THE BLING RING. Estados Unidos, 2013. Un film escrito y dirigido por Sofia Coppola
Dado que la realizadora Sofía Coppola conoce muy bien el ambiente de Hollywood, no es extraño que aborde nuevamente dicho medio como lo hizo en su trabajo precedente Somewhere (2011), aunque en este caso lo realice desde una óptica diferente. Este film trata de reproducir y dramatizar acontecimientos que se llegaron a conocer a través del artículo de Nancy Jo “The Suspects Wore Louboutins” publicado en la revista Vanity Fair en 2010; el contenido del mismo está referido a acontecimientos delictivos que tuvieron lugar en California en 2008 y 2009 por parte de estudiantes de enseñanza media pertenecientes a hogares de muy buena situación económica.
A través de una historia de ficción que se vuelve repetitiva después de cierto tiempo, Coppola relata las andanzas de Rebecca (Katie Chang), una jovencita asiático-americana, quien junto con Mark (Israel Broussard), un nuevo compañero de su escuela y de aspecto solitario, Nikki (Emma Watson), su adoptada hermana menor Sam (Taissa Farmiga) y la audaz Chloe (Claire Julien), forman un grupo denominado “The Bling Ring”. Estos adolescentes tienen como propósito desvalijar las casas de celebridades pertenecientes al mundo artístico de Hollywood. Para seguir los pasos de sus ídolos, el grupo se vale de los sitios web de Internet y de las redes sociales como Facebook y Twitter para saber cuándo sus posibles víctimas están ausentes de sus hogares. Así comienzan con la residencia de París Hilton para proseguir con las de Orlando Bloom, Audrina Patridge, Lindsay Lohan y Megan Fox. Todo parece fácil y sencillo, aunque resulta increíble concebir que las mansiones de esta gente famosa no tenga sus puertas cerradas con llaves, ni que tampoco existan controles de alarma o personal de seguridad que vigile la entrada de terceros. Ya en su interior, estos jóvenes se toman todo el tiempo que sea necesario para apropiarse de las valiosas joyas, bolsos, zapatos, carteras, finas ropas de importantes marcas comerciales así como los objetos artísticos de sus víctimas.
Adoptando un aire de comedia liviana, el relato no ofrece una idea clara sobre lo que impulsa a esta banda delictiva de adolescentes para obrar de la manera en que lo hacen; lo cierto es que por esos misterios de la naturaleza humana encuentran un mórbido placer robando a famosos iconos de Hollywood sin que haya nada que lo justifique, excepto el de hacerlo por puro entretenimiento.
En esta producción filmada elegantemente, Coppola describe la obsesión de este grupo de amorales, pero sin abrir juicio alguno. El relato se convierte finalmente en una historia insípida donde el comportamiento de sus personajes produce un notable rechazo. Si acaso es posible inferir alguna connotación social de la presente historia es que este asalto a las casas de los famosos por parte de adolescentes de situación acomodada solo podría servir como el retrato de una juventud evidentemente desorientada y no muy sana emocionalmente hablando.
Conclusión: Éste es un film que deja una sensación de vacío y frustración presentando una visión banal a la vez que superficial de una juventud mimada y ociosa; con un relato que se vuelve repetitivo y que se agota bastante antes de su conclusión, no llega finalmente a conformar por su falta de contenido dramático. Jorge Gutman