Por Jorge Gutman
Los Principales Premios de la Competencia Oficial
Otra edición del festival más importante del mundo concluyó el domingo pasado donde en la sección competitiva predominaron los títulos franceses y americanos. En todo caso, varios de ellos jerarquizaron la muestra y sobre todo el film que obtuvo el premio mayor conmovió unánimemente a la crítica y al jurado de la competencia oficial presidido por Steven Spielberg.
Adèle Exarchopulos y Léa Seydoux en LA VIE D’ADELE
He aquí una rápida revisión de los filmes competitivos que han sido premiados. El film francés La vié d’Adèle –Chapitre 1 et 2 obtuvo merecidamente la codiciada Palma de Oro, distinción máxima del festival. Más allá de sus valores excepcionales, cabe señalar que esta obra del director franco-tunecino Abdellatif Kechiche constituye desde ya un hito histórico por tratarse de un film audaz y casi se diría revolucionario al describir con máxima ternura, crudeza y candidez la historia de amor de dos chicas como nunca se ha visto en cine hasta la fecha. Además, teniendo en cuenta que de acuerdo a las reglamentaciones del festival no puede adjudicarse más que un premio por film, Spielberg señaló que el jurado había tomado el excepcional paso de reconocer los méritos de los tres artífices de esta película mencionando al director así como a sus dos protagonistas Adèle Exarchopulos y Léa Seydoux.
Esta película será juzgada con toda la extensión que merece en oportunidad de su estreno. Por ahora conviene señalar que se refiere al amor entre dos jóvenes mujeres a través de un período crítico de 7 años. Lo que el relato destaca fundamentalmente es la personalidad de cada una de las mismas y la forma cómo el sentimiento de amor puede evolucionar positiva o negativamente. Adèle (Exarchopulos) es una estudiante de escuela secundaria que oculta o parecería negar su verdadera orientación sexual hasta el punto de intimar con un compañero de curso sin obtener mayor placer de ese encuentro; todo cambia cuando conoce a Emma (Seydoux), una joven de edad similar que es estudiante de bellas artes y de quien se enamora perdidamente. El film se centra en las diversas manifestaciones que va adoptando ese sentimiento desde el momento en que se encuentran, el desarrollo que adquiere ese amor de volcánica magnitud, hasta que en un momento dado comienza a desvanecerse haciendo que Emma deje a su compañera en un estado de completo desamparo, dolor y soledad.
Para querer transmitir con toda fidelidad el modo cómo el amor se fusiona con el sexo donde dos cuerpos se funden en uno solo, Kechiche deja que su cámara refleje una relación sexual de 8 minutos donde todo transcurre en tiempo real; aunque podrá ser discutible si es o no necesario dispensar tal duración, lo cierto es que de ninguna manera las imágenes contempladas resultan pornográficas sino que tienen como propósito involucrar al espectador para que comprenda en toda su dimensión el torrente pasional que une a estos dos personajes donde poco importa que respondan al mismo sexo porque lo expuesto podría haber acontecido entre personas de diferente género.
Oscar Isaac en INSIDE LLEWYN DAVIS
El Gran Premio del Jurado, fue adjudicado a la producción americana Inside Llewyn Davis de los hermanos Joel y Ethan Coen. Aunque se trate de un film de menor importancia en la excelente filmografía de estos inteligentes autores de cine, con todo se aprecia un trabajo serio y competente en donde se rinde tributo a la música folk americana de la década del 60. Con una magnífica ambientación de época del West Village neoyorquino, el relato sigue la trayectoria de Llewyn Davis –un personaje ficticio inspirado en un músico de culto que fue Dave Van Ronk- que trata de abrirse camino como cantautor de este género musical. Los sabrosos diálogos del guión provocan genuinas carcajadas dentro del contexto de una humana historia que permite reflexionar acerca de los caprichos que motivan el reconocimiento de un verdadero artista; aunque Davis reúne atributos necesarios para triunfar como poco tiempo después lo haría Bob Dylan, sin embargo él no lo logra por imperio de las circunstancias. Además de un buen reparto que incluye a Carey Mulligan, Justin Timberlake y John Goodman, entre otros, se destaca notablemente Oscar Isaac quien además de ofrecer notables interpretaciones cantadas, transmite al espectador la melancolía del bohemio protagonista que encarna.
