Crónica de Jorge Gutman
Las ceremonias de inauguración y clausura de un festival son generalmente las de mayor importancia por su gran visibilidad. De allí que Cannes cuida siempre el detalle de que la persona que oficia como maestra de ceremonias tenga la suficiente presencia, distinción y simpatía para reforzar dichos eventos. Es así que para la edición de este año decidió designar a la popular actriz francesa Audrey Tautou para desempeñar tal función en las veladas de apertura (15 de mayo) y cierre (26 de mayo) de la muestra dando la bienvenida al Jurado presidido por Steven Spielberg en la sala del Gran Teatro Lumière.
Tautou comenzó su carrera como actriz en la televisión para posteriormente debutar en cine en el film de Tonie Marshall Venus, beauté (1999) donde obtuvo el premio César a la mejor actriz revelación. Pero la fama internacional la logra con su interpretación en el film de Jean Pierre Jeunet Le fabuleux destin d’Amélie Poulain (2001) donde dotando a su personaje de fantasía con gran simpatía, dulzura y ternura ha logrado conquistar al público francés e internacional. De allí en más, su carrera estuvo jalonada con varios éxitos, entre los cuales se encuentran L’auberge espagnole (2001) y Les Poupées Russes (2005), ambos filmes dirigidos por Cédric Klapish. Entre sus últimos filmes se encuentran Coco avant Chanel (2009) de Anne Fontaine animando a la modista Coco Chanel y el año pasado se la vio en Thérèse Desqueyroux, realización póstuma de Claude Miller que precisamente tuvo su estreno mundial Cannes y motivo que ella estuviera presente en el Festival para su presentación. Su reciente film es L’ecume des tours de Michel Gondry que se estrenará en Francia en pocos días más.
Además de su trabajo en cine, hace 3 años Tautou debutó en el teatro francés animando el rol protagónico de Nora Helmer de la célebre obra de Henrik Ibsen Casa de Muñecas, mereciendo elogiosos comentarios críticos con su actuación.