THE MISSING PICTURE (L’IMAGE MANQUANTE). Camboya-Francia, 2013. Un film de Rithy Panh
Este remarcable documental que obtuvo el premio al mejor film en la sección oficial Un Certain Regard del Festival de Cannes, es uno de los cinco títulos nominados al Oscar de la mejor película extranjera. Más allá de que obtenga o no la codiciada estatuilla, este trabajo del realizador Rithy Panh es una obra de carácter personal donde en apenas hora y media transmite al espectador las experiencias vividas en sus años de adolescencia junto a su familia durante la violenta dictadura de los Khmer Rouge que azotó al país entre 1975 y 1979.
Reproducir el sangriento genocidio liderado por Pol Plot, que produjo aproximadamente tres millones de muertos, incluyendo los padres y hermanos del realizador, no ha sido una labor sencilla. En la medida que Panh trató de buscar en vano alguna fotografía que testimoniara el horror del brutal régimen, esa “imagen faltante” a la que alude el título del documental es lo que lo impulsó a usar unas pequeñas esculturas artesanales creadas y además valerse de un escaso material de archivo para cubrir ese vacío. Con una voz en off (Randal Douc) que acompaña a las imágenes y una música (Marc Marder) que se ajusta acertadamente al clima dramático del relato, el espectador asiste a un documental íntimo que expone la infancia feliz de Panh antes del fatídico 17 de abril de 1975 cuando las tropas revolucionarias irrumpieron en la capital de Phnom Penh generando el traslado de más de dos millones de personas hacia los campos de reeducación establecidos en el interior del país; eso significó la eliminación de cualquier vestigio de capitalismo que Pol Pot y los miembros de su partido consideraran inadecuados. Pero la proposición colectivista del régimen, a pesar de haber tenido el apoyo inicial de los campesinos, condujo a que el pueblo estuviese sometido a condiciones de esclavitud y a que sufriera hambre como método para asegurar la obediencia de las órdenes impartidas por el nefasto gobierno. En otras palabras, se repitió la funesta experiencia de la Revolución Cultural de Mao Tsé-tung donde todo vestigio de conocimiento o de material pensante debía ser drásticamente eliminado, utilizando los establecimientos educacionales como lugares apropiados de masiva exterminación.
Conclusión: Este es un muy buen documento que Panh lo ha realizado como un medio de catarsis al desear exponer a la humanidad mediante la imagen del cine el infierno vivido por Camboya durante los años de plomo. Jorge Gutman