Amat Escalante, director de HELI
El premio al mejor director le correspondió a Amat Escalante por el film mexicano Heli. Esta película ilustra una vez más la naturaleza endémica de la violencia en México a través de una historia que involucra a una humilde familia de trabajadores viviendo cerca de Guanajuato; la misma está integrada por Heli (Armando Espitía), un joven muchacho que vive con su esposa y su bebé en la casa de su padre junto con su hermana menor Estela (Andrea Vergara) de 12 años. Cuando Estela se vincula sentimentalmente con un policía local, involuntariamente arrastra a su familia a una situación que involucra a mercaderes del narcotráfico. Ésa será la chispa para asistir a un triste espectáculo de máxima violencia donde no faltará un triple secuestro, la violación de Estela, así como una extendida secuencia de tortura capaz de sensibilizar hasta al más indiferente espectador. Aunque filmado en forma impecable, el nihilismo de Escalante es espeluznante y si bien su intención es mostrar una realidad social imposible de negar, la extremada violencia expuesta podría haber sido considerablemente más moderada para lograr el propósito deseado.
Masaharu Fukuyama en LIKE FATHER, LIKE SON
El Premio del Jurado fue atribuido al film japonés Like Father, Like Son, escrito y dirigido por el notable realizador Hirokazu Koreeda. Recurriendo una vez más al tema de la familia y a los lazos de afecto existentes entre sus integrantes, el guión presenta a Ryota (Masaharu Fukuyama), un arquitecto obsesionado por su éxito profesional, que lleva una existencia armoniosa junto a su esposa Midori (Machiko Ono) y su único hijo Keita de 6 años a quien se le ha brindado una apreciable educación además del amor paternal. Esa existencia normal se ve alterada cuando la maternidad del hospital donde el niño nació comunica a sus padres que debido a un error cometido por una enfermera, Keita ha sido intercambiado con otro bebé nacido en el mismo lugar. Cuando se llega a determinar la identidad del otro grupo familiar conformado por Yudai (Lily Franky), su señora Yukari (Yoko Maki) por 3 hijos y que pertenece a un nivel socio-económico inferior, comienza una serie de encuentros entre ambas familias para tener preparado el terreno en el momento del intercambio de los hijos respectivos. Es en todo ese incómodo y dificultoso proceso que implica saber cuál es el camino más adecuado a seguir frente a un hecho de esta naturaleza donde el director lo enfoca tanto desde el punto de vista de los padres como de los niños afectados. El relato que plantea el dilema acerca de si los lazos de sangre deben imponerse o no al de la crianza, cariño y afecto que se le da a una criatura que no es propia, es tratado por el director con mucha sutileza, ternura y controlado sentimiento; aunque el dilema no queda resuelto, de todos modos el director ha logrado un muy bello y candoroso film con interpretaciones de primer nivel donde se destaca la espontaneidad de los pequeños actores animando sus respectivos personajes.
Baoqiang Wang en A TOUCH OF SIN
Así como la violencia es el factor primordial del film de Escalante anteriormente comentado, este tópico vuelve a hacerse presente en la película china A Touch Of Sin, escrita y dirigida por Jia Zhang-Ke quien obtuvo el premio al mejor guión. Si hasta hace pocos años China permanecía en el más absoluto de los misterios para el observador occidental, hoy día puede comprobarse que el actual gigante de la economía mundial genera considerable violencia en los diferentes niveles de su sociedad, donde el bienestar económico de ciertas regiones se logra a expensas del detrimento de otras. A través de cuatro historias ubicadas en diferentes provincias y con cuatro personajes que son –según el realizador- el reflejo de la China contemporánea, se contempla en un episodio a un minero quien exasperado por la corrupción de los dirigentes de su pueblo decide pasar a la acción; otra historia se centra en un trabajador migrante que regresa a su hogar para el Año Nuevo Chino y descubre las amplias posibilidades que su arma de fuego le ofrece; otro capítulo gira en torno de una recepcionista de un sauna donde el acoso de un rico cliente la induce a cometer un acto irreparable; finalmente se asiste al caso de un joven que pasando de un trabajo a otro en situaciones degradantes vislumbra en el suicidio la forma de solucionar su angustioso problema. Aunque estas historias son tratadas en forma desigual y sin gran aliento emocional, el film suscita interés al mostrar cómo las desigualdades económicas y sociales de una sociedad pueden conducir a un nivel de descontento de la población que llega a explotar con inusitada furia.
