Nin­gu­na Tie­rra Extranjera

PETER DOIG 

Cró­ni­ca de Jor­ge Gutman

Otra mues­tra de pres­ti­gio es la que ofre­ce el Museo de Bellas Artes de Mon­treal (MBMA) pre­sen­tan­do en for­ma exclu­si­va para Amé­ri­ca del Nor­te la obra del pin­tor Peter Doig. Bajo el títu­lo de Nin­gu­na Tie­rra Extran­je­ra (Nulle terre étran­gè­re) ésta es la pri­me­ra expo­si­ción impor­tan­te de este artis­ta con­tem­po­rá­neo de 54 años de edad que el públi­co tie­ne opor­tu­ni­dad de apre­ciar gra­cias a la cola­bo­ra­ción del museo con la Gale­ría Nacio­nal de Esco­cia en Edim­bur­go.

Peter Doig en su taller

Peter Doig en su taller

Den­tro de la tra­di­ción de gran­des artis­tas de los últi­mos dos siglos pasa­dos como Bon­nard, Matis­se, Gau­guin, Munch así como otros pin­to­res cana­dien­ses de la talla de James Wil­son Morri­ce y Tom Thom­son, la obra de Doig reci­be influen­cia de estos crea­do­res aun­que impreg­nán­do­la de una esté­ti­ca espe­cial don­de se des­ta­ca la sen­sua­li­dad de los colo­res brin­da­dos, la aso­nan­cia for­mal y la sin­gu­lar expre­si­vi­dad trans­mi­ti­da en sus pinturas.

La Música del Futuro

La Músi­ca del Futuro

Esta expo­si­ción pasa revis­ta a la pro­duc­ción del artis­ta duran­te el trans­cur­so de los últi­mos 13 años que va refle­jan­do las moti­va­cio­nes así como las obse­sio­nes que estruc­tu­ran su crea­ción tan­to en lo que con­cier­ne a sus pin­tu­ras, como a sus dibu­jos y esbo­zos efec­tua­dos. De algu­na mane­ra los temas abor­da­dos evo­can hechos reales del pasa­do y del pre­sen­te expe­ri­men­ta­dos en el cur­so de una vida nóma­de, pro­duc­to de los suce­si­vos des­pla­za­mien­tos rea­li­za­dos resi­dien­do en Edin­bur­go , Tri­ni­dad, Que­bec, Lon­dres, Mon­treal y nue­va­men­te Tri­ni­dad don­de se esta­ble­ció en 2002.

Personajes en un bote rojo

Per­so­na­jes en un bote rojo

En la visi­ta que el públi­co efec­túa pasan­do de una gale­ría a la otra del museo, sur­gen los temas que estruc­tu­ran la obra de Doig a tra­vés de pin­tu­ras que ilus­tran esce­nas coti­dia­nas que si en apa­rien­cia resul­tan comu­nes o corrien­tes se apre­cia un aire de mis­te­rio, acon­te­ci­mien­tos his­tó­ri­cos, pai­sa­jes tro­pi­ca­les de fuer­te colo­ri­do, figu­ras soli­ta­rias, bos­ques, botes, así como algu­nos cua­dros de con­te­ni­do mís­ti­co, fan­tas­ma­gó­ri­co y de apa­rien­cia supernatural. 

Ade­más de las telas pic­tó­ri­cas, la mues­tra expo­ne docu­men­tos per­so­na­les así como tam­bién se des­ta­ca una sala don­de están exhi­bi­dos más de 40 afi­ches de pelí­cu­las que Doig pin­tó duran­te los últi­mos 14 años para las pro­yec­cio­nes de las mis­mas, como un ciné­fi­lo de fil­mes artísticos. 

En sín­te­sis, una impor­tan­te mues­tra que per­mi­te des­cu­brir la obra de un pin­tor que entre­mez­clan­do ade­cua­da­men­te moti­vos del pasa­do y del pre­sen­te, recuer­dos per­so­na­les y acon­te­ci­mien­tos tan­to rea­lis­tas como ima­gi­na­rios, evi­den­cia una remar­ca­ble sensibilidad. 

La expo­si­ción se extien­de has­ta el 4 de mayo de 2014 y en su trans­cur­so se ha pro­gra­ma­do una serie de acti­vi­da­des edu­ca­ti­vas y cul­tu­ra­les que inclu­yen entre otras con­fe­ren­cias, exhi­bi­ción de una pelí­cu­la vin­cu­la­da con el tema y visi­tas guia­das tan­to en fran­cés como en inglés. Infor­ma­ción adi­cio­nal pue­de obte­ner­se en el sitio http://peterdoig.mbam.qc.ca