LA DERNIERE LEÇON. Francia, 2015. Un film de Pascale Pouzadoux
El espinoso tema de morir con dignidad es considerado en La dernière leçon de la realizadora Pascale Pouzadoux. El film está basado en el libro epónimo de Noëlle Châtelet quien transmitió en el mismo los acontecimientos vividos con su madre cuando ella decidió suicidarse.
En este relato de ficción la actriz Marthe Villalonga anima a Madeleine, quien en el día en que sus familiares festejan sus 92 años de existencia, ella les comunica que pondrá fin a su vida en pocas semanas más; como es de suponer, ese anuncio causa gran consternación a los miembros de la familia, sobre todo a sus dos hijos Diane (Sandrine Bonnaire) y Pierre (Antoine Duléry). La anciana dama manifiesta que aún cuenta con la energía y racionalidad necesaria para adoptar tal medida porque después de una larga vida realizada prefiere concluirla antes de sufrir las indignidades y humillaciones de las enfermedades que surgen con la avanzada edad; por lo tanto no quiere llegar a convertirse en carga de nadie.
En los difíciles días que siguen se nota el tremendo esfuerzo que realiza Diane para tratar de desistir a su madre del acto que va a cometer teniendo en cuenta que ella no está afectada de enfermedad terminal alguna. Con todo es evidente que Madeleine no puede vivir sola; esa situación se evidencia cuando al haber sufrido una caída en su casa queda desvanecida mientras que el horno en que estaba cocinando comienza a emanar humo y a último momento es rescatada por sus hijos e internada por algún tiempo en el hospital.
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Pouzadoux trata de equilibrar las opiniones sobre el tema a través del comportamiento asumido por Diane y Pierre. Mientras ella, que trata a su madre con abnegación y ternura además de haber sido siempre su amiga, llega finalmente a aceptar su decisión, su hermano con creciente rabia y amargura considera a su madre como una mujer egoísta al no sopesar las consecuencias que su determinación produce en el seno familiar.
Sin conocer detalles adicionales sobre cómo fue la vida previa de esta nonagenaria, el tópico del suicidio es tratado delicadamente, no desprovisto de emoción y sin caer en el patetismo. Con todo, el relato no alcanza la envergadura necesaria debido a que los roles secundarios están débilmente considerados, con las excepciones del cariñoso nieto adolescente Max (Grégoire Montana) y de Victoria (Sabine Pakora), la mujer que cuida de Madeleine adoptando vagamente la figura de una madre. Una particular escena enfocando a Diane con el enfermero del hospital cuando su madre está internada resulta totalmente innecesaria así como son prescindibles –tal como son presentados- los personajes del marido de Diane y la esposa de Pierre.
Las observaciones precedentes se atemperan por las excelentes actuaciones de Villalonga y Bonnaire, muy naturales en la composición de sus respectivos personajes dentro del marco de una realización convencional.
Finalmente, surge la pregunta si se puede justificar la decisión de Madeleine como así también sus implicancias morales. La directora prefirió exponer el tema sin llegar a pronunciarse sobre el mismo, permitiendo de este modo a que cada espectador halle su propia respuesta. Jorge Gutman