Tahar Rahim y Bérénice Bejo en LE PASSE
Sin llegar a satisfacer completamente las expectativas aguardadas después de su brillante trabajo en el film A Separation, el director iraní Asghar Farhadi retorna con Le Passé, una coproducción franco italiana que le valió a su protagonista Bérénice Bejo el premio a la mejor interpretación femenina. Se trata de un denso drama con repercusiones morales donde nuevamente el cineasta expone las complejidades de la condición humana. La trama de este film concebida por el realizador se podría sintetizar de la manera siguiente: después de 4 años de separación, Ahmad (Ali Mosaffa) de nacionalidad iraní deja Teherán para retornar a Paris con el propósito de finalizar el trámite de divorcio solicitado por su esposa francesa Marie (Bérénice Bejo). Durante su breve estadía, Ahmad descubre la difícil relación que Marie mantiene con su hija adolescente Lucíe (Pauline Burlet), producto de un matrimonio anterior; también el iraní se impone que su ex mujer vive con su nueva pareja Samir (Tahar Rahim) quien cuida de su hijo Fouad (Elyes Aguis). El nudo dramático se presenta cuando al tratar de descubrir la razón de la grieta existente entre Lucie y su madre, Ahmad se entera de varios secretos vinculados con el pasado que marcó a esta disfuncional familia y el variado sentimiento de culpabilidad que anima a sus integrantes frente a un personaje suicida que se encuentra en estado comatoso. El interés del film se mantiene a través de toda la telaraña que se va formando en torno a las relaciones familiares y que según la mira de cada personaje no existen verdades ni mentiras absolutas; con todo, cada incidente que aflora en el desarrollo del relato, abre la puerta para uno subsiguiente hasta llegar al punto en donde hay demasiados giros que densifican la trama pero que al propio tiempo parecen algo forzados y sin que estén dramáticamente fusionados; todo ello redunda en que este film, a pesar de su buena puesta en escena, no alcance la misma repercusión emocional de los anteriores trabajos de este realizador. Como de costumbre, Farhadi es un gran director de actores y en este caso logró de su elenco excelentes interpretaciones con especial lucimiento de Bejo.
Bruce Dern y Will Forte en NEBRASKA
El premio a la mejor interpretación masculina recayó en el veterano actor Bruce Dern, protagonista de Nebraska de Alexander Payne. Con un guión de Bob Nelson, Payne retorna con otra película del camino retratando a gente de la tercera edad tal como lo hiciera hace 11 años en About Schmidt con Jack Nicholson. Filmado en un excelente blanco y negro, el film vuelve a tratar el tema de la relación existente entre padres e hijos contando la historia de Woody Grant (Dern) un viejo hombre que comienza a padecer de demencia senil. Viviendo en Billings, estado de Montana, cree haber ganado en la lotería un millón de dólares para ser cobrado en Nebraska. En consecuencia se propone trasladarse a dicho estado, sin que pueda ser disuadido por su familia que trata de hacerle comprender que ese premio es un ardid publicitario y por lo tanto el viaje resultará inútil. Para evitar problemas mayores, David (Will Forte), uno de sus dos hijos, decide acompañarlo en coche, comenzando de este modo un trayecto donde en su recorrido los viajeros tienen oportunidad de atravesar Wyoming, pasando por Rapid City así como aprovechan para visitar el hogar natal de Woody en Hawthorne donde tiene lugar una excéntrica reunión familiar con 6 de sus hermanos sobrevivientes. A través de este viaje a la América profunda, con resabios de la crisis económica que afecta a sus habitantes, Woody también se reencontrará con viejos amigos y conocidos, entre ellos un antiguo socio de negocios (Stacy Keach). Como resultado de ese periplo, el anciano y David tendrán la oportunidad de conocerse mejor, donde el hijo tratará de que su padre recobre su dignidad. Nebraska es en esencia un relato agridulce y profundamente humano que refleja algunos aspectos absurdos de la vida; su calidez y buenos sentimientos proporcionan justificadas razones para contemplarlo y para apreciar especialmente la magnífica composición que Dern realiza de su personaje.
La Cámara de Oro que se adjudica al mejor primer film proyectado en cualquiera de las secciones del festival fue para el film de Singapur Ilo, Ilo dirigido por Anthony Chen y presentado en la Quincena de los Realizadores.
