SILVER LININGS PLAYBOOK. Estados Unidos, 2012. Un film escrito y dirigido por David O. Russell
El director David O. Russell, con un guión que le pertenece basado en una novela de Mattew Quick, ofrece un film que sin ser excepcional resulta entretenido con personajes bien delineados que son desempeñados por un competente elenco.
El protagonista es Pat (Bradley Cooper), un ex profesor de escuela secundaria de Filadelfia diagnosticado con desorden bipolar. Consecuencia de ello fue el brutal ataque inferido al amante de su esposa Nikki (Brea Bee) cuando los pescó haciendo el amor en su hogar. En vez de la cárcel le ha tocado pasar ocho meses como paciente en una institución mental para su recuperación. El film comienza cuando es dado de alta, a pesar de que aún persisten rasgos que denotan no haberse restablecido totalmente. Con la intención de rehacer su vida y tratando de adoptar una actitud positiva –a pesar de haber perdido su empleo, casa y esposa‑, se instala en el hogar de sus padres Dolores (Jacki Weaver) y Pat Sr. (Robert De Niro); allí, sus frecuentes exabruptos de violencia originan tensión perturbando la rutina familiar.
La primera parte del film adopta el tono de drama realista describiendo los esfuerzos de Pat de querer desvincularse de su pasado aunque persiste el deseo de recuperar el amor de su distanciada esposa, a pesar de una orden judicial que le impide acercarse a ella. El circunstancial encuentro con Tiffani (Jennifer Lawrence), una joven viuda que también experimenta considerables problemas emocionales, hará que ambos se acompañen compartiendo el estado de salud y los remedios que los dos ingieren; además, ella se apresta a ayudarlo para hacerle llegar una carta suya a Nikki con la condición de que Pat la acompañe como pareja en un concurso de baile.
De allí en más, el relato cambia de rumbo para convertirse en una comedia dislocada más el agregado del clima romántico que previsiblemente va surgiendo entre Pat y Tiffani; aunque nada de lo que se contempla resulta realísticamente plausible, eso no priva que un buen numero de situaciones resulten ciertamente hilarantes. Entre las ocurrencias absurdas, el público se divierte con el comportamiento adoptado por el supersticioso padre de Pat quien como apasionado fanático del equipo de fútbol local apuesta considerables sumas de dinero en base al resultado de los partidos.
Ciertamente, lo que al principio prometía considerar el modo en que la enfermedad mental puede afectar el grado de comunicación de las personas afectadas con el mundo que les rodea, el tema es dejado totalmente de lado para privilegiar en cambio el lado excéntrico de esta historia con personajes socialmente inadaptados.
Russell logró un film satisfactoriamente romántico respaldado por el excelente desempeño de Cooper y la versatilidad demostrada por la joven actriz Lawrence en los roles protagónicos; en los papeles secundarios De Niro se destaca confirmando que además de ser un excelente actor dramático, también goza y convence caracterizando a personajes ocurrentes.
Conclusión: Aunque la combinación de drama, romance y comedia excéntrica no siempre se conjuga armoniosamente, el ritmo fluido y ameno del film conduce a un relato de agradable visión. Jorge Gutman