2 DAYS IN NEW YORK. Francia-Alemania-Bélgica, 2012. Un film escrito y dirigido por Julie Delpy. Elenco: Julie Delpy, Chris Rock, Albert Delpy, Alexia Landeau Julie Delpy decidió realizar una secuela a 2 Days in París donde debutó como directora hace 5 años. De inferior calidad a aquélla 2 Días en Nueva York decepciona por su desabrida trama plagada con chistes de dudoso gusto y animada por personajes donde es mejor perderlos que encontrarlos. En este capítulo la fotógrafa francesa Marion (Delpy) está divorciada viviendo en Manhattan con Mingus (Chris Rock), un periodista radial también divorciado, con quien comparte un departamento en compañía de sus respectivos hijos de anteriores relaciones. Con motivo de la inauguración de su exposición de fotografía, llega de visita procedente de París la excéntrica familia de Marión perturbando el clima de tranquilidad existente. Desde la primera escena en el aeropuerto Kennedy ya se percibe que el film adquiere un tono de farsa cuando Jeannot (Albert Delpy), el padre de Marion, intentaba contrabandear una considerable cantidad de chorizos y quesos en su maleta además de ocultar algunos llevados en su cuerpo; además de su padre se encuentra su hermana Rose (Alexia Landeau) quien tiene proclividad a pasearse desnuda por el departamento y su desagradable amigo Manu (Alex Nahon). Desde el vamos, el hogar se convierte en un caos con las andanzas del padre que no habla una sola palabra de inglés, la inmadura Rose que se la pasa peleando constantemente con Marion y el insoportable Manu a quien no le falta escrúpulos para lograr que un traficante de drogas le provea marihuana al departamento donde está alojado. En la mayoría de los casos la risa es provocada apelando a desagradables expresiones racistas de Manu con referencia a Mingus que es negro, mostrando a Manu cortándose las uñas de los pies sobre la mesa familiar; o bien cuando los visitantes sonríen al pronunciar el nombre de “Mingus” porque rima con “cunnilingus” (sexo oral); no es necesario agregar más ejemplos o situaciones que resultan mejor olvidar que relatar. Extraña mucho que Delpy sea la coguionista (junto con Landeau) de esta pobre farsa, teniendo en cuenta que ella había participado exitosamente en los excelentes diálogos improvisados de Before Sunrise.(1995) y Before Sunset (2004). Aquí, dejó de lado toda sutileza para concebir un relato que no tiene mayor razón de ser, a pesar de haber querido exponer sin lograrlo un contrapunto cultural entre las costumbres francesas y la modalidad americana, algo ya visto en múltiples oportunidades con mejor fortuna. Jorge Gutman |