THE HATEFUL EIGHT. Un film dirigido y escrito por Quentin Tarantino
En su octava incursión como realizador, Tarantino enfoca nuevamente un spaguetti western como lo hiciera en Django Unchained (2012). The Hateful Eight es un film ambicioso con una irreprochable puesta escénica; con todo, el realizador, a pesar de incursionar en una temática importante como lo es el racismo, no alcanza el nivel logrado en otros títulos de su filmografía como por ejemplo lo fueron Pulp Fiction (1994).y The Inglorious Bastards (2009).
El relato que tiene lugar algunos años después de la Guerra de Secesión, está dividido en seis capítulos con una obertura musical de tres minutos. Al asomar la primera imagen que transcurre en Wyoming durante un riguroso invierno cubierto de nieve se detecta una diligencia que atraviesa la ruta transportando a dos pasajeros. Uno de ellos es John Ruth (Kurt Russell), un cazarecompensas que para cobrar una suma de 10 mil dólares lleva encadenada a Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), una fugitiva de la justicia que será entregada a las autoridades en Red Rock. En el trayecto Ruth acepta que Marquis Warren (Samuel L. Jackson) viaje con ellos; se trata de un locuaz ex esclavo negro que participó como oficial de caballería de la Unión y que ahora se gana la vida como cazarecompensas. Poco tiempo después sube al vehículo Chris Mannix (Walton Goggins), quien manifiesta ser el nuevo sheriff del lugar. Las conversaciones mantenidas entre estos individuos están cargadas de tensión como consecuencia de comentarios raciales dirigidos a Warren.
Cuando una fuerte tormenta de nieve impide proseguir el camino, los viajeros interrumpen la travesía refugiándose en un parador del camino a la espera de que el temporal se apacigüe. Es en ese lugar donde se hallan 4 individuos incluyendo a Oswaldo Mobray (Tim Roth), un verdugo británico, el mexicano Bob (Demian Bichir) que se ocupa de cuidar el refugio en ausencia de la dueña del establecimiento, Sanford Smithers (Bruce Dern), un ex general de la Confederación que es extremadamente racista, y Joe Cage (Michael Madsen), un atípico cowboy taciturno. No pasa mucho tiempo para que entre los 8 individuos allí reunidos se cree un clima dramático a través de virulentos intercambios verbales donde uno de ellos resulta mortalmente herido. Es allí, cuando habiendo transcurrido 100 minutos el film introduce una pausa de 15 minutos.
Después del intermedio la voz en off de Tarantino cuenta lo que aconteció en la mañana del día en que transcurre la acción; además, el relato introduce un acontecimiento inesperado que mantiene un relativo suspenso durante la hora y cuarto restante del metraje.
Tarantino es un director que ha merecido respeto por la irreverencia y el carácter provocativo de sus filmes. Con todo, hay ciertas objeciones que merecen considerarse en este comentario crítico. En primer lugar el contenido no es lo suficientemente sustancioso como para generar gran excitación presentando dos partes bien diferenciadas que no alcanzan a fusionarse adecuadamente; si bien la acción desarrollada en el viaje inicial no está desprovista de interés como relato intimista, la historia cambia posteriormente de giro convirtiéndose en un film de misterio sin despertar especial emoción. Otro aspecto se vincula con la descripción de algunos personajes que resultan acartonados, impidiendo que exista la empatía necesaria por parte del público. No menos importante es que el film peca por su excesiva duración, unido al hecho de que gran parte del mismo se desarrolla en un reducido escenario lo que conduce a una claustrofobia que termina fatigando.
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Pero la observación más importante a efectuar es la naturaleza violenta del relato. Si bien se ve venir desde el comienzo que la creciente tensión infernal que se establece entre los 8 personajes odiados del título del film terminará explotando, la carnicería humana de sangre que uno contempla es francamente aberrante, grotesca e innecesaria.
En lo que concierne al elenco, Jason Leigh se destaca ampliamente animando con intensidad dramática a la despreciable y racista proscripta, logrando la mejor actuación de su carrera hasta la fecha. A su lado también se distingue Jackson –actor fetiche de Tarantino- quien sabe aprovechar con justeza los mordaces diálogos que le ofrece el guión en la magnífica caracterización de su personaje.
El film que ha sido rodado en el formato Ultra Panavisión 70, procedimiento utilizado en muy pocas películas, capta muy bien la riqueza del color, profundidad e iluminación de los majestuosos paisajes cubiertos de nieve del oeste americano a través de la buena fotografía de Robert Richardson. La banda sonora de la película del prestigioso compositor italiano Ennio Morricone establece el tono adecuado para la ambientación de este western. Jorge Gutman