Otros filmes destacables
Una imagen de THE MISSING PICTURE
Este año el festival presentó algunos excelentes documentales y entre los mismos se distingue L’image manquante (The Missing Picture) del realizador camboyano Rithy Panh, que obtuvo el premio al mejor film en la sección oficial Un Certain Regard, otorgado por un jurado presidido por el cineasta danés Thomas Vinterberg. En apenas hora y media de duración el film transmite al espectador las experiencias vividas por el director en sus años de adolescencia junto a su familia durante la violenta dictadura de los Khmer Rouge que azotó al país entre 1975 y 1979. En la medida que el realizador trató de buscar en vano alguna fotografía que testimoniara los actos de auto- genocidio de Pol Pot, para testimoniar ese doloroso período recurrió al uso de unas pequeñas esculturas artesanales creadas y de un relativamente escaso material de archivo. Con una voz en off (Randal Douc) que acompaña a las imágenes y una música (Marc Marder) que se ajusta acertadamente al clima dramático del relato, el espectador asiste a un documental íntimo que expone la infancia feliz de Panh antes del fatídico 17 de abril de 1975 cuando las tropas revolucionarias irrumpieron en la capital de Phnom Penh generando el abandono de más de dos millones de personas hacia los campos de reeducación establecidos en el interior del país; eso significó la eliminación de cualquier vestigio de capitalismo que Pol Pot y los miembros de su partido consideraran inadecuados. Pero la proposición colectivista del régimen, a pesar de haber tenido el apoyo inicial de los campesinos, condujo a que el pueblo estuviese sometido a condiciones de esclavitud y a que sufriera hambre como método para asegurar la obediencia de las órdenes impartidas por el régimen. Sin duda, éste es un sólido y poderoso documento que Panh lo ha realizado como un medio de catarsis al desear exponer el infierno vivido en el reciente pasado que enlutó a Cambodia.
Dentro de las películas latinoamericanas, la producción argentina Wakolda de Lucía Puenzo recibió una cálida acogida crítica. Se trata del tercer trabajo de Puenzo, donde su ópera prima XXY fue premiada en 2007 en este festival, y aquí ella demuestra una gran madurez volcando a la pantalla su quinto libro publicado bajo el mismo nombre sobre la historia del médico nazi Josef Mengele refugiado en la Patagonia argentina.
El relato de ficción se desarrolla en Bariloche en 1960 donde Enzo (Diego Peretti), su señora Eva (Natalia Oreiro) y sus tres hijos se disponen a abrir una hostería ubicada a orillas del lago Nahuel Huapi. En el trayecto que los lleva al lugar de destino traban conocimiento con el doctor Helmut Gregor (Alex Brendemühl), quien encontrándose en esa región oculta su verdadera personalidad del siniestro médico Mengele; él se convertirá en el primer huésped de la hostería. En ese lugar continuará con los experimentos genéticos realizados en los campos de concentración durante la segunda guerra, abocándose a lograr el crecimiento de Lilith (Florencia Bado), una de las hijas del matrimonio de 12 años de edad que es un poca baja de estatura para su edad; al propio tiempo también se preocupará por seguir experimentando con Eva quien está embarazada de mellizos. Una densa atmósfera se va conformando en la medida que una fotógrafa (Elena Roger) recién llegada al lugar comienza a sospechar sobre la verdadera personalidad del alemán. Todo ello va adquiriendo un clima más sombrío cuando se va difundiendo la noticia de la captura de Adolf Eichmann en Buenos Aires por agentes del Mossad de Israel y Mengele comienza sus planes para huir del lugar.
El film es fascinante y a pesar de la naturaleza de su tema que podría prestarse al sensacionalismo, Puenzo prefiere adoptar un bajo perfil para ir revelando sutilmente la personalidad del criminal así como la curiosa relación establecida entre él y Lilith; no menos importante es la acertada descripción de la comunidad germana del lugar protegiendo al siniestro asesino. En resumen, un tenso drama sutilmente expuesto que además de haber sido uno de los mejores filmes exhibidos en el festival ratifica la calidad del cine argentino.
