THE WAY, WAY BACK. Estados Unidos, 2013. Un film escrito y dirigido por Nat Faxon y Jim Rash
Habiendo ganado un Oscar por mejor guión adaptado en el film The Descendants (2011), los guionistas Nat Faxon y Jim Rash, ahora también en su condición de realizadores, ofrecen en The Way, Way Back una historia entre agridulce y nostálgica sobre el proceso de maduración que experimenta un adolescente en un viaje de vacaciones con su familia disfuncional.
Liam James interpreta a Duncan quien con sus 14 años de edad nunca ha tenido la oportunidad de encontrar la figura de un padre con quien dialogar y hacerle llegar algunos de sus problemas. De naturaleza introvertida y de notable timidez al comenzar el relato lo vemos sentado en el asiento trasero de un station wagon (coche familiar) conducido por Trent (Steve Carell), el amigo de su madre Pam (Toni Collete) con quien ésta ha decidido reanudar su vida sentimental después que su marido la abandonó. Durante el viaje, que tiene como destino las playas de Cape Cod donde Trent tiene una casa de verano, este hombre de naturaleza un tanto autoritaria humilla en forma sádica al silencioso Duncan haciéndolo sentir aún más recluido. Al llegar al lugar veraniego, el panorama resulta poco excitante para el adolescente por estar rodeado de gente con la cual no simpatiza incluyendo a Steph (Zoe Levin), la no muy atractiva hija de Trent de un anterior matrimonio, con quien poco o nada tiene para compartir. Aunque Trent se esfuerce en que todos se integren formando una nueva familia, Duncan realmente se siente como “sapo de otro pozo”.
El clima de soledad cambiará para este muchacho cuando llega a conocer a Owen (Sam Rockwell), el encargado de un parque acuático de la zona, donde se establece rápidamente una simpatía mutua y además, sin que lo sepa su madre, Duncan comienza a trabajar para él. A través de esta relación y con el grupo de otras personas empleadas por Owen, el muchacho comienza a salir de su cascarón y al abrirse y expresarse con más soltura encuentra en su empleador al verdadero padre que nunca había llegado a tener hasta ese momento. Todo eso se complementa con la ilusión de una posible relación romántica con Susanna, una chica vecina (AnnaSophia Robb) de naturaleza triste y que igualmente no está libre de conflictos personales.
Con algunos momentos de logrado humor y considerable ternura, los realizadores logran un film que a pesar de no ser completamente original en su tema está muy bien expresado al demostrar cómo, en gran parte, los padres pueden actuar irresponsablemente e influir negativamente en la vida de un hijo; al propio tiempo, también demuestra cómo personas ajenas pueden ayudar considerablemente a solucionar problemas emocionales a través del afecto y apoyo que Duncan recibe de Owen.
Sin ser excepcional, este film satisface por estar bien relatado y en donde gran parte de su logro es debido a su sólido elenco. Los directores encontraron en el joven James a un actor dotado que comunica toda la gama emocional que su personaje requiere; a su lado se lucen Carell, Collette, Rockwell, Robb, Maya Rudolph como la asistente de Owen y muy especialmente Allison Janney como la excéntrica, hilarante e insufrible madre de Susanna.
Conclusión: Un film pequeño y no pretencioso que logra transmitir en forma emotiva el proceso de transformación de un adolescente. Jorge Gutman