LOVE, MARILYN. Estados Unidos, 2012. Un film de Liz Garbus.
A 50 años de su fallecimiento la leyenda Marilyn Monroe se va engrandeciendo como lo confirma el increíble número de publicaciones que han surgido a través del tiempo, incluyendo un millar de libros que trataron de desentrañar la verdadera personalidad de quien fuera la estrella más popular del cine de los años 50.
Con Love Marilyn la documentalista Liz Garbus trató de efectuar un film que en esencia constituye una carta de amor a la célebre rubia. La diferencia con otras películas sobre el mismo tema es que este trabajo está basado en cartas, diarios y libros de notas pertenecientes a Marilyn y que hasta el presente habían permanecido inéditos. Con todo, el documental no termina revelando algo diferente de lo que ha sido divulgado hasta la fecha, sino más bien contribuye a intensificar la intriga sobre quien fue realmente ese símbolo sexual.
Lo anterior no invalida el interés del film dado que la realizadora resolvió utilizar un artificio interesante reclutando a un buen número de artistas de primer nivel para leer extractos de los diarios de la estrella. Marisa Tomei, Glenn Close, Ellen Burstyn, Uma Thurman, Lili Taylor, Viola Davis, Evan Rachel Wood y Jennifer Ehle, son algunas de las célebres actrices que participan en la lectura.
En el relato se aprecia también la opinión de algunos personajes importantes que tuvieron ocasión de tratarla en forma cercana, manifestando su aprecio y/o bien su menosprecio tal como surge en este último caso de las declaraciones no muy elogiosas de Laurence Olivier quien la dirigió y la acompañó en el elenco de The Prince and the Showgirl (1957). Otros nombres famosos que se encuentran en el documental incluyen los de Truman Capote a través de la presencia de Adrien Brody, Ben Foster en la piel de Norman Mailer, Jeremy Piven prestando su voz al realizador Elia Kazan, Paul Giamatti como el director George Cukor y F. Murray Abraham animando al psiquiatra de Marilyn. Películas hogareñas, material de archivo, algunas entrevistas concedidas por la actriz así como muchas de sus fotos completan el panorama. En líneas generales, el documental pasa revista a la carrera cinematográfica de esta celebridad, expone su necesidad de que fuese considerada como algo más que un objeto sexual y su gran deseo de que la aceptaran como una artista, emprendiendo para ese propósito sus estudios de actuación con Lee Strassberg, el director del Actor’s Studio.
Conclusión: Aunque el film no arroje nuevas luces sobre la desgraciada heroína, Garbus ofrece un interesante documental, muy bien hecho y editado donde prácticamente nada se omite, con excepción de la ausencia de comentario alguno sobre la relación que mantuvo con el Presidente Kennedy. Un buen tributo al mito eterno. Jorge Gutman