KUMIKO, THE TREASURE HUNTER. Estados Unidos, 2014. Un film de David Zellner
El relato de esta película bien podría representar una secuela de un celebrado film de los hermanos Coen; sin embargo, pertenece al director David Zellner quien junto con su hermano Nathan Zellner concibieron el original guión que sustenta a esta producción.
En Fargo (1996), uno de los mejores títulos de los Coen, hay una escena en donde el personaje interpretado por Steve Buscemi entierra una valija plena de dinero en un lugar descampado cubierto de nieve y apartado del mundo ubicado en Minessota. Es así que cuando Kumiko (Rinko Kikuchi), una mujer japonesa de 29 años viviendo en Tokio tiene ocasión de ver ese film en un viejo VHS, confunde realidad con fantasía y llega a la convicción de que el dinero guardado en el maletín sigue oculto en el mismo lugar. Eso la incentiva para embarcarse en un viaje que la trasladará a la tundra de Minessota en procura del preciado tesoro.
El guión se preocupa muy bien de retratar a su excéntrico personaje central. De naturaleza melancólica, solitaria, encerrada en sí misma, asediada por su madre (Yumiko Hioki) por no estar aún casada y no muy satisfecha del lugar en donde trabaja, Kumiko carece de incentivos que tornen atractiva su existencia.
Con un detallado mapa de Minnesota obtenido de una biblioteca local y con un billete de de avión pagado con la tarjeta de crédito que se apoderó de la compañía, Kumiko deja a su conejito de mascota y emprende el viaje a Estados Unidos. Llegada a Minneapolis y con un mínimo conocimiento de inglés que posee comienza una extravagante y surrealista aventura donde no faltan algunos amables encuentros con un oficial turístico del aeropuerto (Nathan Zellner), una viuda conversadora (Shirley Venard) y un policía de muy buen corazón (David Zellner).
Aunque en su parte final el relato se alarga un poco, eso no desmerece a este film hábilmente elaborado que presentando a un personaje atípico y sin duda irrealista sabe ganarse el afecto del público, en gran parte por la humanidad y sensibilidad que Kikuchi imprime a su silencioso personaje.
Visualmente, el film es impecable captando los desolados paisajes ventosos de Estados Unidos por donde transita Kumiko en la búsqueda del dinero oculto.
Conclusión: Un film original, bien hecho y valorizado por una notable interpretación central de Rinko Kikuch. Jorge Gutman