THE JUDGE. Estados Unidos, 2014. Un film de David Dobkin
Este film es un drama judicial que por su estilo y presentación se asemeja a muchos de los ya vistos hace más de 30 años, encuadrando en el término “old fashion”; de todos modos, esa circunstancia no es la que afecta la calidad de El Juez sino el hecho de que incursiona por terrenos ya transitados sin agregar algún aspecto que lo distinga de manera especial. Con todo, lo rescatable de esta película es la sólida interpretación de quienes encabezan su elenco.
Hank Palmer (Robert Downey Jr.) ha dejado hace tiempo su hogar natal en Carlinville (Indiana) y se desempeña como un exitoso y arrogante abogado en la ciudad de Chicago, defendiendo a gente culpable que goza de buena situación económica. En su vida personal se encuentra en proceso de divorcio aunque mantiene una excelente relación con su hijita; ese detalle como algunos otros son datos que nada agregan a la esencia del relato.
El elemento que moviliza el relato es el anuncio recibido de la muerte de su madre, lo que motiva a que regrese al pueblo que dejó donde su padre, Joseph Palmer (Robert Duvall), es un respetado y severo juez local. Claramente se notan las asperezas existentes entre padre e hijo quienes se han mantenido distanciados durante largo tiempo, como así también por parte de sus dos hermanos (Vincent D’Onofrio, Jeremy Strong) quienes no simpatizan mucho con él. Después del funeral y tras un breve encuentro con su ex novia de los años jóvenes (Vera Farmiga), resuelve regresar de inmediato a su hogar. Sin embargo, sus planes cambian inesperadamente cuando su padre se convierte en el principal sospechoso de haber atropellado con su coche y matado en la ruta a un individuo recién salido de la cárcel, sobre todo cuando el paragolpes del vehículo exhibe acusadoras manchas de sangre. Esa es la razón por la que Hank resuelve asumir la defensa de su progenitor sabiendo que tiene como imperativo moral salvarlo a toda costa.
Si bien el centro de atención recae en las características adoptadas por el juicio que tiene lugar, donde Hank como abogado defensor debe enfrentarse con un recalcitrante fiscal (Billy Bob Thornton) que no duda de la culpabilidad de su padre, el film no crea el suspenso necesario para saber cuál será el veredicto sino que transita a través de historias secundarias que además de responder a los estereotipos del género diluyen el impacto de lo que el David Dobkin se propone mostrar.
Las típicas situaciones de una familia disfuncional salen a relucir para que uno se entere sobre qué aconteció en el pasado entre Hank y su padre y para crear la intriga en saber si finalmente padre e hijo terminarán reconciliándose; el hecho de que Joseph padezca un cáncer terminal es un artificio del guión a fin de agregar la nota melodramática que en ningún momento crea emoción. Finalmente, con el retorno de Hank a Chicago, uno podría preguntarse si volverá a reunirse con su esposa o si habrá alguna posibilidad de reanudar el idilio con su amor de juventud; en todo caso, poco importa la respuesta. Si el realizador hubiese logrado concentrarse en los aspectos específicos del juicio sin abordar demasiadas subtramas que extienden su duración a casi dos horas y media que se hacen sentir, The Judge habría ganado en fluidez a pesar de las observaciones señaladas.
La nota de gracia de este fallido film es el duelo de interpretación ofrecido por Downey Jr. y Duvall, donde tanto en las escenas individuales como en el intercambio que se produce entre sus dos personajes captan algunos de los momentos satisfactorios del relato. Jorge Gutman