GRAVITY. Estados Unidos-Gran Bretaña, 2013. Un film de Alfonso Cuarón.
Alfonso Cuarón, que alcanzó notoriedad internacional con su cuarto largometraje Y tu Mamá También (2001), ha desarrollado una excelente carrera a nivel internacional para culminar este año con la magnífica realización de Gravity. Teniendo en cuenta que uno de los sueños infantiles de Cuarón era llegar a ser director de cine así como astronauta, puede afirmarse que al menos como excelente cineasta consiguió en parte satisfacer su deseo de explorador espacial al realizar uno de los más espectaculares filmes que se haya hecho sobre este género. Desde su primera hasta su última escena este drama de suspenso sumerge al espectador en un cautivante viaje rodeado de misterios y de gran seducción.
Muchas veces se ha hablado cómo la magnificencia del despliegue visual es utilizada para compensar el contenido no muy sustancioso de un film. Decididamente, éste no es el caso; aquí los efectos especiales están al servicio de un relato reforzando su magnetismo. La película filmada en 3D también sirve para demostrar como en ciertos casos, tal como en el presente, este formato adquiere verdadera relevancia en la historia de supervivencia que plantea su argumento.
Aunque en principio, uno asociaría lo que aquí acontece con la ciencia ficción, podría también vincularlo con un accidente espacial acontecido en la época actual. La historia escrita por el realizador junto con su hijo Jonas se centra en el periplo espacial del astronauta Matt Kowalsky (George Clooney) acompañado de la investigadora médica Ryan Stone (Sandra Bullock) en su primera experiencia cósmica, orbitando alrededor de nuestro planeta a 600 kilómetros de altura. Cuando ambos abandonan la nave espacial para arreglar un problema técnico se produce un grave accidente provocado por la destrucción de un satélite ruso, con la consecuencia de que ambos viajeros quedan varados en el espacio. Todo ese deslumbrante pero aterrador vacío sembrado por la incertidumbre sobre cómo resolver la angustiante situación frente a la nave dañada y al oxígeno que va siendo consumido sin la posibilidad de volver a ser suplido, genera un abrumador suspenso que Cuarón sabe mantener combinando los aspectos humanos de sus dos personajes con el alucinante, realista y dramático escenario en que se desarrollan los hechos.
Además de constituir un eficiente relato sobre el caso límite de aislamiento y soledad física a que seres humanos pueden quedar expuestos, el mérito del film es que, no obstante la naturaleza claustrofóbica del mismo, logra atrapar al público de manera inusual. Si la realización es un prodigio de imaginación, no menos puede señalarse en materia interpretativa donde sus únicos dos actores dentro del interior de sus escafandras van transmitiendo intensamente la sensación de soledad en que se encuentran; tanto Clooney como Bullock ‑que sobrelleva la mayor parte del relato- están impecables y logran concitar permanentemente la atención del público.
Finalmente, cabe mencionar la excelencia técnica de esta película tanto en lo que se refiere a la fotografía y su iluminación (Emmanuel Lubezki), así como a la música (Steven Price) y los diseños de producción (Andy Nicholson).
Conclusión: Un film de notable calidad, además de ser espectacular y de excelente entretenimiento.
Jorge Gutman