Un Sor­pren­den­te Personaje

LE GOUT DES MER­VEI­LLES. Fran­cia, 2015. Un film escri­to y diri­gi­do por Eric Besnard

Este film es una oda a la dife­ren­cia, o sea a per­so­nas que por una u otra cau­sa mani­fies­tan una con­duc­ta que se apar­ta de la nor­mal pero que no obs­tan­te mere­cen amplio res­pe­to y ser acep­ta­dos social­men­te. Eso ocu­rre por ejem­plo con los afec­ta­das del Sín­dro­me de Asper­ger, un tras­torno gene­ra­li­za­do del desa­rro­llo per­so­nal que crea difi­cul­ta­des en la inter­ac­ción social y que en este rela­to desem­pe­ña un rol especial.

La acción trans­cu­rre en el Drô­me de la Pro­ven­za, región ubi­ca­da en el sudes­te de Fran­cia, en don­de Loui­se (Vir­gi­nie Efi­ra), una mujer viu­da que ade­más de criar a sus dos hijos (Lucie Fage­det, Leo Lor­lea­c’h) se ocu­pa de explo­tar los huer­tos deja­dos por su difun­to mari­do para ven­der los fru­tos que pro­vie­nen de los mis­mos. Al comen­zar el film se pue­de apre­ciar que ella atra­vie­sa pro­ble­mas finan­cie­ros don­de el geren­te del ban­co local (Valen­tin Mer­let) le advier­te que sus esfuer­zos no son sufi­cien­tes para gene­rar el ingre­so nece­sa­rio que pue­da can­ce­lar la deu­da contraída.

El fac­tor que impul­sa el desa­rro­llo de la tra­ma se pro­du­ce cuan­do Loui­se mane­jan­do su coche en la ruta atro­pe­lla sin que­rer­lo a Pie­rre (Ben­ja­min Lavernhe), un indi­vi­duo que ella no cono­ce pero que se apre­su­ra a lle­var­lo a su casa para curar las leves heri­das cau­sa­das. Rápi­da­men­te pue­de obser­var­se que la con­duc­ta de este hom­bre es un tan­to extra­ña y la mujer no tar­da mucho en dar­se cuen­ta que él expe­ri­men­ta los sín­to­mas pro­pios de Asper­ger. Ese impe­di­men­to no será un obs­tácu­lo para que a medi­da que trans­cu­rren los días sur­ja entre ambos una impro­ba­ble amistad.

Virginie Efira y Benjamikn Lavernhe

Vir­gi­nie Efi­ra y Ben­ja­mikn Lavernhe

Uno de los logros del rela­to es la muy bue­na des­crip­ción de Pie­rre. Este enig­má­ti­co per­so­na­je exhi­be una inte­li­gen­cia supe­rior en el cam­po de las mate­má­ti­cas, ade­más de poseer una extra­or­di­na­ria memo­ria. Su dis­ca­pa­ci­ta­ción no le afec­ta su esta­do men­tal per­mi­tién­do­le man­te­ner una flui­da comu­ni­ca­ción con el due­ño de la libre­ría (Her­vé Pie­rre) don­de tra­ba­ja; así tam­bién sos­tie­ne una bue­na rela­ción con su médi­co (Hiam Abbass) y espe­cial­men­te logra cimen­tar un víncu­lo de afec­to y cari­ño con Loui­se y sus hijos.

Sin caer en un azu­ca­ra­do sen­ti­men­ta­lis­mo, el film se nutre con las obser­va­cio­nes de com­por­ta­mien­to humano mani­fes­ta­dos por sus per­so­na­jes, demos­tran­do cómo con bue­na volun­tad es posi­ble que seres afec­ta­dos de Asper­ger pue­dan ser acep­ta­dos por un medio social altruista.

El nivel de inter­pre­ta­ción es muy bueno aun­que el desem­pe­ño excep­cio­nal que efec­túa Lavernhe de Pie­rre no pue­de evi­tar hacer­le som­bra al res­to del elen­co. Este gran actor de la Comé­die fra­nçai­se se ha com­pe­ne­tra­do ple­na­men­te con su per­so­na­je sedu­cien­do al espec­ta­dor con su nota­ble y con­mo­ve­do­ra caracterización.

El film no está exen­to de cier­tas situa­cio­nes impro­ba­bles así como de algu­nos pro­ble­mas plan­tea­dos en el rela­to que no que­dan resuel­tos. Con todo eso no alcan­za a dis­mi­nuir su efi­ca­cia, sobre todo por la fres­cu­ra que trans­mi­te a tra­vés de una his­to­ria que con­du­ce a un bello des­en­la­ce. Jor­ge Gutman