México logró otra distinción por el conjunto de sus actores en el film La Jaula de Oro del director Diego Quemada-Diez. Aunque el tema de inmigrantes indocumentados tratando de llegar a los Estados Unidos desde América Central ha sido tratado en Sin Nombre (2009), este esfuerzo es válido donde a través de un relato absolutamente realista se asiste a la dramática travesía emprendida por tres adolescentes –dos varones (Brandon López, Carlos Chajon) y una chica disfrazada (Karen Martínez)- a quien se unirá un joven indio de Chiapas(Rodolfo Domínguez) que no habla español. El camino está plagado de amenazas y peligros motivados por la presencia de siniestros bandidos, policías corruptos y una banda de secuestradores. Aunque el desenlace de ninguna manera está previsto, no todos los miembros del grupo llegarán a convertir en realidad el ansiado sueño americano.
Manuscripts Don’t Burn es un film iraní que testimonia las dificultades que experimentan los intelectuales del país. Desafiando la prohibición impuesta a Mohammad Rasoulof de filmar por un período de 20 años, el realizador desafía esta decisión rodando una película que documenta el estado de censura que se vive y la forma en que se vale el estado para castigar a sus disidentes. A través de un relato de ficción, lo que Rasoulof narra está basado en hechos reales cuando un considerable número de escritores, intelectuales y activistas políticos actuando en la década del 90 críticamente denunciaron las acciones adoptadas por el avasallamiento de los derechos humanos por ciertas personas que posteriormente ocuparían cargos ministeriales durante la gestión del actual presidente Mahmud Ahmadinejad. Dentro de ese contexto y bajo la forma de un thriller, el relato enfoca a dos asesinos a sueldo destinados a secuestrar e interrogar a un escritor disidente. Lo que sucede y se contempla en pantalla es realmente escalofriante al exponer las tácticas mafiosas utilizadas por funcionarios del gobierno para acallar a todos aquellos intelectuales que atrevan a oponerse o a disentir con el gobierno conservador que rige los destinos del país. Aunque la narración no es siempre pareja o completamente clara, el film es sin duda audaz, cautivante e indudablemente sorprendente al ilustrar hechos de la realidad cotidiana que sin duda no habrán de contentar al actual presidente. Cabe aclarar que para salvaguardar al equipo de filmación, la película no contiene crédito alguno sobre la identidad de los actores que animaron a los diferentes personajes del relato.
PREMIOS DE LOS FILMES EN COMPETENCIA
Palma de Oro: “La Vie d’Adèle- Chapitre 1 & 2 (Abdellatif Kechiche, director, Francia)
Gran Premio: “Inside Llewyn Davis” (Joel y Ethan Coen, Estados Unidos.)Director: Amat Escalante, “Heli” (México)
Premio del Jurado: “Like Father, Like Son” (Hirokazu Kore-eda, Japón)
Actor: Bruce Dern, “Nebraska” (Alexander Payne, Estados Unidos.)
Actriz: Bérénice Bejo, “Le Passé” (Asghar Farhadi, Francia-Italia)
Guión: Jia Zhangke, “A Touch of Sin” (China)
PREMIOS DE LOS FILMES EN UN CERTAIN REGARD
Premio Principal: “The Missing Picture” (Rithy Panh, Cambodia-Francia)
Premio del Jurado: “Omar” (Hany Abu-Assad, Palestina)
Director: Alain Guiraudie, “L’Inconnu du Lac” (Francia)
Premio del Futuro: “Fruitvale Station” (Ryan Coogler, Estados Unidos)
Premio Atribuido a un Cierto Talento: El elenco de “La jaula de oro” (Diego Quemada-Díaz, México-España)
PREMIOS DE LA CRITICA (FIPRESCI)
Competición: ““La Vie d’Adèle- Chapitre 1 & 2 (Abdellatif Kechiche, Francia)
Un Certain Regard: “Manuscripts Don’t Burn” (Mohammad Rasoulof, Irán)
Quincena de los Realizadores: “Blue Ruin” (Jeremy Saulnier, Estados Unidos.)
OTROS PREMIOS ATRIBUIDOS
Cámara de Oro: “Ilo Ilo” (Anthony Chen, Singapur)
Premio de la Quincena de los Realizadores: “Me Myself and Mum” (Guillaume Gallienne, Francia)
Gran Premio de la Semana de la Crítica: “Salvo” (Fabio Grassadonia, Antonio Piazza, Italia)
Mención Especial de la Semana de la Crítica: “Los Dueños” (Agustin Toscano, Ezequiel Radusky, Argentina)
Palma de Oro al Mejor Cortometraje: “Safe” (Moon Byoung-gon, Corea del Sur)
Premio del Jurado Ecuménico: “Le Passé” (Asghar Farhadi, Francia-Italia)