THE NUMBER 14. Autor: Creación colectiva del Axis Theatre Company – Direccion: Wayne Specht – Elenco: Chris Adams, Morgan Brayton, Stefano Giulianett, Neil Minor, Tracey Power (desde el 30 de abril hasta el 19 de mayo) – Sarah Rodgers (del 21 al 26 de mayo), Scott Walters – Decorados: Pam Johnson – Vestuario: Nancy Bryant – Iluminación: Gerald King – Música: Douglas Macaulay – Máscaras: Melody Anderson – Duración: 2 horas con un entreacto – Representaciones: Hasta el 26 de mayo de 2013 en el teatro Centaur.
The Number 14 alude a una ruta de ómnibus donde pasajeros van continuadamente subiendo y bajando y en cuyo trayecto personajes de diferente naturaleza y cultura van exponiendo sus problemas en tono de farsa.
Lo más importante de este espectáculo bizarro es el entusiasmo y la inusitada energía desplegada por el reparto integrado por 6 actores animando a 60 personajes durante casi 2 horas. Verlos caminar, revolcarse, saltar y hasta casi diría “volar” en escena los convierte en una especie de seres dotados de una fuerza supernatural de inusitada resistencia. Sin embargo, y para quien esto escribe, lo seriamente objetable es que de ningún modo la pieza consigue pintar o describir personajes reales.
A través de lo expuesto parecería que en lugar de seres humanos medianamente normales se está enfrentando a enfermos mentales que efectúan representaciones de sus experiencias de vida, utilizando como excusa un medio de transporte público. Mediante mímicas, expresiones gestuales, monólogos, diálogos chillones con algunas canciones entre medio y acrobacias circenses, el resultado es un cóctel caótico que está muy lejos de expresar la esencia de la naturaleza humana.
Además de su calificado elenco, cabe destacar las máscaras creadas por Melody Anderson aunque si bien las mismas podrán estar inspiradas en la Comedia del Arte de Italia de ningún modo podría afirmarse que esta obra represente el espíritu de esa expresión artística del siglo XVI basada en las improvisaciones de sus personajes.
¿Qué es finalmente The Number 14 y a donde conduce? ¿Comedia física? ¿Espectáculo circense? ¿Farsa o caricatura de la locura humana de nuestra época? Difícil de responder con precisión. Si lo que se busca es ilustrar o reflejar las preocupaciones o inquietudes de la sociedad contemporánea, no creo que se haya logrado este propósito. Lo que se presenta no es más que una serie de episodios absurdos, alocados y sin cohesión alguna que tratan de buscar la complicidad del público mediante escenas supuestamente hilarantes apelando a situaciones ridículas, irritantes y en gran parte grotescas. Jorge Gutman