NOW YOU SEE ME. Estados Unidos, 2013. Un film de Louis Leterrier
Resulta un tanto difícil juzgar este film en que la historia que se cuenta exige de algún modo el conocimiento de una actividad profesional que no todos dominan como es la de la magia. El gran escapista e ilusionista americano Harry Houdini (1874 – 1926) maravilló al público de su época que lo admiraba con sus actuaciones mágicas; pero en todo caso era mucho más sencillo llegar a desentrañar la forma en que este artista lograba efectuar sus proezas. Now You See Me trata de introducir al espectador en este tipo de género y aunque resulta interesante en su premisa básica, finalmente manipulea a la audiencia que carece de los medios necesarios para aprobar o refutar lo que está contemplando. Como resultado, dependiendo de cada espectador, el film puede llegar a frustrar cuando al término de su proyección se queda pensando si incluso como fantasía tuvo mucho sentido lo que estuvo presenciando.
En una breve síntesis la historia enfoca separadamente a un estafador ilusionista (Jesse Eisenberg), una consumada artista de la evasión (Isla Fisher), un mentalista (Woody Harrelson) y un rapaz mago carterista (Dave Franco). Después de ser convocados por un benefactor millonario (Michael Caine) comienzan a actuar como un grupo ofreciendo su primer número importante en el escenario de un teatro de Las Vegas consistente en el robo de un banco en París delante del público que los contempla. ¿Cómo ha sido posible esa representación ilusionista? Mejor no develarlo. Lo cierto es que esa maniobra delictiva despierta la atención del FBI que comienza a perseguirlos a través de uno de sus agentes (Mark Rufffalo) quien actúa acompañado de una colega francesa de Interpol (Melanie Laurent). Siguiendo los pasos de los investigadores se encuentra un antiguo ilusionista (Morgan Freeman) tratando de desacreditar los trucos del grupo y teniendo un papel clave en el desarrollo posterior de los acontecimientos.
Tras una primera parte bien lograda, lo cierto es que a medida que avanza el metraje la trama se va enredando en forma progresiva con situaciones inverosímiles para concluir con largas explicaciones que dejan muchos hilos sueltos sin atar. Puede que la intención de los guionistas (Ed Solomon, Boaz Yakin y Edward Ricourt) haya sido la de ofrecer una historia inteligente; sin embargo, el estado de confusión agravado por su ritmo excesivamente desenfrenado es demasiado grande como para que se pueda comprender bien lo que sucede y es así que la magia inicial del film termina desvaneciéndose sin dejar impacto alguno.
Conclusión: Un film que si en principio interesa, se va complicando innecesariamente hasta llegar a un desenlace poco convincente. Jorge Gutman