AMERICAN SNIPER. Estados Unidos, 2014. Un film de Clint Eastwood.
Después de haber incursionado en 2006 en dos buenos filmes bélicos con Flags of Our Fathers y Letters From Iwo Jima, Clint Eastwood repite esa experiencia enfocando a Chris Kyle, el más avezado francotirador que haya tenido Estados Unidos. El propósito del film es describir su compleja personalidad demostrando hasta dónde puede llegar la devoción de un auténtico patriota de servir a su país.
Bradley Coooper personifica a Kyle y ya desde la primera escena ofrece una primera impresión de su persona cuando encontrándose en Irak al servicio de los SEAL (los equipos de mar, aire y tierra de la armada de los Estados Unidos) desde el tejado de una casa apunta su arma hacia una mujer y su niño mientras se encuentran caminando dispuestos a lanzar una granada a los marines ubicados a corta distancia. Dejando en suspenso si disparará o no el gatillo para evitar el atentado, la acción retrocede a sus años de infancia en Texas y posteriormente a la etapa de su juventud donde ya evidencia condiciones innatas de buen tirador; sobrevendrá después su romance con la joven Taya (Sienna Miller) quien llegará a ser su esposa y poco tiempo después de haberse conmocionado por los episodios del 11 de septiembre, surge su necesidad de enrolarse en la fuerza armada de su país. Una vez reclutado es enviado a Irak y es allí que demuestra sus condiciones de experto francotirador para abatir con su milimétrica puntería en el campo de batalla a los insurgentes enemigos a fin de proteger a sus compatriotas. La mayor parte del relato transcurre precisamente en el escenario bélico a través de 4 viajes que Kyle efectúa a Irak en donde al haber logrado un récord de 160 acertadas punterías se convierte en leyenda viviente como el más letal francotirador de Estados Unidos.
Como lo hiciera en sus dos anteriores filmes bélicos, Eastwood ‑tomando como referencia el guión de Jason Hall en base a la autobiografía de Kyle de 2012- demuestra la futilidad de la guerra y la necedad de la violencia conllevando innumerables pérdidas de vidas. Pero al propio tiempo, en el análisis que realiza del protagonista, logra transmitir la forma en que su actuación exitosa en favor del país ha sido alcanzada a expensas de dejar en segundo lugar a su abnegada mujer e hijos, hecho que queda muy bien reflejado cuando al regresar a su hogar al término de cada misión se encuentra completamente alienado al no poder dejar de lado a la guerra; así pareciera que se siente más cómodo luchando en Irak y arriesgando su vida, que estando rodeado por su familia con el calor humano que emerge de la misma.
Como relato de guerra el film no agrega mucho a lo que ya se ha visto en ocasiones previas, pero lo que lo distingue es el minucioso estudio de un soldado que permanentemente se encuentra inmerso en el caos del combate y que animado de un sentimiento patriótico compensa la angustia emocional que genera su inhumana actividad. Al propio tiempo, el realizador convincentemente expone la dificultad de Kyle para reintegrarse a la vida civil.
Además de la remarcable dirección de Eastwood que dota a esta historia con un gran humanismo, el film cuenta con la notable interpretación de Cooper. El actor caracteriza excelentemente la fascinante personalidad de Kyle mostrándolo como un hombre de naturaleza austera, introvertido e impidiendo que cualquier sentimentalismo refleje sus emociones internas, dando como resultado un acabado retrato del personaje a quien el destino le habría de deparar un trágico final después de haber retornado sano y salvo a su hogar.
Conclusión: Un sobrio film de Eastwood tributando un homenaje a un héroe de guerra convertido en leyenda.