THE DOUBLE. Gran Bretaña, 2013. Un film de Richard Ayoade
Pocos meses después de haberse estrenado Enemy de Denis Villeneuve ahora se conoce El Doble sobre la misma temática. Si la novela del premio Nobel José Saramago no logró un feliz traslado a la pantalla, en este caso la adaptación del libro de Fiódor Dostoyevski tampoco llega a satisfacer.
En la obra del escritor ruso publicada en 1846 hay un contexto social que permite al lector compenetrarse con la tortura psicológica de su personaje principal frente a una desquiciada burocracia rusa y a un medio social que lo humilla, rechaza y desprecia frente a la aparición de un doble real o imaginario. El film de Richard Ayoade prefiere ubicar a su protagonista en algún lugar no especificado sin precisar en que época transcurre; estos dos elementos conspiran en parte para que uno no pueda ambientarse en el relato del film.
En la primera escena de la adaptación efectuada por el realizador junto a Avi Korine se aprecia la presencia de Simon (Jesse Eisenberg) un ser torturado quien en un transporte público alguien –cuyo rostro no se ve- le exige que le ceda el asiento en que se encuentra a pesar de que hay numerosos otros vacíos puesto que ellos son los únicos pasajeros en el interior del vehículo. Esa escena marca el tono del resto del relato.
Empleado de oficina, Simon es un individuo tímido, encerrado en sí mismo y poco elocuente que cumple diariamente sus funciones en un ambiente opresivo en donde es menospreciado. En lo personal se siente atraído por Hanna (Mia Wasikowska), una compañera de oficina a quien no se atreve a confesarle sus sentimientos. Todo cambia cuando James (Eisenberg), un individuo que físicamente es igual a Simon, se incorpora a la oficina. Con opuesta personalidad a la de Simon, este “doble” derrocha gracia, es increíblemente carismático, confiado y seguro de sí mismo, logrando fácilmente captar la simpatía y aprecio de todo el personal incluyendo el jefe de la sección (Wallace Shawn) así como también logra conquistar a la jovial Hanna. Poco a poco James va apoderándose de la personalidad de Simon lo que produce en éste una crisis de identidad que agrava aún más su neurótica personalidad convirtiéndolo en un completo miserable.
Si bien la deshumanización y alienación en los lugares de trabajo así como la pérdida de identidad de quienes resultan incapaces de llegar a ser lo que aspiran son tópicos de punzante interés, esta historia resulta demasiado agobiante, deprimente, fría y que además de repetitiva no profundiza en la personalidad de Simon. La aparición de su doble es un elemento que intensifica la humillación y soledad en que se encuentra, pero nada hace pensar que si James no hubiese existido, el antihéroe de esta historia habría sido diferente; en eso reside el problema mayor del relato al no indagar en su psicología y las razones de su esquizofrénica personalidad, este personaje sigue siendo un enigma sin que exista mayor interés para identificarse con él.
A su favor cabe reconocer que el realizador ha logrado crear una ambientación claustrofóbica que se asocia al contenido del relato; pero las logradas imágenes, si bien intensifica el clima de opresión y pesadilla del relato finalmente no gratifica al espectador. Jorge Gutman