THE YOUNG AND PRODIGIOUS T.S. SPIVET. Francia-Australia-Canadá, 2013. Un film de Jean-Pierre Jeunet
Tratando de repetir el encanto que logró con su recordado film Amélie (2001), el realizador Jean-Pierre Jeunet considera la singular experiencia de un genio de 10 años de edad. En base a la novela juvenil de Reif Larsen “El Extraordinario viaje de T.S. Spivet”, el relato ofrece algunos momentos bien logrados aunque la curiosa fábula que se observa no llega a impactar como debiera.
El personaje en cuestión es el niño T.S. Pivet (Kyle Catlett), que vive en una granja rural de Montana rodeado de su padre ranchero con mentalidad de cowboy (Callum Keith Rennie), su madre entomóloga (Helena Bonham Carter) y una hermana mayor (Niamh Wilson) obsesionada por los concursos de belleza. A todo ello habrá que considerar la figura ausente de un hermano (Jakov Davies) que murió hace poco tiempo en un accidente de rifle del cual T.S. se siente responsable y en donde la familia aún no se ha repuesto de esa desgracia.
Tal como su título lo anticipa, el protagonista es un niño prodigio que ha sido agraciado con un gran talento científico que quedó plasmado con su invención de una máquina de movimiento perpetuo, solucionando de este modo uno de los grandes misterios que acució a la ciencia. Cuando el prestigioso Instituto Smithsonian de Washington D.C. se entera del importante descubrimiento, le otorga a T.S. el prestigioso premio Baird; con tal propósito, e ignorando de que el inventor es un niño en lugar de una persona adulta, una de las funcionarias del Instituto (Judi Davis) lo contacta telefónicamente para invitarlo a que se traslade a la sede para recoger la valiosa distinción y pronunciar el pertinente discurso de aceptación.
Como consecuencia de lo que precede, T.S. decide emprender el largo viaje hasta la capital de Estados Unidos sin que su familia lo sepa en forma directa sino a través de una carta dejada, donde les dice que no se inquieten por él ya que decidió partir por algún tiempo para trabajar lejos del hogar.
Entre los factores favorables del film se encuentra la buena pintura de los excéntricos padres, que en parte se asemejan a algunos de los personajes que abundan en los filmes de Wes Anderson. Así también durante el transcurso del viaje hacia Washington, el relato es matizado con la presencia de ciertos singulares personajes, como es el caso de un guardia de seguridad (Michel Perron) quien al registrar el tren de carga utilizado por nuestro héroe descubre que viaja como polizonte. Asimismo cabe destacar que Jeunet ha empleado fructíferamente la filmación en 3D donde los efectos de la tercera dimensión contribuyen a resaltar la imaginación del niño.
Pero hay cierta insatisfacción en este relato anticonvencional. Así, entremezclando comedia con sátira, además de cierta nota dramática, la narración es demasiado episódica en su intento de ofrecer un panorama de la cultura americana; a ello se agrega el hecho de que el relato carece de envergadura emocional y no alcanza a crear la atmósfera de realismo mágico que se propuso. Lo que realmente destaca a este film es su virtuosismo visual, en gran parte debido a la excelente fotografía de Thomas Hardmeier.
Conclusión: Una fábula interesante pero parcialmente satisfactoria. Jorge Gutman