THE KINGS OF SUMMER. Estados Unidos, 2013. Un film de Jordan Vogt-Roberts
Este film se agrega a la lista de los que abordan el proceso de madurez durante el período crítico de la adolescencia así como el deseo de independencia y libertad que anima a los jóvenes que atraviesan dicha etapa. En parte basado en sus memorias de infancia transcurrida en Staten Island de Nueva York, el guionista Chris Galleta ha escrito una historia que aunque ciertamente improbable y con algunos clisés de por medio ha permitido a que el realizador Jordan Vogt-Roberts lograse un film que irradia simpatía.
El relato introduce a Joe Toy (Nick Robinson) un adolescente de 15 años viviendo en Ohio, quien es huérfano de madre y mantiene una difícil relación con su padre (Nick Offerman), dueño de cierto autoritarismo. Cansado de obedecerlo ciegamente, al término del período escolar Joe concibe la idea de construir durante el verano una casa en una zona boscosa que se encuentra cerca de donde habita para vivir por su cuenta. Para ello invita a su amigo Patrick (Gabriel Basso) de su misma edad, quien se siente un tanto asfixiado por sus padres (Megan Mullally, Marck Evan Jacson) que lo protegen con exceso, a participar de la aventura; a ellos se les unirá Biaggio (Moises Arias), un excéntrico muchacho que tiene sus razones particulares para asociarse al proyecto de la casa propia.
Todo lo que antecede puede resultar descabellado pero para disfrutar del film es necesario dejarse llevar por esta fantasía en donde Joe es el arquitecto del proyecto, los materiales para la construcción son obtenidos a través de la madera del bosque o bien apropiándose de otros sitios cercanos de construcción y la alimentación es financiada con ahorros personales y pequeños hurtos de productos alimenticios sustraídos de sus respectivos hogares. Para matizar la historia se encuentra la presencia femenina en la persona de Kelly (Erin Moriarty), una compañera de escuela de quien Joe se siente atraído aunque ella prefiera a Patrick. La situación alcanza un momento de inquietud cuando los padres de los respectivos jóvenes se encuentran preocupados por la ausencia de sus hijos e ignoran su paradero; de todos modos, la intención del realizador no ha sido la de crear un relato de tensión dramática sino de ofrecer a cambio una historia amable provista de algunos momentos risueños en donde sus personajes tratan de aprender el sentido de la responsabilidad en la etapa adulta de la vida y qué es lo que implica la aspiración de una libertad plena.
Dentro de las características descriptas el film no llega a alcanzar gran profundidad en la medida que la aventura propuesta resulta incompleta; de todos modos, su visión es apreciable por cuanto describe la frustración de la adolescencia y la vocación de alcanzar madurez con sencillez y completa naturalidad.
Conclusión: Un film de modestos alcances pero meritorio por su espontaneidad y frescura, realización bien lograda, chispeantes diálogos y por las actuaciones de un grupo de actores que aunque no muy conocidos han satisfecho ampliamente los requerimientos demandados por sus personajes. Jorge Gutman