Un Thri­ller Poco Convincente

DARK PLA­CES. Fran­cia-Esta­dos Uni­dos, 2015. Un film escri­to y diri­gi­do por Gilles Paquet-Brenner

Basa­do en el libro de Gillian Flynn, Dark Pla­ces ofre­ce algu­nos logra­dos momen­tos de sus­pen­so pero sin pro­du­cir mayor impac­to. El direc­tor y guio­nis­ta Gilles Paquet-Bren­ner brin­da un film de menor cali­dad al rea­li­za­do por David Flin­cher con el exce­len­te dra­ma Gone Girl (2014) que tam­bién se basó en una nove­la de la mis­ma autora.

La acción comien­za en 1985 y se ubi­ca en Kan­sas City, en la gran­ja rural don­de Libby Day de 7 años (Ster­ling Jerins) y su her­mano Ben (Tye She­ri­dan) de 16 años son los úni­cos sobre­vi­vien­tes de una masa­cre fami­liar. Los tes­ti­mo­nios no muy con­tun­den­tes de Libby adju­di­can a Ben haber sido el autor del ase­si­na­to de su madre (Chris­ti­na Hen­dricks) y de sus dos her­ma­ni­tas meno­res; sin defen­sa algu­na de su par­te, el ado­les­cen­te es con­si­de­ra­do cul­pa­ble y envia­do a la cárcel.

Charlize Theron

Char­li­ze Theron

El rela­to se tras­la­da 25 años más tar­de enfo­can­do a Libby (Char­li­ze The­ron ) que aún sigue vivien­do los cole­ta­zos de la tra­ge­dia vivi­da en su infan­cia; por su par­te, Ben (Corey Stoll) aún per­ma­ne­ce en la cár­cel sin que has­ta el pre­sen­te haya ape­la­do su ino­cen­cia, con­fir­man­do implí­ci­ta­men­te su culpabilidad.

Con el pro­pó­si­to de seguir man­te­nién­do­se finan­cie­ra­men­te, que has­ta aho­ra lo había logra­do gra­cias a dona­cio­nes de gen­te que se com­pa­de­ció de su tra­ge­dia y la publi­ca­ción de sus memo­rias, Libby acep­ta con reluc­tan­cia una pro­pues­ta que le ofre­ce Lyle Wirth (Nicho­las Hoult) a cam­bio de un ten­ta­dor ofre­ci­mien­to mone­ta­rio. Este joven per­te­ne­ce a una orga­ni­za­ción que agru­pa a gen­te apa­sio­na­da por acla­rar casos cri­mi­na­les no resuel­tos y que al pre­su­mir la ino­cen­cia de Ben, con­si­de­ra que la inter­ven­ción de Libby ayu­da­rá a escla­re­cer defi­ni­ti­va­men­te quién o quié­nes son los ver­da­de­ros res­pon­sa­bles de las atro­ci­da­des come­ti­das en el pasado.

A par­tir de allí, el trau­ma de esta mujer resur­ge al tener que evo­car hechos que no desea­ría rever y sobre todo por­que se encuen­tra obli­ga­da a visi­tar por pri­me­ra vez a su her­mano en la cár­cel. Median­te flash­backs la acción se des­en­vuel­ve per­ma­nen­te­men­te entre el momen­to actual y el pasa­do don­de el rela­to comien­za a intro­du­cir hechos difí­ci­les de admi­tir en tér­mi­nos de cre­di­bi­li­dad. Con dema­sia­das situa­cio­nes ines­pe­ra­das que se van abul­tan­do, va sur­gien­do una serie de reve­la­cio­nes tales como abu­so infan­til, cul­tos satá­ni­cos, dro­gas, fric­cio­nes fra­ter­na­les y vio­len­cia domés­ti­ca que si bien des­pier­tan natu­ral intri­ga no alcan­zan a inte­grar­se en el rela­to cen­tral, ade­más de dejar dema­sia­dos hilos suel­tos sin reso­lu­ción satis­fac­to­ria; eso se agra­va con un des­en­la­ce bas­tan­te discutible.

Fren­te a una indi­fe­ren­te rea­li­za­ción y a un poco plau­si­ble guión, el film se deja ver debi­do fun­da­men­tal­men­te a la exce­len­te actua­ción de The­ron como la trau­ma­ti­za­da y aris­ca mujer y a la efi­caz par­ti­ci­pa­ción de Chloe Gra­ce Moretz ani­man­do a la dia­bó­li­ca y per­ver­sa novia de Ben.

Con­clu­sión: Un thri­ller que basa­do en un libro de gran reper­cu­sión popu­lar, no ha logra­do una satis­fac­to­ria adap­ta­ción cine­ma­to­grá­fi­ca, aun­que de todos modos no resul­ta dese­cha­ble.  Jor­ge Gutman