño un entra­ña­ble padre y de allí que dio por sen­ta­do que segui­ría cui­dan­do de Chip. Pero cuan­do la madre de Chip falle­ció cuan­do éste nació, Cody – que aún no había cono­ci­do a Joey- dejó un tes­ta­men­to mani­fes­tan­do que si algo le lle­ga­ra a pasar, sería su her­ma­na Eileen (Kelly McAn­drew) quien ten­dría la guar­dia del niño. Como ese tes­ta­men­to no fue modi­fi­ca­do, Joey con­tem­pla con mucha pena cómo al no dis­po­ner de algún recur­so legal pro­ba­to­rio que lo pro­te­ja, el niño ya no le per­te­ne­ce y debe vivir con su tía que lo ha reclamado. 

La homo­se­xua­li­dad de Joey no es un tópi­co que se dis­cu­ta en este film sino lo que cuen­ta es la ilus­tra­ción del esfuer­zo rea­li­za­do por un padre que aun­que no bio­ló­gi­co sien­te el inmen­so dolor de no poder vivir con su hijo. En tal sen­ti­do, a lo lar­go del rela­to se pone en evi­den­cia la huma­ni­dad de este indi­vi­duo, com­ple­ta­men­te nor­mal sin nin­gún pro­ble­ma men­tal o psi­co­ló­gi­co, que no se resig­na a per­der su vás­ta­go. ¿Cómo solu­cio­nar jus­ti­cie­ra­men­te un caso prác­ti­ca­men­te indefendible?

El film des­ti­la un huma­nis­mo inmen­so y cuen­ta con un estu­pen­do elen­co. El direc­tor logra la máxi­ma natu­ra­li­dad de sí mis­mo en el papel pro­ta­gó­ni­co así como de los acto­res que lo acom­pa­ñan, sobre todo en lo que con­cier­ne a la increí­ble espon­ta­nei­dad del niño Brod­ziak. Como rea­li­za­dor, Wang da prue­bas de una asom­bro­sa madu­rez; en tal sen­ti­do bas­ta­ría men­cio­nar la rigu­ro­sa pues­ta en esce­na logra­da en una lar­ga toma de casi media hora don­de el atri­bu­la­do y entris­te­ci­do Joey tra­ta de defen­der su cau­sa fren­te a un jura­do que sigue aten­ta­men­te su his­to­ria per­so­nal para lle­gar a demos­trar por­qué mere­ce que el niño esté bajo su tutela. 

Con­clu­sión: Un film absor­ben­te y edi­fi­can­te que sin caer en el pate­tis­mo o en el sen­ti­men­ta­lis­mo bara­to abor­da un tema deli­ca­do y difí­cil con gran sobrie­dad. Wang ofre­ce una lec­ción de exce­len­te cine. Muy reco­men­da­ble. Jor­ge Gutman